martes, julio 1 2025

Con parásitos, desplumadas y rodeadas de cadáveres: nuevas imágenes de las gallinas explotadas en la ‘granja de los horrores’

La empresa está siendo investigada por la Justicia por posible maltrato animal, pero sigue operando. Las aves enjauladas muestran signos compatibles con una muda forzada, que busca «privarlas de agua, luz y comida para inducir una puesta intensiva”, explica la veterinaria María González

Podcast – La granja de los horrores

Nuevas imágenes inéditas de la ‘macrogranja de los horrores’ de Mallorca. La instalación, situada en el municipio de Llucmajor, ha estado en el centro de la polémica durante las últimas tres semanas debido a sus condiciones de falta de higiene y suciedad extremas, así como por la perniciosa situación que viven sus gallinas. En las primeras imágenes publicadas por elDiario.es se describió, principalmente, la situación de las naves 3, 6 y 7, destinadas a las gallinas camperas. Sin embargo, como publica ahora en primicia este diario, el interior de las naves 2 y 5, de gallinas en jaula, presenta un aspecto muy similar, aunque con algunas diferencias, según las imágenes de ARDE y Satya Animal. Pese a todo, estas dos naves (2 y 5) siguen en funcionamiento a fecha del 16 de junio de 2025.

En cuanto a las similitudes, las mencionadas naves presentan un estado de suciedad extremo. Las gallinas, que están completamente hacinadas y amontonadas, conviven en un espacio cuya superficie está mayoritariamente cubierta de polvo y telarañas, desde el suelo hasta el techo, pasando por las jaulas. Las aves presentan un aspecto peor que las gallinas de las naves camperas en cuanto al plumaje, las crestas caídas y la palidez. Algunas de ellas están completamente desplumadas, con ácaros encima de su piel.

En una de las imágenes más impactantes, comprobada por este diario, se ve cómo una gallina que está en el suelo, completamente desplumada y sola, tiene a su alrededor una cáscara de huevo rota, así como restos de plumas y de otras gallinas. En otras, se puede observar cómo hay huevos deformados o dañados, lo que, según la veterinaria María González Sola, es “clara sintomatología de afecciones en el aparato reproductor” de algunas aves. Como en el caso de las naves destinadas a las camperas, las gallinas conviven con otras muertas e incluso con cadáveres en diferentes estados de descomposición y putrefacción. Entre las diferencias con las imágenes publicadas hace unas semanas, en esta ocasión no hay ratas u otros animales, como los erizos.

Se observan huevos deformados o dañados, lo cual puede ser síntoma de daños en el aparato reproductor


Los huevos rugosos pueden ser síntoma de desnutrición y/o problemas en el aparato reproductor de las gallinas.

Las imágenes, que hasta ahora no se habían publicado, fueron grabadas los días 22, 23, 25 y 27 de abril de 2025 por ARDE y Satya Animal, según ha podido comprobar este diario. La totalidad de las imágenes publicadas hasta el momento fueron grabadas entre los días 21 y 29 de abril. Cabe recordar que las entidades de protección medioambiental y animal denunciaron a la granja (explotada por Avícola Son Perot S.A. bajo la marca Avícola Ballester) ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Balears por presuntos delitos de estafa, contra la salud pública y abandono animal por falta de supervisión veterinaria. Fuentes del Ministerio Público confirmaron a este diario que la denuncia se registró el 21 de mayo sobre las 9 de la mañana.

A pesar de todo, la empresa mantiene el sello de bienestar animal Welfair —otorgado por AENOR—, en lo que se refiere a las gallinas camperas, pese a que de las primeras imágenes consultadas por este diario se desprende que no tuvieron acceso al exterior de las instalaciones entre los días 24 y 29 de abril. A estas presuntas irregularidades que denuncian las entidades ecologistas hay que añadir las condiciones de insalubridad del interior de las naves, así como el mal estado de las gallinas, siempre según aparece en la grabación. Las imágenes grabadas superan las tres horas, y están depositadas en la Fiscalía de Medio Ambiente de Balears.

A pesar de estar denunciada ante la Fiscalía y de la gravedad de las imágenes, la empresa mantiene el sello de bienestar animal Welfair —otorgado por AENOR—, en lo que se refiere a las gallinas camperas

Por otro lado, el Juzgado de Instrucción número 11 de Palma abrió diligencias penales por la presunta comisión de un delito de maltrato animal contra Avícola Son Perot S.A., como informó este diario. En un auto fechado el 3 de junio de 2025, al que tuvo acceso este diario, la jueza solicitaba al Seprona de la Guardia Civil que llevara a cabo las investigaciones necesarias para esclarecer los hechos, así como los informes completos de todas las actuaciones efectuadas en torno a la explotación avícola. La querella por un posible delito de maltrato animal fue interpuesta por una vecina que vive en una urbanización cercana a la macrogranja de Llucmajor.


Las gallinas conviven con cadáveres en diferentes estados de descomposición.

Solo una nave tiene deficiencias “graves”

Tras la publicación del primer reportaje, dos técnicos de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural —dependientes de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural—, así como agentes del Seprona de la Guardia Civil, realizaron una inspección en las instalaciones avícolas. Esta visita duró aproximadamente entre las 11 de la mañana y las siete y media de la tarde, según informaron fuentes de la Conselleria de Agricultura.

En esta inspección se acreditó que las imágenes publicadas coincidían con la nave 7, una de las que se destina a las gallinas camperas. “El informe de los técnicos determina que las condiciones de higiene de la explotación son deficientes, pero especialmente graves en la nave 7G. Por eso, se ha ordenado su suspensión”, afirmó el 30 de mayo Joan Simonet (PP), conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural. El conseller aseguró, además, que en el momento de la inspección “la explotación no tenía los registros de limpieza y desinfección”.

Agricultura informó de que el cierre de la nave 7 implicaba también “su vaciado sanitario”, es decir, el sacrificio de casi 20.000 gallinas. Las entidades animalistas se han opuesto a esta medida. Para mantenerlas con vida han ofrecido, a través de la Federación de Santuarios de Animales, infraestructura, apoyo logístico y financiación ciudadana con el objetivo de “detener esta medida cruel e innecesaria”.

En cuanto al resto de las instalaciones, Fernando Fernández (PP), director general de Agricultura, detalló que las deficiencias que se habían podido constatar eran “leves”. “En ningún caso suponen infracciones graves. Se trata de aspectos que se pueden resolver”, indicó. Del mismo modo, en cuanto a la nave 7G —está cerrada en estos momentos—, apuntó a que se habían encontrado un total de 15 gallinas muertas. Según explicó, se trata de “una cantidad que no es relevante, pero sí que lo es el estado de descomposición en que se han encontrado los animales, cosa que constata que no se retiran diariamente, que es lo que marca la normativa”.

En lo que se refiere a las instalaciones, la nave 1 está destinada a las gallinas en suelo, las 2 y 5 a las de jaula, las 3, 6 y 7 a las camperas y la 4 es un centro de clasificación de huevos, según la documentación que se presentó al Govern en enero de 2024. La granja de Llucmajor recibió fondos europeos por valor de 381.777 euros a través del Programa de Desarrollo Rural de las Illes Balears (2014-2020) para la construcción y adquisición de equipos para la instalación de un centro de clasificación de huevos.

La macrogranja dispone de seis naves (siete si contamos el centro de clasificación de huevos) con una capacidad máxima autorizada de 135.696 gallinas y un estercolero de 4.835 metros cuadrados, según consta en el proyecto presentado ante el Govern. Entre ellas, 54.672 pueden estar alojadas en jaulas; 63.024 bajo la categoría de camperas y 18.000 en producción de aviario. La nave 7 se cerró tras las deficiencias detectadas por el Govern, que fueron calificadas de “graves” en la inspección técnica.

El Govern cerró una nave con deficiencias «graves», pero siguen en funcionamiento otras seis. La macrogranja tiene capacidad máxima de 135.696 gallinas


Las gallinas en jaula conviven hacinadas y amontonadas, lo que puede ser causa de estrés.

Un ambiente “hostil” para las gallinas

María González Sola, veterinaria colegiada en Euskadi, ha consultado las imágenes grabadas en las naves 2 y 5 destinadas a las gallinas en jaula. En un análisis aportado a este diario, la profesional desgrana diferentes aspectos relacionados con la salud de las aves. Respecto al plumaje, señala que hay “alopecia marcada, en zonas dorsales, cervicales y caudales”, así como presencia de plumas “con aspecto quebradizo y rizado, con desgaste, rotura y malformación”.

Según la veterinaria, que algunas gallinas estén más o menos desplumadas se debe a diferentes razones. En primer lugar, afirma que puede ser debido al roce contra otras aves, los barrotes y/o el suelo de las jaulas, consecuencia del hacinamiento. En segundo lugar, por el estrés como consecuencia del “ambiente hostil en el que son forzadas a vivir”. Entre las causas de esta ansiedad se cita el hacinamiento, el ruido y la luz artificial continua. En tercer lugar, el desplume es compatible con un “severo déficit nutricional debido a la puesta incesante, a la posible realización de mudas forzadas”. Una muda forzada, señala González, consiste en privar a las aves de agua, luz y comida durante una semana para “forzar, a quienes sobreviven, a otro periodo de puesta intensiva”. Finalmente, la profesional observa que las gallinas tienen infecciones en la piel o parasitarias. “Generalmente, este aspecto se debe a una combinación de todos los factores mencionados”, añade.


Las infecciones o parásitos en la piel, según la veterinaria consultada, son consecuencia del mal estado de la granja.

Por otro lado, la veterinaria hace un análisis sobre los insectos parásitos (posiblemente ácaros) que se aprecian sobre las gallinas más debilitadas. Estos parásitos, explica la profesional, “son causantes de anemia, ya que se alimentan de la sangre de éstas, de picazón e irritación de la piel con el consecuente estrés crónico”. Como consecuencia, esto debilita todavía más al animal “causando aún peor estado inmunitario, pérdida de peso y favoreciendo la proliferación y contagio de otras enfermedades víricas”. Entre ellas, se señalan enfermedades víricas (la enfermedad de Newcastle, por ejemplo), bacterianas (salmonella y E.coli) y parásitos internos, algunas de las cuales ya fueron apuntadas por otro veterinario en el primer reportaje publicado por este diario sobre la granja de Llucmajor.

Los parásitos de las gallinas son causantes de anemia, ya que se alimentan de la sangre de éstas, de picazón e irritación de la piel con el consecuente estrés crónico

María González Sola
Veterinaria

Asimismo, González afirma que la palidez de la cresta, barbilla, patas y piel es consecuencia de todas las razones esgrimidas anteriormente. Así, la profesional señala que algunas de las aves están enfermas, desnutridas, parasitadas en abundancia y sometidas a condiciones de posible maltrato animal debido a diferentes situaciones de estrés (el hacinamiento, la falta de luz, la exposición a infecciones y parasitaciones, así como condiciones higiénicas “deplorables”).

La veterinaria María González señala que algunas de las aves están enfermas, desnutridas, parasitadas en abundancia y sometidas a condiciones de posible maltrato animal debido (hacinamiento, falta de luz, exposición a infecciones y parasitaciones, etc.)

Según la profesional, algunas gallinas tienen “tonos amoratados” en las crestas, que son síntoma de cianosis, lo cual puede indicar una enfermedad respiratoria avanzada (bronquitis infecciosas, aspergilosis, falta de ventilación…), septicemia (infección generalizada) o por anemias en fases muy avanzadas. “Las crestas cianóticas y de gran tamaño son síntoma de un efecto hormonal avanzado que se produce cuando se da una muda forzada (o varias)”, asegura la profesional. “Al forzarlas a sufrir picos hormonales, las crestas pierden el tono vascular”, añade.

Por último, en cuanto a los huevos con cáscara rugosa, explica que su estado se puede deber a diferentes factores. Entre ellos, apunta a la desnutrición y/o a problemas en el aparato reproductor que afectan al oviducto (concretamente al útero donde se forma la cáscara, ya sea por falta de nutrientes como calcio, metionina o vitaminas). Además, indica que el estado de estos huevos también se puede ver en gallinas “con bronquitis infecciosa aviar”.


El desplume de las gallinas se puede deber al hacinamiento y déficit nutricional por la puesta incesante de huevos, según la veterinaria consultada.

La falta de higiene supone una infracción grave

El estado que presentaba el interior de las naves 2 y 5 (durante los días 22, 23, 25 y 27 de abril de este año), destinadas a gallinas en jaula, puede suponer el incumplimiento de algunas leyes del ordenamiento jurídico español.

En cuanto a la presencia de cadáveres de gallinas en diferentes estados de descomposición en el interior de la nave, podría suponer un incumplimiento del real decreto 3/2002, que establece las normas mínimas de protección de las gallinas ponedoras. En el punto cuatro del anexo uno se establece que “todos los locales, el equipo y los utensilios que estén en contacto con las gallinas deberán ser limpiados y desinfectados a fondo con regularidad y en cualquier caso cada vez que se practique un vacío sanitario y antes de la llegada de un nuevo lote de gallinas”. Este punto indica que todas las superficies e instalaciones “deberán mantenerse suficientemente limpias”. “Los excrementos deberán retirarse con la frecuencia que sea necesaria, y las gallinas muertas diariamente”, añade la norma.

Respecto a las condiciones higiénicas que presenta la macrogranja, el real decreto 637/2021, que establece las normas básicas de ordenación de las granjas avícolas, indica en su artículo 5 d) que las instalaciones y equipos “deberán mantenerse en buen estado de conservación y someterse a limpieza y desinfección periódicas”. “La disposición de las construcciones, instalaciones, utillaje y equipo posibilitará, en todo momento, la realización de una eficaz limpieza, desinfección, desinsectación y desratización”, añade la normativa. La ley 8/2003, de sanidad animal, señala como infracción grave en el punto 21 del artículo 84 “la falta de desinfección, desinsectación y cuantas medidas sanitarias se establezcan reglamentariamente, para explotaciones y medios de transporte de animales”.


Un cadáver de una gallina convive con otras vivas en la macrogranja de los horrores.

La versión del Govern

ElDiario.es se ha puesto en contacto con la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural, competente en la materia, a la cual se le ha preguntado si las imágenes publicadas este lunes coinciden con las deficiencias que detectaron los técnicos de Agricultura (así como los agentes del Seprona) en la inspección del 27 de mayo. Estas fuentes gubernamentales aseguran que “las imágenes pueden parecer similares, pero no lo son”.

“En todas las naves se detectaron deficiencias en las condiciones higiénicas, pero solo en la nave 7G eran suficientemente graves como para imponer medidas cautelares”, vuelve a explicar Agricultura. “En el resto de naves no se encontraron cadáveres de gallinas ni de roedores, ni restos que demuestren su presencia”. “La incoación del expediente sancionador, respecto a la infracción de higiene, se aplica a todas las naves”, afirman.

Estas mismas fuentes informan que, desde la apertura del expediente del 30 de mayo —cuando se explican las conclusiones de la inspección del 27 de mayo—, cada semana hay controles en la granja “para verificar que no hay deficiencias en la explotación, en cuanto a la higiene y el bienestar animal”. En un control del 6 de junio, los técnicos de la Conselleria d’Agricultura verificaron que las deficiencias de higiene detectadas el 27 de mayo se habían corregido. El 11 de junio, los técnicos hicieron una revisión documental de los planes de higiene, desinfección y desratización, presentados por la empresa propietaria. “No se detectó ninguna incidencia”, aseguran. Está prevista una nueva visita presencial el próximo 19 de junio.

Cabe señalar también, insisten las mismas fuentes, que la producción de huevos es “un indicador clave de la buena salud de las gallinas”. “En la granja hay una buena producción de huevos. No tienen ningún problema sanitario”, indican. Agricultura argumenta que todas las decisiones están basadas en los informes que elaboran los técnicos. Así, la Conselleria se reafirma en las decisiones adoptadas hasta el momento, respecto a la granja de Llucmajor, según explican a este diario. “En la inspección física del 27 de mayo se detectó que los rasgos que presentan las gallinas en jaula son característicos de gallinas en jaula”, concluyen. Cabe recordar que las imágenes publicadas este lunes fueron grabadas los días 22, 23, 25 y 27 de abril.

La empresa defendió que “cumple” la legalidad

Este diario se ha puesto en contacto con Avícola Son Perot S.A. con el fin de contrastar las nuevas informaciones que se iban a publicar y su respuesta, tras ver las imágenes, ha sido: “Sin comentarios. Gracias”. Tras la publicación de los primeros reportajes, Avícola Son Perot (la sociedad que explota la granja, cuyos huevos se comercializan bajo la marca Avícola Ballester), a través de un portavoz, propuso una visita a la granja para que este diario comprobara in situ que “cumplen la ley”. Al principio, la empresa solo quería mostrar las condiciones de la nave 1, destinada a las gallinas en suelo. Sin embargo, las imágenes publicadas por este diario señalaban las naves de las gallinas camperas, especialmente, la 6 y la 7.

Durante el recorrido, Gorka Moreno, director general de Avícola Son Perot, defendió que la macrogranja cumple con la legislación vigente, en cuanto al mantenimiento de las gallinas ponedoras, así como de sus condiciones de alojamiento y bienestar. “Esta es la vida de una granja avícola habitual”, insistió. Finalmente, la empresa accedió a enseñar las naves 6 y 7. En el interior de ellas, las gallinas se encontraban visiblemente hacinadas. Sin embargo, Moreno insistió en que la granja cumple con la legislación vigente en lo que se refiere a las gallinas camperas.

Finalmente, responsables de Avícola Son Perot mostraron la nave 2, una de las destinadas a las gallinas en jaula. Estas imágenes, hasta la publicación de esta noticia, no habían salido a la luz. En atención a su política, la empresa pidió no sacar ninguna imagen de las jaulas. “No es porque estén mal atendidas, sino porque es una práctica que estamos quitando. Estamos apostando por suelo y por camperas”, aclararon.

En una primera versión, portavoces de la granja afirmaron a este diario, antes de la publicación de la primera noticia, que las imágenes que tenía este diario de las naves 3, 6 y 7 no se correspondían a sus instalaciones, y que la información era falsa. Tras la publicación de la investigación, la empresa dejó de decir que no eran sus instalaciones y cambió el discurso: las imágenes eran “producto de una manipulación” de las entidades de protección medioambiental y animal.