viernes, junio 20 2025

La UE restringe la contratación pública de productos sanitarios de China

Las compañías chinas no podrán acceder a adjudicaciones de los países europeos por encima de los cinco millones de euros como respuesta a la discrminación que hace ese país a los productos procedentes del club comunitario

La guerra comercial de Trump empuja a la UE a mirar de nuevo a China

“Un socio con el que colaborar, un competidor difícil y un rival sistémico”. Así define la Unión Europea a China, una potencia a la que ha vuelto a mirar ante la guerra comercial desatada por Donald Trump. Sin embargo, la desconfianza y ciertas prácticas abusivas del gigante asiático, como las subvenciones a la fabricación vehículos eléctricos, obligan al bloque comunitario a responder. Así, impuso aranceles a los coches eléctricos que se venden en la UE y ahora restringirá el acceso de los proveedores de ese país a las licitaciones públicas de material sanitario.

“La Comisión Europea ha decidido excluir a las empresas chinas de las compras de productos sanitarios de más de cinco millones de euros”, informa el gobierno comunitario, que pone así coto a esas importaciones en respuesta a las barreras que encuentran las empresas europeas en el mercado sanitario chino. “Durante muchos años, el mercado de contratación de la Unión Europea ha estado completamente abierto para China mientras China tenía en vigor una serie de restricciones”, señalan fuentes comunitarias, que explican que la decisión supone imponer una suerte de “medidas espejo” a ese país.

Otra de las restricciones adicionales en el mercado de los productos sanitarios es que “cualquier adjudicatario debe garantizar que, en sus suministros, no incluirá más del 50% de productos sanitarios procedentes de China”. Las fuentes comunitarias explican que las nuevas normas aplican a todo tipo de productos del sector médico: desde mascarillas y vendas hasta escáneres, robótica con aplicación médica o implantes. Un amplio abanico de productos.

La decisión, no obstante, incluye excepciones para evitar problemas de suministro en un sector tan delicado. “Habrá excepciones cuando no existan proveedores alternativos”, señala la Comisión europea, que asegura que las medidas son “coherentes con las obligaciones internacionales de la UE, incluido el marco de la Organización Mundial del Comercio, ya que la UE no tiene compromisos vinculantes de contratación con China.

“La medida pretende incentivar a China para que cese su discriminación contra las empresas de la UE y los productos sanitarios fabricados en la UE y trate a las empresas de la UE con la misma apertura que la UE aplica a las empresas y productos chinos. Se trata de una respuesta a la prolongada exclusión por parte de China de los productos sanitarios fabricados en la UE de los contratos públicos chinos”, agrega el comunicado.

La decisión de Bruselas se produce tras más de un año de investigación en el marco del Instrumento de Contratación Internacional (IPI, por sus siglas en inglés), que se estableció en 2022 con el objetivo de “restablecer el equilibrio de oportunidades para las empresas de la UE que licitan fuera de la UE y promover un acceso abierto y equitativo a los mercados de contratación pública en todo el mundo”.

El informe de la Comisión Europea concluyó que el 87% de los contratos públicos de productos sanitarios en China estaban sujetos a normas de exclusión y discriminatorias contra los proveedores europeos. Por el contrario, las exportaciones desde el gigante asiático a la UE se duplicaron entre 2015 y 2023.

En Bruselas sostienen que durante todo este tiempo han intentado llegar a una solución negociada con China para que permitiera que los productos europeos llegaran al sector sanitario en las mismas condiciones que los chinos lo hacen en el comunitario. “A pesar de estos esfuerzos, China no ha ofrecido hasta ahora compromisos específicos que aborden las medidas y prácticas discriminatorias identificadas”, señala el ejecutivo comunitario en un comunicado en el que apunta que si, a partir de ahora, propone soluciones “concretas, verificables y satisfactorias” que puedan “abordar las preocupaciones” de la UE, la restricción impuesta a las importaciones se podría retirar o suspender.

“Nuestro objetivo con estas medidas es igualar las condiciones para las empresas de la UE. Seguimos comprometidos a dialogar con China para resolver estas cuestiones”, dice el comisario de Comercio, Maros Sefcovic.

La UE y China están preparando una cumbre de alto nivel en ese país la segunda quincena de julio a la que acudirán el presidente del Consejo Europeo, António Costa, y la de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que aprovechó su presencia en el G7 para decir que Donald Trump “tiene razón” al señalar que hay “un grave problema” respecto a la exportación de materiales críticos desde el gigante asiático y su “instrumentalización”. No obstante, la alemana también pidió colaboración a ese país para evitar que los aranceles de Trump inundaran el mercado europeo de productos chinos. Los equilibrios son difíciles, pero por el momento la UE trata de protegerse de las prácticas que llevan años pasándole factura.