martes, abril 29 2025

La inflación se modera una décima al 2,2% en abril por la caída de los precios energéticos

El IPC marca un mínimo desde octubre de 2024 por el abaratamiento del gas, la luz y la gasolina

La economía mantiene el vigor y crece un 0,6% en el primer trimestre gracias a la fortaleza del consumo

Tras la mayor caída de la inflación en dos años en marzo, por las fuertes lluvias que abarataron la factura de la luz, la inflación se modera otra décima en abril al 2,2% de nuevo por la caída de los precios energéticos.

En este cálculo interanual (respecto al mismo mes del año pasado), el IPC (Índice de Precios de Consumo) marca un mínimo desde octubre de 2024 por el abaratamiento del gas, la luz y la gasolina, según los datos avanzados por el INE.

La inflación subyacente, que mide las subidas de precios sin tener en cuenta ni la energía ni los alimentos, repuntó cuatro décimas al 2,4%, también en el cálculo interanual. En marzo, estableció un mínimo no visto desde 2021 al moderarse al 2%.

Esta inflación subyacente da una visión más estable de la evolución de los precios porque la electricidad, los carburantes o los alimentos son los productos más volátiles de la cesta de la compra del INE. Estadística publicará los datos definitivos del IPC de abril el próximo 14 de mayo, cuando se conocerá el comportamiento de los precios de “los alimentos y bebidas” de este mes que termina.

La inflación en los supermercados y fruterías, carnicerías o pescaderías repuntó tres décimas desde el 1,8% de febrero, al 2,1% en marzo. Pero el mes pasado siguió reduciéndose el precio del aceite de oliva, que acumula una caída del 37,9% en el último año.

El ‘oro’ líquido llegó a triplicar su precio desde 2021 a abril de 2024. Este alivio para los ‘bolsillos’ de las familias cuando van al supermercado o a las tiendas es una de las mejores noticias económicas del arranque de 2025.

La inflación general acumula desde 2021 un ascenso de cerca del 20%. Es decir, la vida en abril es un 2,2% más cara que hace un año y un 20% más cara que hace cuatro años. De esta manera, se entiende mejor el daño al ‘bolsillo’ de las familias de esta crisis de inflación ‘pegajosa’, en la que la mayor pérdida de poder adquisitivo se sufrió en 2022.