jueves, julio 10 2025

El incentivo al empleo del ingreso mínimo vital «no funciona»: no impulsa al trabajo a sus beneficiarios

La AIReF concluye que la medida «no es eficaz», ya que se mantiene una merma en la probabilidad de trabajar del 12% antes y después de su puesta en marcha

Trabajar más y que no se reduzca el ingreso mínimo vital: así serán los nuevos incentivos al empleo

El incentivo al empleo del ingreso mínimo vital (IMV), que se puso en marcha en 2023, “no está funcionando”. Así lo ha concluido la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en su cuarto análisis anual de la renta mínima estatal contra la pobreza. Este instrumento, lanzado para fomentar el empleo entre los beneficios del IMV, no está logrando su objetivo a tenor del estudio de la institución, ya que se mantiene una reducción del 12% en la probabilidad de trabajar antes y después de su puesta en marcha.

El incentivo al empleo permite a los beneficiarios del IMV trabajar y que no se reduzca la ayuda, eso sí, durante el primer año y siempre que haya supuesto un aumento en los ingresos salariales. El mecanismo, bastante complejo, se aplica de oficio por parte de la Seguridad Social y permite durante su vigencia aumentar los ingresos del hogar en cuestión, gracias al aumento salarial y el mantenimiento del ingreso mínimo vital.

Cristina Herrero, presidenta de la AIReF, y José María Casado, director de Evaluación del organismo, han presentado los principales resultados del nuevo estudio anual de la prestación de la Seguridad Social, que recoge “avances” en la cobertura de la ayuda, tanto del ingreso mínimo vital como de la ayuda por hijo (CAPI), que llegan a más personas en 2024 respecto a 2023: el IMV pasa de una cobertura del 36% hasta el 42% y el CAPI del 19% al 23%. Sin embargo, la institución señala que aún hay muchas personas con derecho a la ayuda que no la reciben (el llamado non take up), que cifra en un 55% en el caso del IMV y del 72% en las ayudas por hijo.

La AIReF advierte de que persisten varios “problemas estructurales” ya detectados por el organismo de evaluación desde su primer análisis. Por ejemplo, la barrera de acceso a la ayuda que supone la “unidad de convivencia”, un criterio también complejo, que no existe para ningún otro trámite de la Administración y que tienen que demostrar los beneficios, que son personas especialmente vulnerables. La AIReF también ha reiterado la necesidad de utilizar criterios de renta más recientes para adecuarse a la situación presente de las familias y reducir las devoluciones que exige la Seguridad Social en las revisiones anuales.

No alivia la merma en la probabilidad de trabajar

Como novedad, este año la AIReF se ha detenido en el impacto del IMV en la inserción laboral y en estudiar la eficacia del incentivo al empleo. La Autoridad Fiscal calcula un impacto negativo de la ayuda del 12% en la probabilidad de trabajar, que ha estimado comparando la inserción laboral de los beneficiarios del IMV y de otras personas de escasos recursos (10% con menos renta) que no perciben la ayuda. Este desincentivo al empleo es mayor en ciertos grupos, como las familias monoparentales (-19%), los jóvenes de 30 años (-29%) y los beneficios con una mayor cuantía de prestación (-21%).

Sobre la magnitud de este dato, en la AIReF no se pronuncian sobre si el dato es alto u bajo y señalan que se encuadra dentro de lo que señala la literatura económica sobre este tipo de prestaciones, que suelen tener cierto efecto negativo en el empleo. La estudio destaca que también se detectan algunos efectos positivos del IMV en el ámbito laboral, como un aumento del 3% en la probabilidad de tener un contrato indefinido. Cristina Herrero ha explicado que esta ayuda de garantía de rentas permite a las personas beneficiarias rechazar algunas ofertas de trabajo más precarias, permitir búsquedas laborales más selectivas, con mayor estabilidad y acceder a oportunidades de recualificación profesional.

Lo más determinante del análisis consiste en que, este efecto negativo detectado, no se reduce tras la puesta en marcha del incentivo al empleo del IMV, puesto en marcha en 2023. Con un análisis del primer año de funcionamiento, la AIReF advierte de que los datos de merma en la probabilidad de trabajar no se modifican, lo que hace cuestionar la eficacia del instrumento.

En el Ministerio de la Seguridad Social, que dirige la socialista Elma Saiz, consideran que “la evaluación del incentivo al empleo del IMV es temprana porque solo se dispone de datos del primer año de aplicación (2023)”. “Sería conveniente esperar a contar con más datos, a que el mecanismo esté más consolidado y sea más conocido por los beneficiarios para hacer una evaluación más fiable”, responden en el Ministerio.

“Problemas de diseño”: la gente no sabe que lo está percibiendo

Cristina Herrero ha concedido que el incentivo al empleo lleva poco tiempo en vigor, pero no obstante en la AIReF consideran que la falta de eficacia detectada se debe a varios “problemas en su diseño” de partida, por lo que la institución propone “una reformulación completa” de la medida.

Entre los problemas detectados, José María Casado ha destacado su falta total de visibilidad, ya que los beneficiarios del IMV no son conscientes de que están cobrando el incentivo al empleo, lo que les impide “conocer las ventajas” de la medida o de la inserción laboral. Casado ha destacado que no se produce ninguna comunicación por parte del Ministerio, que simplemente se les aplica a posteriori en las revisiones anuales que realiza la Seguridad Social.

Tampoco tiene un efecto inmediato, ha destacado Cristina Herrero, lo que supone que las familias no noten la diferencia entre trabajar y no hacerlo o qué supone esto para el cobro de la prestación, cuando se supone que ese es su objetivo, un incentivo para no alimentar la llamada ‘trampa de la pobreza’. Otra de las deficiencias es que “no hay una duración garantizada” del incentivo, ya que solo se aplica el primer año y a partir del segundo solo se mantendría en caso de producirse aumentos de renta de nuevo y en unas condiciones que no son transparentes para los ciudadanos.

Por todo ello, la AIReF propone “reformular completamente el incentivo al empleo con un nuevo diseño que sea visible para los potenciales beneficiarios, transparente en su duración, y modulable según el momento de incorporación laboral y la intensidad de la jornada”. Por poner un ejemplo, la institución destaca el enfoque distinto del nuevo complemento vinculado al subsidio por desempleo, que aunque es muy incipiente sí cumple con algunas de estas recomendaciones, ha destacado Herrero.

“No vemos adecuado armonizar el diseño del incentivo al empleo con el del Complemento de Apoyo al Empleo (CAE) porque se ha puesto en marcha recientemente, aún no ha sido evaluado y el subsidio de desempleo está dirigido a personas que han trabajado anteriormente, con un perfil distinto al del IMV”, han reaccionado en el Ministerio de Elma Saiz a la propuesta de la AIReF.