Isabel Díaz Ayuso ha afrontado eufórica la última sesión de control de la Asamblea ante del verano. Tirando de ironía, se ha reído de las portavoces de la oposición, aprovechando las revelaciones de la UCO sobre Santos Cerdán que han azotado al Gobierno central y al PSOE. En su intervención, ha cargado contra la socialista Mar Espinar. La presidenta ha teatralizado su discurso para comentar: “Me la imagino ayer ensayando delante del espejo en casa: ‘Guau, le voy a decir lo del ático, que es nuevo, a ver si la sorprendo”. A lo que ha añadido: “A ver si consiguen [así] tapar la montaña de corrupción que tienen”.

De forma similar, respondió a Más Madrid tras la intervención de su líder, Manuela Bergerot, que afirmó que con su partido “el ‘y tú más’ no vale”, porque no han venido “a la política a recibir mordidas”. Ayuso continuó con su sarcasmo: “No es que sean iguales, son peores”. “Y lo amparan bajo, ‘jo, venga, no chicos, no delincan más, me enfado y no voy al Congreso”, ha añadido la mandataria, en alusión a la ausencia ayer de varios ministros de Sumar en el parlamento nacional. La jefa del Ejecutivo que sostiene que “es así” como el partido regionalista “combate la corrupción de Estado”.

Espinar se ha puesto la venda antes de la herida, y en su interpelación a la presidenta ha dejado clara cuál era la declaración de intenciones de su partido ante el caso Cerdán. “En mi partido los sinvergüenzas no tienen cabida, no nos hace falta ni sumario judicial. En el suyo los colocan en la mesa de la Asamblea o como jefe de gabinete”, ha asegurado. También le ha recordado a la presidenta cuál fue el final político de su padrino político Pablo Casado cuando denunció “corrupción” en el entorno de la mandataria “durante la pandemia”.