BBVA podrá nombrar un nuevo consejero delegado en Sabadell y cambiar la sede si avanza la compra, aunque no haya fusión con la entidad catalana en los próximos tres años, según los condicionantes que el Gobierno ha puesto a la OPA (oferta pública de adquisición) este martes. Un plazo que puede ampliarse a cinco ejercicios.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha aclarado que si progresa la operación y si se cumple el requisito de que BBVA alcance el 49,3% de las acciones de Sabadell, no hay ningún impedimento para que controle el consejo de administración. “No vamos a imponer ninguna limitación al nombramiento de consejeros, porque no va en contra de la autonomía de la gestión, aunque evidentemente tendrán que cumplir con el buen gobierno y deberán actuar como lo prevé la propia normativa”, ha explicado.

Carlos Cuerpo ha intervenido este martes en los cursos de verano de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, después de hacerlo al mediodía en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros que ha decidido mantener las condiciones planteadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y ha exigido la autonomía en la gestión de ambas entidades, que no podrán realizar despidos en el marco de esta operación ni el cierre de oficinas. Además, tendrán que permanecer, durante esos tres o cinco años, como entidades independientes, aunque BBVA tenga el control accionarial.

“Seguridad jurídica y patrimonios separados, y gestión autónoma, separada” entre BBVA y de Sabadell “para proteger el interés general: el empleo, la financiación a pymes, el acceso de oficinas de los clientes. Operativa individualizada”, ha reiterado, una y otra vez, el ministro de Economía. “Es una medida mucho más efectiva que otras condiciones. Estamos yendo a la operativa diaria”, ha recalcado Carlos Cuerpo.

“Si hay cambio de Gobierno, en estos tres o cinco años, lo que se encontrará es la obligación de BBVA de poner sobre la mesa los informes, sobre la independencia que mantengan las dos entidades. Es un elemento de garantía, porque está alineado con los plazos que impone la CNMC”, ha añadido el ministro de Economía.

Independientes, sin cerrar oficinas ni despidos

El Gobierno quiere que, durante estos tres o cinco años, BBVA y Sabadell sean independientes y no cierren oficinas (más allá de los criterios marcados por la CNMC) ni realicen despidos alegando la integración de los dos bancos.

Tampoco quiere que los clientes noten un recorte en sus opciones financieras ni en los servicios que prestan las dos entidades. “En los años posteriores a otros procesos de adquisición”, se ha notado “un aumento de las reclamaciones”, ha reconocido Cuerpo. “Queremos proteger a los clientes”.