Un 67% más de ingresos y “negligencia” con un ludópata: el líder de las apuestas con el que Blackstone va a hacer caja
Cirsa se la juega en Bolsa. La compañía de juego y entretenimiento empezará a cotizar este miércoles en el parqué español a un precio de 15 euros por acción, lo que supone una valoración de unos 2.520 millones de euros. Gracias a la operación, que contempla la emisión de nuevas acciones, la firma espera recaudar 400 millones de euros, con lo que el capital flotante será de aproximadamente el 18% del capital social.
Blackstone mantendrá el 78,4% del capital social y el 3,6% restante se repartirá entre los altos directivos de la empresa. De todos modos, si se aplica la sobreasignación en su totalidad, el fondo estadounidense tendría el 75,7% de las acciones, y el free float superaría el 20%.
La sociedad ha detallado en el folleto de salida a Bolsa que tiene intención de utilizar los ingresos para reducir endeudamiento, en particular al reembolso de bonos existentes de la sociedad por un importe estimado de 375 millones de euros. Uno de los principales riesgos que reconoce la compañía es su abultada deuda, que supera los 2.300 millones. La cifra que puede crecer por las condiciones de mercado, señala, aunque espera reducirla hasta una ratio de 3,5 veces el Ebitda (beneficio bruto de explotación).
Los cambios en las regulaciones de la industria del juego es otro de los principales riesgos a los que se enfrenta.
La empresa de tragaperras, dueña de Sportium, mantiene litigios con la Justicia por “negligencia” en el control de la ludopatía , según una sentencia que la compañía tiene recurrida en el Tribunal Supremo.
Cirsa ganó el año pasado 12,6 millones, un 84% menos que el año anterior, a causa en buena parte al aumento del coste financiero, a pesar de que su beneficio operativo avanzó hasta los 699 millones, un 11% más. Los ingresos de explotación también crecieron un 8%, hasta los 2.150 millones de euros.
En el primer trimestre de este año, obtuvo un beneficio de 18,7 millones, un 21,5% más que un año antes, gracias especialmente al crecimiento de los ingresos procedentes de la pata de negocio de juego y apuestas en línea, que ya alcanzaron casi un cuarto del total, concretamente el 22,5%.
La multinacional, que fue vendida a Blackstone por Manuel Lao, opera en estos momentos en once países a través de casinos, máquinas recreativas, apuestas deportivas y apuestas en línea.
La entrada en Bolsa de la compañía, que aspiraría a entrar en el Ibex 35 por su capitalización, también conlleva cambios en su consejo de dirección.
El presidente ejecutivo de la empresa, Joaquim Agut (exdirectivo de General Electric y expresidente de Terra), mantendrá el cargo, del mismo modo que el consejero delegado, Antonio Hostech.
Además, Blackstone contará con Lionel Yves Assant y Miguel García como sus representantes, y la empresa ha incorporado a Paloma Beamonte, Bernard Cortijo, Arancha Díaz-Lladó, Rocío Fernández y Rocío Martínez-Sampere como consejeros independientes.
La salida a bolsa de Cirsa es la segunda que se lleva a cabo en Barcelona desde la que protagonizó el mayo del 2024 el grupo de perfumería y cosmética Puig, que saltó al parqué con una valoración de 14.000 millones de euros.
El debut de la empresa de juego y el ocio será más modesto, pero se espera con “ilusión”, confesaba el presidente de Cirsa, Joaquim Agut, en el comunicado que confirmaba los detalles dde su inicio en el mercado de valores. “El gran interés mostrado por los inversores a nivel global y la sólida demanda por la oferta subrayan las interesantes oportunidades”, defendía Agut.
La multinacional culmina así los numersos intentos de cotizar llevados a cabo en los últimos años. El camino hasta la icónica imagen del toque de campana no ha estado fácil. Cirsa tanteó el terreno de la bolsa varias veces y hace algo más de un año lo encarriló con la contratación de los bancos de inversión Deutsche Bank, Barclays y Morgan Stanley para que hicieran una valoración. Un movimiento que la misma firma reconoció que eran “más pasos” adelante para hacerlo realidad, después de probarlo por última vez el 2017.
Uno de los primeros jugadores mundiales
Cirsa (Compañía Internacional de Recreativos SA) fue fundada el 1978 por Manuel Lao junto a su hermano, Juan, que empezó con el diseño y fabricación de máquinas recreativas en Terrassa (Barcelona). En 1985 adquirió el primer casino en España, en Marbella, y cuatro años después entró en el sector de los bingos, con la compra de salas en Castelló y Zaragoza. En 1990 dio el salto internacional con la adquisición de un casino en República Dominicana. Desde entonces, la compañía ha ido engordando y expandiendo su negocio, especialmente en la península ibérica y en Latinoamérica.
Los dos hermanos se separaron en 1998, Manuel compró la parte de Juan por 20.000 millones de pesetas (120 millones de euros). El 2018, Lao vendió la ya multinacional a fondos americanos de capital privado administrados por Blackstone y Agut fue nombrado presidente. Actualmente, Cirsa opera en 11 países donde este sector está regulado y gestiona, entre otros, más de 400 casinos y más de 83.000 máquinas.