En sus primeras selecciones de personal Núñez Feijóo parece optar por un congreso y un diseño ideado aún contra el ‘sanchismo’: más pensado para la ofensiva final que para presentar en Technicolor aquello que pudiera llegar a conformar su alternativa
Feijóo anuncia que Miguel Tellado será secretario general del PP y Ester Muñoz portavoz en el Congreso
Algo así deben pensar en la sala de mandos de Génova. Como en la divertida película de Ted Kotcheff, se les intuye persuadidos de que aún queda mucha tarea para salirse con la suya y acabar con la legislatura. El primer convencido de que Pedro Sánchez continúa siendo difícil de matar políticamente parece Alberto Núñez Feijóo. A su derecha y a su izquierda coloca a quienes más se ha distinguido por su dureza y contundencia ante el demonio sanchista, yendo incluso más allá de las fronteras de la hipérbole.
Miguel Tellado ya nació siendo secretario general de un partido. Seguramente es bastante mejor capataz de partido que portavoz parlamentario. Su década de oro al frente del PPdeG durante los años gloriosos de O Noso Alberto como presidente de la Xunta lo acreditan sobradamente para un puesto que ya ejercía in pectore. Mano de hierro en guante de hierro es lo que suele requerir en ese puesto y es exactamente lo que ha ofrecido siempre el ferrolano.
Ester Muñoz se ha ganado la promoción a base de batirse en justas parlamentarias con la clara vocación de no hacer prisioneros y no dar nunca un paso atrás en la hipérbole, al mejor estilo Tellado, pero un poco más envuelta en guante de seda. Ambos resultan perfectos para decir en público todo lo que el presidente del partido no pueda decir.
En sus primeras selecciones de personal Núñez Feijóo parece optar por un congreso y un diseño ideado aún contra el ‘sanchismo’. Más pensado para la ofensiva final que para presentar en Technicolor aquello que pudiera llegar a conformar su alternativa en términos ideológicos, programáticos o de equipos.
El clásico debate sobre si han de discutirse primero las ideas o las personas, solucionado al mejor estilo Feijóo. No habrá debate, ni sobre ideas, ni sobre personas. Demasiado esfuerzo concentrado exclusivamente en asegurarse de acabar con un ciclo que ya dan por terminado y pronostican que vive minutos de descuento.