El PP justifica los ataques personales contra Sánchez con material reciclado y sin contrastar fabricado por la policía política de Villarejo como respuesta a las informaciones sobre los contratos de la hermana de Feijóo a Eulen o a su propia relación de años con el narcotraficante Marcial Dorado
La metamorfosis madrileña de Feijóo
“Ayer quedamos todos retratados”. Así se refirió este jueves la portavoz parlamentaria del PP, Ester Muñoz, al pleno extraordinario y monográfico sobre corrupción que se celebró el miércoles en el Congreso. Un debate durante el que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, recurrió a los ataques personales contra Pedro Sánchez en su segunda réplica al presidente del Gobierno. El jefe de la derecha corroboró su soledad parlamentaria, rechazado por los socios del Ejecutivo y despreciado por Vox. Y recurrió al material producido por la policía política del Gobierno de Mariano Rajoy que juzga la Audiencia Nacional.
Feijóo subió a la tribuna del Congreso para su segunda y última intervención del día. Para entonces ya estaba claro que los partidos de la investidura apoyaban la continuidad del Gobierno. “Tiene el cuajo de compararse conmigo”, le espetó al presidente del Gobierno. “¿Pero con quién está viviendo usted?”, le dijo. “¿Pero de qué prostíbulos ha vivido usted?”, le acusó. El líder del PP tenía la respuesta: “Partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución. Y ahora quiere ilegalizar su biografía. Allá usted. Allá usted”. Feijóo concluyó: “No se compare conmigo. He sido honesto con usted, no se lo acepto”.
Feijóo se autocalificó como “honesto”. Este jueves, su portavoz parlamentaria reiteró que su jefe “dijo la verdad”, que “a veces es dura”. Las justificaciones al ataque personal que dan en el PP son cambiantes. Más bien complementarias. Hay quien sostiene que fue “en defensa propia” después de que Sánchez señalara desde la tribuna del Congreso la larga relación personal de Feijóo con el narcotraficante condenado Marcial Dorado.
“El único que ha mantenido una relación estrecha con un delincuente condenado es usted”, le espetó el presidente del Gobierno a Feijóo. Ese “delincuente condenado” es Marcial Dorado. Preguntado al respecto en 2023, Feijóo dijo que no tenía ni idea de a qué se dedicaba Dorado porque no existía Google.
Una declaración muy arriesgada, puesto que el nombre del contrabandista que terminó condenado por narcotráfico en el marco de la Operación Nécora había protagonizado varias portadas de periódicos cuando Feijóo era ya alto cargo de la Sanidad gallega. Incluso su sucesor al frente de la Xunta, Alfonso Rueda, reconoció en público días después que él conocía “las mismas noticias que todo el mundo”.
Feijóo con Marcial Dorado en una de las fotografías publicadas por El País.
Otros citan las referencias de Sánchez a los múltiples casos de corrupción que afectaron a los Gobiernos (y al PP) de José María Aznar y Mariano Rajoy. El primero vio cómo algunos de sus ministros y dirigentes del partido terminaban en los tribunales y, a veces, en la cárcel. Desde Rodrigo Rato a Jaume Matas, pasando por Eduardo Zaplana, Francisco Álvarez Cascos o sus amigos Juan Villalonga y Miguel Blesa, entre muchos otros.
El segundo tuvo que testificar ante la Audiencia Nacional por la financiación ilegal del PP que se produjo con él al frente del partido. Ya como presidente del Gobierno se condenó por primera vez a un partido en España por lucrarse con la corrupción. La sentencia, que motivó la moción de censura de 2018, fue ratificada por el Tribunal Supremo y por otras dos posteriores en otras de las decenas de piezas judiciales en que se desmembró el ‘caso Gürtel’.
Un lastre para Feijóo que, sin embargo, no puede o no quiere desembarazarse de ellos. Uno y otro han sido los invitados estrella del recientemente celebrado XXI Congreso Nacional del PP, que ha reelegido a Feijóo con el 99,24% de los votos. Los dos subieron al escenario a criticar la “corrupción” de Pedro Sánchez.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante el XXI Congreso Nacional.
Este jueves, el secretario general del PP, Miguel Tellado, reprochó a Sánchez haber recurrido a “casos de corrupción”, reales y juzgados, “de hace una, dos o tres décadas”. El PP dejó el gobierno hace ya siete años.
Y defendió los ataques de su jefe. “Sánchez se dedicó a atacar a todo el mundo, incluso a Felipe González”, lamentó en una entrevista en La Sexta, para “emponzoñar la imagen de los demás y tapar las miserias que le rodean”. “Ha atacado a presidentes autonómicos honrados y honestos sin causas, como Mañueco, Moreno o Ayuso, y a Feijóo con fotos de 1995”, en referencia a su relación con Dorado.
El secretario general justificó así que Feijóo arrojara los “prostíbulos” de los que, dijo el líder del PP, “se ha lucrado” el presidente del Gobierno.“Feijóo le recordó los negocios de su familia política”, dijo, sin que nadie le preguntara por el origen de esa afirmación, por las pruebas.
Un trabajo de la cloaca de Villarejo
Muñoz encontró otra justificación para el exabrupto de su jefe. En Antena 3 dijo que “hay cuestiones que no son personales” si se refieren a Sánchez porque tiene interés público. Pero sí es personal, añadió, “cuando Pedro Sánchez, desde la tribuna, utiliza noticias que han sido fabricadas y que son bulos para atacar a la pareja del presidente Feijóo”.
Sin decirlo, Muñoz se refiere a una información errónea que publicó InfoLibre. El medio reconoció el fallo y corrigió la noticia, que fue utilizada políticamente por la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, no por Sánchez.
Pero la portavoz parlamentaria añadió otro asunto: las acusaciones a la Xunta de Galicia por contratar con Eulen, empresa de la que es directiva Micaela Núñez Feijóo, la hermana del líder del PP. Según datos oficiales, Eulen consiguió desde 2018 1.579 contratos menores sin necesidad de tener que competir con otras empresas y por un montante de más de siete millones de euros. En 15 años, las adjudicaciones a Eulen alcanzaron un valor de 54 millones de euros, 37 durante el mandato del actual líder del PP. Durante buena parte de ese tiempo, Feijóo era el presidente de la Xunta de Galicia.
Esa “verdad” del Feijóo “honesto” a la que aludió Muñoz en su entrevista, o la “información pública y conocida por todo el mundo” en boca de Tellado, no es más que el reciclaje de material viejo producido por la policía política que, según la Audiencia Nacional, puso en marcha el Gobierno de Rajoy para inventar pruebas falsas contra sus rivales (desde Podemos al independentismo, pasando por Sánchez), publicarlas en sus medios afines y usarla como material para fabricar procesos judiciales que han sido archivados, uno detrás de otro, por inconsistencia.
Las primeras referencias sobre las “saunas gays” en las que, supuestamente, el padre de Begoña Gómez escondía un suculento negocio de prostitución fueron publicadas el 10 de julio de 2023 en Ok Diario. Faltaban 13 días para las elecciones generales que certificaron el primer gran fracaso de Feijóo.
Pero la supuesta información no era nueva. Tampoco está sustentada en ningún procedimiento judicial o investigación policial. No hay documentación oficial que acredite que esas “saunas” fueran un “prostíbulo”. Nada, al menos de momento.
Entonces, ¿cuál es el origen de estas informaciones?
El origen es la cloaca policial puesta en marcha por el Gobierno de Rajoy. En 2014, el hoy poliimputado José Manuel Villarejo se reunió con el secretario de Estado de Interior, Francisco Martínez. El excomisario facilitó los datos de los supuestos negocios del suegro de Sánchez. Interior planeó poner a policías a investigarlo para hacer llegar la información a Rajoy y usarla “cuando haga falta”.
Todo quedó registrado en una grabación que forma parte de uno de los múltiples sumarios de la corrupción económica y política del PP de Rajoy que esperan su resolución en la Audiencia Nacional. La idea expresada por Martínez era “matar políticamente” a Sánchez.
El Gobierno de Rajoy encargó en 2014 a Villarejo espiar al padre de Begoña Gómez para “matar políticamente a Sánchez”. Al frente de Interior estaba Jorge Fernández Díaz, que se enfrenta a una petición de cárcel de 15 años por la guerra sucia contra rivales políticos y por intentar eliminar las pruebas de la corrupción que le costó el puesto a Rajoy.
La estrategia de 2023 no era nueva. Ya en 2016 la cloaca policial filtró el Informe PISA (Pablo Iglesias, SA) en plenas negociaciones para formar gobierno. Un compendio de medias verdades y falsedades que pretendía demostrar la financiación ilegal de Podemos desde Venezuela e Irán. También Ok Diario publicó el bulo de la cuenta de Iglesias en Granadinas. Francisco Martínez reconoció que sabían que era “mentira”.
Con el material de Villarejo como origen, el PP ha registrado este jueves una batería de preguntas parlamentarias que intenta relacionar el supuesto arrendamiento de un edificio propiedad de Muface por parte de la empresa de los hermanos del suegro de Sánchez con el ejercicio de la prostitución. El objetivo es claro: acusar de corrupción al presidente.
Tellado acusó este jueves a Sánchez de “emponzoñar la imagen de los demás para tapar las miserias que le rodean”. Pero durante el pleno del miércoles esta acusación se la llevó Feijóo de parte del PNV, el partido por cuyos apoyos suspira el gallego, aunque luego los llama “subvencionados” y “subyugados” del “sanchismo”.
“Ustedes no están para dar lecciones ni consejos y menos para hablar de principios”, arrancó la portavoz, Maribel Vaquero. “Ha demostrado una educación política impropia de una persona que aspira a ser presidente del Gobierno haciendo referencia a familiares. Esa es una línea roja que no se puede traspasar”.
Cuatro días después del XXI Congreso Nacional del PP, ya nadie habla del éxito con el que se desarrolló el cónclave, según el partido. Pero tampoco de los problemas de Feijóo y sus portavoces para comprometerse a no hacer un Gobierno de coalición con Vox. Este jueves, Tellado dijo en La Sexta que “no es bueno para España un nuevo Gobierno de coalición” con los de Santiago Abascal, quien el miércoles dedicó casi el mismo tiempo a atacar a Sánchez que a Feijóo. Otro frente abierto para el líder del PP.