Una jueza de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz ha decidido dejar en libertad con medidas cautelares al policía municipal de Madrid que asfixió hasta la muerte a un hombre que, supuestamente, le había intentado robar el teléfono móvil. La magistrada le atribuye un delito de homicidio y le ha retirado el pasaporte además de obligarle a comparecer una vez por semana en su juzgado.

Los hechos ocurrieron cerca de la medianoche del martes en esta localidad del Corredor del Henares. El agente, fuera de servicio, estaba en el cruce de las calles Calderas y Pesquera del municipio cuando interceptó a un hombre que, supuestamente, le había intentado robar el teléfono móvil. Para cuando llegó la Policía Nacional vieron que el hombre estaba en parada cardiorrespiratoria y los servicios de emergencia solo pudieron confirmar su fallecimiento.

El juzgado de instrucción número 1 de la localidad se ha hecho cargo del caso y, a la espera de recibir la autopsia para deteminar “la causa exacta del fallecimiento”, ha decidido atribuir un delito de homicidio al policía municipal de Madrid, lo que excluye que por el momento considere que actuó con la intención de acabar con la vida de la víctima. Esa calificación legal, explican desde el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, puede cambiar a lo largo de la investigación.

El Ayuntamiento de Madrid, por el momento, ha suspendido de funciones al agente y ha abierto un expediente que, como en otros casos, queda supeditado a lo que suceda en la investigación penal que ahora se desarrolla en un juzgado de Torrejón de Ardoz.

Los vídeos grabados por varios testigos muestran cómo el policía fuera de servicio mantuvo a la víctima contra el suelo durante unos diez minutos mientras le asfixiaba con la técnica conocida como ‘mataleón’. Siguió apretando cuando, tal y como muestran los documentos, varios viandantes le solicitaron que dejara respirar al joven al que mantenía aprisionado. Los efectivos del Summa 112 estuvieron media hora aplicando maniobras de reanimación hasta que certificaron su muerte.