El club muestra a sus peñas imágenes del Madrid Music District, que se construirá sobre el fallido Centro Acuático Olímpico y en el que el Ayuntamiento de Madrid gastó más de 100 millones de euros. El área de Obras prepara la concesión, que se extenderá durante 75 años, el mismo plazo que los terrenos circundantes donde se construye la Ciudad del Deporte atlética
Las parcelas que Almeida cedió al Atlético de Madrid incluirán playa artificial y un centro comercial pese a su uso deportivo
La última incógnita sobre el futuro de los terrenos que recuerdan los tres fracasos olímpicos de la capital de España acaba de quedar desvelada. El Atlético de Madrid ha presentado qué es lo que quiere hacer sobre el Centro Acuático a medio construir que languidece desde hace 15 años junto al Estadio Metropolitano. El club mostró el proyecto en su última reunión de peñas rojiblancas, cuyo elemento principal será un gran pabellón con capacidad para 20.000 espectadores y que se convertiría en el recinto de conciertos techado más grande de la capital.
La operación urbanística también incluye un hotel de 250 habitaciones, un campus universitario de carácter privado, un polideportivo y una plaza a la que se añadiría “un espacio cultural polivalente”. Todo sobre el esqueleto del Centro Acuático, cuya parcela será cedida por el Gobierno de Almeida durante los próximos 75 años a Barsento SL, una sociedad montada por el Atlético de Madrid, en la que se acompaña de dos gigantes del mundo del entretenimiento: la compañía Live Nation (promotora de conciertos y dueña de Ticketmaster) y Oak View Group (OVG), que posee decenas de recintos para música en vivo en todo el mundo.
Toda la operación se desarrollará sobre la parcela ES-01, en el Ámbito de Ordenación Especial AOE 00.08 Parque Deportivo del Este, un lugar con antiguos usos deportivos que el Ayuntamiento de Madrid ya reclasificó el pasado mes de octubre a través de un plan especial para que pudiera albergar hoteles, oficinas, comercios o actividades de ocio. La figura legal para la entrega de los terrenos que prepara el Gobierno de Almeida, conocido seguidor colchonero, es la de la concesión demanial a 75 años, la misma con la que transfirió al Atlético el resto de parcelas que rodean su estadio -que suman 200.000 metros cuadrados- para la construcción de otro centro de ocio que incluirá playa artificial y un centro comercial.
Los terrenos que ocupa el Centro Acuático tienen una superficie de 66.843 m2 y una edificabilidad algo mayor, de 90.000 m2. El Ayuntamiento se encuentra ahora mismo preparando la licitación de los terrenos, confirman a este periódico fuentes del área de Obras, sin que hayan trascendido los detalles y el importe de la operación. De la propuesta del Atlético de Madrid solo se conoce, de momento, la escueta descripción que publicó el consistorio a finales de abril en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, como única exposición pública de la oferta del Atlético. Entonces el consistorio desveló que Barsento había ofrecido desarrollar “un complejo multifuncional que fusionará cultura, educación, deporte y ocio que termine de consolidar la totalidad del ámbito, reutilizando parcialmente la estructura existente”.
En el listado de edificios previstos en la oferta, con un gasto aproximado de 405 millones, el área de Obras citaba un auditorio “dedicado a la música y espectáculos” con capacidad para hasta 20.000 asistentes, un gran campus con “centro de formación profesional y espacios para estudios universitarios, postgrado y otras actividades formativas”, un hotel, un centro polideportivo y “una plaza adaptable con un espacio cultural polivalente, donde se podrán celebrar eventos culturales y otros espectáculos de diversa índole durante todo el año”.
Los nuevos detalles que se conocen ahora fueron desvelados por el Atlético de Madrid el pasado mes de junio en un acto con sus peñas, recogidos por el portal de noticias rojiblancas Futbolia, que además de publicar las imágenes del proyecto informó de que el hotel contará con 250 habitaciones. Además, adelantó que el club prevé tener operativa la Ciudad del Deporte que ahora construye en mayo de 2027. El pabellón citado en esta información, sin embargo, llegaría después.
El diseño propuesto para el Madrid Music District (como se denomina el pabellón de conciertos en la infografía) aprovecha parte de la estructura del Centro Acuático pero deshecha otras zonas del recinto a medio construir. La entrada en juego de este recinto convertiría el entorno del Metropolitano en el más potente de la capital para la música en directo, ya que después de la cancelación de los conciertos en el Bernabéu sería el recinto cubierto de mayor aforo, por delante del Movistar Arena (antiguo Wizink) e incluso del Palau Sant Jordi de Barcelona, con capacidad para 17.000 espectadores.
Esta circunstancia encaja con el plan del Ayuntamiento de potenciar en Madrid el turismo de macroconciertos y las grandes cifras económicas que generan a su alrededor. Algo que sucederá el año que viene en el propio estadio Metropolitano cuando la gira de Bad Bunny se instale durante diez días en el coso rojiblanco y reúna a más de 500.000 espectadores.
Los actores que intervienen en esta operación son clave en el mundo de la música en directo y su circuito de macroconciertos. La empresa impulsora, Barsento, es una sociedad controlada por Live Nation España, en la que también figura como apoderada Francesca Bodie Lieweke, directora de operaciones de OVG e hija del presidente de la compañía. El Atlético de Madrid posee una pequeña participación en este negocio a través de Parque Metropolitano y su presencia funciona como llave para abrir la puerta del Ayuntamiento y conseguir la concesión a 75 años de los terrenos donde se asiente su negocio.
Un proyecto de Gallardón que dilapidó 100 millones de euros públicos
Aunque los beneficios económicos privados están claros en la operación, uno de los aspectos que todavía no se han aclarado es qué obtendrán los madrileños como beneficio al ceder durante 75 años este espacio público al club de fútbol. De momento las cuentas municipales están en negativo en estos terrenos, porque el Centro Acuático inacabado el consistorio supuso un gasto de al menos 99,6 millones de euros en un armazón inútil, al que todavía le quedaban otros 91 millones de inversión por pagar cuando se abandonaron sus obras, en el año 2010.
Entrada al recinto del Centro Acuático de Madrid
El proyecto lo había ideado Alberto Ruiz-Gallardón para albergar competiciones de natación, saltos y waterpolo, con hasta 18.000 espectadores de aforo. Formó parte del sueño olímpico de la capital de España hasta que cosechó tres derrotas en las candidaturas para los Juegos de 2012, 2016 y 2020. Una vez certificado el fracaso, el centro quedó abandonado al constatar que sus constructoras (Ortiz y Dragados) habían calculado erróneamente el coste final, que iba a ser de 136,7 millones de euros y se acabó elevando a 191,5.
El nuevo proyecto del Atlético de Madrid prevé una inversión de 405 millones de euros, de los que no se han detallado cuántos servirán para compensar el enorme gasto público que dilapidó Gallardón en estos terrenos y si a través de esta concesión el Ejecutivo de Almeida intentará recuperar parte del dispendio de su compañero de partido. En las cesiones anteriores el Ayuntamiento dio por bueno el pago en especie a través de la construcción de algunas dotaciones deportivas públicas y carreteras que en realidad darán servicio a las instalaciones de ocio privadas.
Ubicación de los terrenos que el Ayuntamiento de Madrid cederá al Atlético, dentro del recinto público que ya gestiona el club rojiblanco (líneas rojas)
Lo que sí que está claro es que con esta cesión el club presidido por Enrique Cerezo completará un traslado sobre terrenos públicos muy beneficioso para los intereses rojiblancos. Una mudanza que comenzó con el cambio del estadio Vicente Calderón por el Metropolitano en el año 2017, instalado en el antiguo recinto de La Peineta. A esto siguió la cesión paulatina al Atlético de Madrid de las parcelas que lo rodeaban hasta acabar transformando el proyecto de anillo olímpico en la nueva ciudad rojiblanca, en la que florecerán muchos negocios paralelos que poco o nada tienen que ver con el fútbol como una playa con olas artificiales para practicar surf, un minicampo de golf, hoteles o centros universitarios privados.