Una vez el PP tenga las cuentas aprobadas en la mano, deberá plantearse si ha pagado un precio demasiado alto por ello, y si es posible dar marcha atrás
El PP intenta esconder sin éxito el rechazo a los menores migrantes impuesto por Vox en Murcia
“La Comunidad revoca la orden por la que se contemplaba la adquisición de viviendas para la acogida de menores extranjeros no acompañados. Rectificar es de sabios. No volverá a suceder”. Con estas palabras la consejera de Política Social, Familias e Igualdad de la Región de Murcia, Conchita Ruiz, no solo ha dejado en el aire el destino de los sesenta menores del centro de acogida Rosa Peñas en la pedanía murciana de Santa Cruz que pretende clausurar a petición de Vox, también ha supuesto una nueva vuelta de tuerca en la relación entre el Partido Popular y los de Abascal en esta Comunidad.
“[A la consejera] le faltó decir ‘sí, mi amo’”, ironiza Juan José Escribano, codirector del Centro de Estudios Murciano de Opinión Pública (CEMOP) de la Universidad de Murcia (UMU). Una rectificación con sabor a “lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir”. Mientras el rey emérito se disculpaba por cazar elefantes en Botsuana, la consejera murciana ha pedido perdón por intentar mejorar las condiciones de los niños migrantes que están a cargo del Gobierno Regional.
El pasado martes, Vox lanzó un ultimátum al Partido Popular en la Región de Murcia. Santiago Abascal, a través de sus redes sociales, advirtió al Gobierno Regional de que la Comunidad no tendría presupuestos si procedía a la compra de inmuebles para la acogida de menores. Dicho y hecho: dos horas más tarde la Consejera retiró la orden. Ruiz, que presumía de que cerraba el Rosa Peñas citando recomendaciones hechas por la Unión Europea, Unicef y el Ministerio de Infancia y Juventud en materia de acogimiento, ahora no sabe dar una respuesta sobre cuál será el destino de estos niños. El consejero de Presidencia, Marcos Ortuño, sí que ha adelantado que, junto a Política Social, pondrá en marcha un “comité técnico para intentar la reagrupación familiar en sus países de origen de los menores no acompañados”, a pesar de que las competencias de deportación recaen sobre el Estado. De nuevo, otra petición de Vox satisfecha.
El proyecto de compra de viviendas estaba financiado con fondos europeos y no habría costado ni un solo euro a las arcas regionales, pero los de Abascal lo han utilizado para presumir de que Vox pone a los españoles “primero”: “Invertir es gestionar y priorizar, y saber dónde va cada euro”, ha señalado el portavoz del partido de extrema derecha en la Asamblea Regional, Rubén Martínez Alpañez, durante la votación del debate a la totalidad de la Ley de Presupuestos el pasado jueves. La norma salió adelante con la abstención de Vox, quienes han asegurado a este diario que estarán “vigilantes”.
El portavoz de Vox en la Asamblea murciana, Rubén Martínez Alpañez (izq.) firma los presupuestos regionales con su homólogo del PP, Joaquín Segado (der.).
Chantaje
“Nos estamos acostumbrando lamentablemente a que el PP agache la cabeza”, señala el también codirector del CEMOP Ismael Crespo. “La forma de actuar de Vox está basada en el chantaje. Si no les gusta algo, se enfadan, firman y rompen acuerdos”.
Mientras, los populares consienten. Todo por cerrar las cuentas de este 2025, siete meses después de que comenzase el año: “Es una obsesión de todos los presidentes autonómicos del PP. Si tienen presupuestos, pueden reprocharle a Pedro Sánchez que el Gobierno Central no tiene”, describe Escribano.
Los problemas surgieron cuando, para poder cerrar unas cuentas en Murcia, el único aliado que el PP se planteó fue Vox: “En nuestro barómetro, el 74% de los murcianos estaba de acuerdo en que los presupuestos se hubieran pactado con el PSOE. Pero para el PP eso no era posible, les habría quitado legitimidad para criticar a Sánchez. En estos presupuestos se ha pensado más en política nacional que en la regional”, apunta el codirector del CEMOP.
“Estamos viendo una agenda opuesta a la nacional en muchos sentidos. El Gobierno central no tiene presupuestos, la legislatura continúa. En Murcia tendremos presupuestos a final de julio, pero la legislatura quedará muerta a efectos prácticos. El PP no va a hacer nada y, por tanto, Vox no tendrá que apoyar nada”, vaticina, por su parte, Crespo. “Hay una correlación extraordinaria entre gobiernos de coalición y falta de producción legislativa. Esto ha pasado en otras comunidades. En general, los gobiernos de coalición estables tienen una gobernabilidad escasa”.
La cuestión es que, una vez el PP tenga los presupuestos de la Región de Murcia en la mano, deberá plantearse si ha pagado un precio demasiado alto por ello, y si es posible dar marcha atrás. “En otras comunidades el PP tiene más claro a nivel estratégico que no le interesa estar a las órdenes de Vox porque le puede pasar factura de cara a unas elecciones”, señala Escribano. “Al PP no le está funcionando su estrategia en Murcia. Con ese ‘no volverá a suceder’ de la consejera, el PP se ha puesto a disposición de la extrema derecha. Es una auténtica bajada de pantalones”.
De derecha a izquierda: el portavoz del GP VOX en la Asamblea Regional, José Ángel Antelo, y el portavoz adjunto, Rubén Martínez Alpañez
“Nunca he logrado entender por qué el PP quiere ser amigo de alguien que se le quiere merendar”, observa Crespo. Mientras, Vox “busca el conflicto” y mantiene visible su agenda a golpe de titular. “Vox necesita posturas de fuerza porque tiene un grupo de seguidores muy hooligans. Difunde discursos muy sencillos, casi automatizaciones. El populismo es eso: respuestas fáciles a problemas complejos”.
“Van a seguir poniendo en su agenda temas que remueven los sentimientos de la gente, un discurso de amigo o enemigo, blanco o negro. Van a tratar por todos los medios transmitir que el PP no es capaz de hacer lo que tiene que hacer”, abunda Escribano.
En esta línea, el líder de Vox en la Región de Murcia ha convocado una concentración por la agresión sexual de una menor en Alhama de Murcia, presuntamente perpetrada por un migrante. Ha aprovechado la manifestación para repetir uno de sus eslóganes de campaña: “Con Vox ni una menor más desprotegida, ni un criminal más en nuestras calles”. Mientras, nada dice el acuerdo de presupuestos firmado con el PP sobre la violencia contra las mujeres. De hecho, en febrero de este año Vox de comprometió a eliminar las partidas económicas destinadas a lo que llaman “la ideología de género”.
Crespo, por su parte, recuerda que el nivel de conocimiento por parte de la opinión pública sobre la negociación de los presupuestos es “nulo”: “No sabe ni que hay unos presupuestos ni que están pactados con Vox. Sí que saben que Abascal, por así decirlo, se ha plantado contra la inmigración”.
PP y Vox, en pugna por el mismo electorado
De acuerdo con el último barómetro del CEMOP, en la Región de Murcia un 67% del electorado de la formación de extrema derecha es competitivo con los espacios que ocupa el PP: ideológicamente, el 28% de los electores actuales de Vox se ubican en una posición de centro y un 39%, en la derecha tradicional. Solo el resto, el 33%, se sitúa en la extrema derecha. En otras palabras, los de Vox tienen mucho electorado común a los populares.
En los próximos meses es previsible que los de Abascal continúen centrando sus esfuerzos en la Región en difundir mensajes sobre seguridad e inmigración, “la pasta”, como define Crespo, que une a la extrema derecha en España y Europa. “Une a personas que, desde el punto de vista estrictamente ideológico, no podemos considerar de extrema derecha. En un mundo lleno de incertidumbre, mucha gente recurre a este patriotismo trasnochado”.
PSOE, ni reforzado ni perjudicado
Al margen de esta disputa por los presupuestos se ha quedado el PSOE. El secretario general de los socialistas en la Región de Murcia, Francisco Lucas, ha repetido a lo largo de este año que mantenía “la mano tendida” para negociar unos presupuestos con los populares. Llegó a ofrecer votar a favor del techo de gasto “sin líneas rojas ni condiciones”. No surtió efecto, solo consiguió, como el resto de partidos de la oposición, una reunión con el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, que el mismo Lucas calificó de “paripé”.
“Es una estrategia correcta, mostrarse como un partido de estado y colaborar. Podría haber funcionado si no estuvieran batallando con otras sobrevenidas a nivel nacional”, teoriza Escribano, en alusión a los casos de corrupción en los que se ven envueltos los dos últimos secretarios de Organización del PSOE.
“Desde el punto de vista pragmático, podemos decir que la oferta del PSOE era inexistente. Si hubieran querido realmente negociar unos presupuestos, habrían llevado las cuentas a la Asamblea y habrían negociado propuestas”, reprocha Crespo.
Migración: causa y disolución de acuerdos entre PP y Vox
Las acciones de Vox dificilmente pueden considerarse un pulso, pues nunca han llegado a encontrar resistencia por parte de los populares. En septiembre de 2023 ambas partes firmaron un acuerdo de gobernabilidad. La negociación de este pacto, al igual que la de los presupuestos de este año, vino in extremis y coordinada desde Madrid: se cerró a tan solo una semana de terminar el plazo, y entre el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, y el líder de Vox en la Comunidad, José Ángel Antelo, solo hubo una conversación a través de la red social X -antes conocida como Twitter-, que duró unas cuatro horas.
El acuerdo no duró ni un año. El líder de Vox, Santiago Abascal, anunció el pasado julio que ponía fin a la coalición que mantenía con los populares en cinco comunidades autónomas por la acogida de menores migrantes: En el caso de la Región de Murcia, se trataba del acogimiento de 16 niños y niñas por parte del Gobierno regional, parte de un acuerdo ya rubricado con el Gobierno central en 2022. “No quieren comunidades autónomas. Si algún día ganase Abascal, las extinguiría. Por eso, no es de extrañar que tome la iniciativa en las interacciones con los Gobiernos regionales”, explica Escribano.
“Si ellos [Vox] mantuvieran las acciones en la Región de Murcia, las noticias morirían en el acto. Pero al trasladarlas a nivel nacional pueden retratarse a sí mismos como guardianes de la patria”, añade Crespo.
Colegio público San Cristóbal de Lorca
Centrándonos estrictamente en el acuerdo de los presupuestos de este año, no es la primera vez que Vox amenaza con su extinción. El pasado 22 de marzo Santiago Abascal condicionó su apoyo a los presupuestos murcianos a la eliminación del Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí. Días después, el presidente de Vox en la Región de Murcia, José Ángel Antelo, registraba una moción para dar la “posibilidad” al Partido Popular de “mostrar el rechazo a ese convenio que se ha implementado en la Región de Murcia”.
En funcionamiento desde hace más de una década tanto en la Región de Murcia como en el grueso del resto de Comunidades Autónomas, el Programa nació de un acuerdo entre el Gobierno de España y la Embajada del Reino de Marruecos en vigor desde 1985. Los objetivos del plan son la enseñanza de la lengua árabe y la cultura marroquí al alumnado marroquí y no marroquí escolarizado en centros de educación primaria y secundaria.
Pese a la longevidad del programa, Vox confesó que no exigió su retirada antes porque desconocían “el grado de aplicación que estaba teniendo en los centros educativos de la Región de Murcia”. También defendieron que, pese a que el programa no es competencia de la Comunidad, la Región de Murcia “puede o no aplicar el convenio”, lo que contraviene a lo estipulado por el propio programa: “Se trata, (…) de un programa de carácter estatal, no transferible a las Administraciones educativas de las Comunidades Autónomas, pero cuya aplicación compete a las mismas”.