domingo, junio 29 2025

El hermano de Abdoulie, el joven tiroteado por la Policía en el aeropuerto de Gran Canaria: »Dejemos de predicar el odio»

Amadou Bah pide que se haga justicia: »El papel de la policía en la sociedad es mantener la paz, la ley y el orden, no matar. Mi hermano estaba mentalmente enfermo , y la gente con problemas de salud mental también es parte de la sociedad»

Hemeroteca – Podemos presenta en el Congreso una iniciativa para que se reconozca a Abdoulie Bah como víctima de violencia racista

“Es difícil expresar todo el dolor que hay en mí”, comienza Amadou Bah. Ha pasado poco más de un mes desde que su hermano pequeño murió después de recibir cinco tiros de la Policía Nacional en el aeropuerto de Gran Canaria, uno de ellos en el cuello. Amadou Bah se enteró por teléfono del fallecimiento de Abdoulie. “Me llamó un amigo y me dijo: tu hermano está muerto”, cuenta en una entrevista concedida a este periódico, la primera desde que perdió a su hermano. En cuanto pudo, se desplazó desde Milán, donde vive, hacia Canarias, para identificarlo y despedirse de él. El cuerpo de Abdoulie ya descansa en Gambia, su país de nacimiento, pero su familia pide justicia: “El papel de la policía en la sociedad es mantener la paz, la ley y el orden, no matar. Mi hermano estaba mentalmente enfermo, y la gente con problemas de salud mental también es parte de la sociedad”.

La muerte de este joven de 19 años ha golpeado con fuerza a su familia. 27 días después de este suceso, sobre el que hay una investigación abierta en los tribunales, Amadou también tuvo que enterrar a su padre. “La muerte de mi hermano nos afectó mucho en general. Somos seis hermanos. Tres vivimos en el extranjero y otros tres en Gambia. Ahora mi padre también está muerto. Estaba enfermo, pero lo que pasó con Abdoulie lo puso peor”, reconoce.

Los hechos se produjeron a las 16.55 horas del 17 de mayo en el aeropuerto. El Juzgado de Instrucción número 2 de Telde investiga las circunstancias en las que falleció Abdoulie. Según informó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), el joven se encontraba “aparentemente fuera de sí portando un cuchillo de dimensiones considerables”. “Después de atacar a un taxista, derribó a un agente de la autoridad, intentó derribar a otro y deambulaba armado en una zona con un gran número de personas”, indica el TSJC.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Gambia ha pedido una investigación judicial “transparente e independiente”. El gobierno gambiano está colaborando con las autoridades españolas, aseguran, para “evitar incidentes similares en el futuro”. Por su parte, la familia de Abdoulie está aportando información a la Justicia “para demostrar al mundo que este tipo de cosas se pueden evitar”.


Protesta por la muerte de Abdoulie en Gran Canaria.

“Si quieres arrestarlo, puedes hacerlo, pero no dispararle en el cuello. Hay muchos lugares para disparar: las piernas, cualquier parte del cuerpo. La misión de la policía de allí fue una misión fallida. Tienen esposas, tienen muchas maneras… Eran cinco policías con una persona con un trastorno mental. Estamos muy decepcionados”, lamenta Amadou.

Abdoulie había cumplido 19 años doce días antes de morir. Emigró hacia Europa en 2023 siendo menor de edad “para mejorar su vida”. Hasta alcanzar la mayoría de edad, el chico vivió en un centro de menores no acompañados. Después, comenzó a convivir con tres jóvenes más en un piso de alquiler en Lomo Blanco, en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria. “Estaba completamente integrado y normalizado en cuanto a su permiso de residencia y de trabajo”, contó a esta redacción la trabajadora social Susana Socas.

Abdoulie comenzó a trabajar como educador en un centro de menores sin referentes familiares de Gran Canaria. También jugaba al fútbol en el equipo de Lomo Blanco y en una liga africana, entrenado por su amigo Bouba. En sus últimas semanas de vida, había empezado a presentar un comportamiento poco habitual y a aislarse, tal y como cuenta su entorno.

En estas circunstancias, Abdoulie compró un billete para ir a ver a su familia a Gambia. El vuelo estaba previsto para el jueves 22 de mayo, pero él fue al aeropuerto el día 17. Cuando le dijeron que no podía volar salió de la terminal. Lo que ocurrió después está siendo investigado y el momento en el que Abdoulie fue disparado está grabado en un vídeo.

“Puede que esa muerte fuera su destino, pero no le llamen delincuente. Yo creo que todo el mundo tiene derecho a la vida. Ningún ser humano merece ser abatido como una cucaracha”, lamentó su entrenador de fútbol pocos días después del fallecimiento de su compañero gambiano.

“Estamos muy agradecidos con la gente de Gran Canaria, con las personas que aceptaron quién era Abdoulie, incluso con la policía de Las Palmas. Él estaba tratando de integrarse. Iba a la escuela y trabajaba como educador social”, insiste su hermano. La colaboración de la asociación de gambianos de Gran Canaria, de la Federación de Asociaciones Africanas de Canarias (FAAC), y de la entidad para la que Abdoulie trabajaba, ha permitido que su cadáver sea repatriado en Gambia, donde ha sido enterrado de acuerdo a sus creencias y donde su familia lo ha podido despedir.

Cientos de personas salieron a las calles en Las Palmas de Gran Canaria después de su muerte para pedir justicia por Abdoulie. “No pedimos privilegios, pedimos justicia”, “las vidas negras importan”, “no lo mataron a él, nos mataron un poco a todos” son algunas de las consignas que pudieron escucharse en la protesta.


Abdoulie Bah, el joven gambiano tiroteado en el Aeropuerto de Gran Canaria

“Las imágenes difundidas en redes sociales muestran alrededor de media decena de agentes persiguiéndolo, lo cual genera serias dudas sobre el respeto del derecho humano a la vida y al principio de proporcionalidad en la actuación policial, causante de la muerte del joven africano”, dijo la presidenta de la Asociación de Mujeres Africanas y Afrodescendientes, Laura Balde.

¿Por qué se recurrió al uso de armas de fuego? ¿Por qué no se aplicaron otras medidas de contención no letales? ¿Qué protocolos se activaron y quién asumió la responsabilidad operativa en esa intervención? ¿Por qué no se garantizó la detención del joven sin poner en riesgo su vida? Son algunas de las preguntas que la comunidad trasladó a las autoridades.

“Deberíamos predicar el amor en lugar de la muerte. Todos somos humanos. A todas las personas que apoyan la acción de esos cinco policías, seguro que tienen hijos y familia. Creo que deberían tomar las cosas como si les hubiera pasado a ellos. ¿Cómo reaccionarían? Prediquemos el amor y dejemos de predicar el odio. Todos somos uno”, concluye Amadou.