Feijóo debe aclarar de parte de quién está. Porque, más allá de su obsesión por tumbar a Sanchez, el 5% es una imposición arbitraria del presidente de EEUU y aceptarla sin más significaría un daño enorme para la cohesión social de nuestro país, además de un atentado contra su soberanía
Trump amenaza a España con una guerra comercial: “Vamos a hacer que paguen el doble”
Pedro Sánchez se mantuvo en sus trece en la cumbre de la OTAN y afirmó que España cumplirá sus compromisos con la estratega de defensa de la Alianza sin superar el 2,1% del PIB. Es la cifra que le han proporcionado sus asesores militares para que el país cumpla con los “objetivos de capacidades” de la organización. Está muy por debajo del 5% exigido arbitrariamente por el presidente de EEUU y que el resto de los aliados ha asumido sin rechistar. Esta última cifra representaría para España 80.000 millones de euros adicionales, que tendrían que salir de algún lado: de una subida de impuestos o de un hachazo a los programas sociales. Sánchez es consciente de que aceptar pasivamente semejante gasto en algo tan impopular como un rearme militar sería mortífero para la imagen del proyecto socialista, bastante golpeada ya por los escándalos de corrupción.
Trump se ha enfadado. Con su habitual estilo pandillero, ha amenazado al desobediente Sánchez con hacerlo pagar “el doble” por la vía comercial. Es decir, castigando al conjunto los españoles. Admitió que la economía de nuestro país va “muy bien” (cosa que habrá sentado como una patada en el estómago al PP), pero advirtió de que “podría verse arrasada” si EEUU toma represalias. Me atrevo a vaticinar que no pasará nada. Como no pasó nada cuando Zapatero retiró las tropas de Irak. España, solo por sus bases, resulta ya muy valiosa para los intereses militares estadounidenses. Además, es, junto a Holanda, el único país de la UE que importa de EEUU más de lo que le exporta. Sería sorprendente que Trump castigara comercialmente a uno de los pocos países el mundo con los que EEUU tiene superávit comercial.
A todas estas, ¿qué dice el principal partido de oposición de España? El PP anda en un sinvivir, correteando de aquí para allá como un pollo descabezado. Sigue sin aclarar su posición sobre el aumento del gasto en defensa. Se la bufa que Trump amenace con arrasar la economía española. Lo único que le importa es desmontar el relato de que Sánchez ha desafiado a Trump y ha conseguido proteger la inversión social y la soberanía nacional ante la marea armamentista. El líder del PP no está dispuesto por nada del mundo a permitir que el presidente se anote ese tanto justo cuando se encuentra contra las cuerdas en el momento más difícil de su mandato.
Cuando se difundió la foto de familia de los asistentes a la cumbre de la OTAN, y Sánchez apareció en un extremo de la imagen, el PP publicó exultante en su cuenta de X: “La OTAN aparta a Sánchez, Sánchez aparta a España”. Y todos los medios de derecha y ultraderecha cacarearon al unísono la consigna de que el presidente había sido aislado por su rebelión. Resulta que el orden de la foto responde a un criterio alfabético en función del nombre de cada país, de modo que en la cumbre de 2017 en Bruselas a Mariano Rajoy le tocó exactamente el mismo lugar en la foto. Pero el fake coló entre los suyos, que de eso se trataba.
Luego, cuando los mandatarios, incluido el presidente Sánchez, firmaron la declaración final de la cumbre, Feijóo proclamó victorioso en su cuenta de X: “La farsa terminó, Sánchez firmó el 5%”. Y sí: firmó. Lo que omitió el líder del PP es que ese documento no es vinculante, que no dice expresamente que “todos” los aliados se comprometen al 5% y que Sánchez cuenta con una carta del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en la que este acepta una posición más flexible de España en la consecución de los objetivos de defensa de la alianza. Si Feijóo piensa que España debe sumarse al aumento del gasto en defensa al 5% del PIB, lo que le correspondía era poner un tuit celebrando el compromiso, pero su única celebración ha sido de momento tachar a Sánchez de farsante por haber firmado la declaración.
No sé cómo hará el presidente para cuadrar el endiablado puzle y hacer con el 2,1% del PIB lo que los demás países de la OTAN harán con el 5%. Eso sí que sería el “milagro español”, no el que todos tenemos en la memoria y que terminó con su artífice en la cárcel. Existe, por supuesto, la posibilidad de que Sánchez haya querido marcarse un farol a sabiendas de que el lío de cuadrar el círculo para cumplir con la OTAN lo heredará su sucesor, puesto que la meta del 5% debe alcanzarse en el curso de una década. Todo puede suceder; como dicen los investigadores, no hay que descartar ninguna hipótesis. Lo que ha quedado claro de momento es que Trump alabó la marcha de la economía española, que Sánchez ocupó el lugar que le correspondía en la foto de familia y que Feijóo dedicará las próximas horas a repetir que Sánchez es un mentiroso porque se sumó al compromiso del 5% después de decir que no lo haría.
Lo que cabría esperar de una oposición seria es que su líder aclarase de parte de quién está en este embrollo: si de Trump o de España. Porque, más allá de la obsesión casi enfermiza de Feijóo por tumbar a Sánchez, lo del 5% es una imposición del presidente de EEUU cuya principal beneficiaria será la industria armamentística estadounidense, y aceptarla sin más causaría un daño enorme a la cohesión social de nuestro país. Además de lo que implicaría de renuncia a nuestra soberanía nacional, más aún cuando Trump se permite amenazar al conjunto de los españoles si no nos sometemos a sus caprichos.