La línea 24 registra un aumento del 32 % en los pasajes turísticos en solo un año y parte del vecindario se queja de que ahora asume la masificación que antes recibía el autobús de barrio 116
Barcelona elimina una línea de bus de Google Maps para evitar su masificación turística: “Nos reímos pero es efectivo”
Una multitud de turistas espera en una de las paradas de autobús de la Plaza de Catalunya, en Barcelona. Aunque son varias las líneas que pasan por este punto, la mayoría aguarda para subir al 24, el único que sale de allí y llega hasta el Park Güell.
Cuando se cumple un año de la insólita retirada de Google Maps de un autobús de barrio, el 116 que pasa por el Park Güell, para evitar su masificación turística, algunos vecinos se quejan de que esa presión se ha trasladado a otras líneas, como el 24. Desde Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) reconocen que en ese otro bus las validaciones de billetes turísticos han crecido un 32%, aunque descartan que se haya producido un trasvase de pasajeros.
Kristian Baykov, un joven de 17 años, y su familia, acaban de subir al 24 en Plaza de Catalunya. Son de Bulgaria y han venido a pasar una semana de vacaciones en Barcelona. “Madre mía, está llenísimo, qué agobio”, comenta el chico. “Pero creo que es la forma más cómoda de llegar al Park Güell”, admite.
La línea avanza por Paseo de Gracia, Gran de Gràcia y hasta la plaza de Lesseps. Noah Gil, estudiante barcelonés, coge el bus a diario para acudir a la universidad, pero reconoce que a veces se ve obligado a quedarse en la acera. “Muchas veces no he podido subir porque cuando hay tantos turistas ni siquiera abren las puertas”, se lamenta.
El recorrido continúa por la calle Travessera de Dalt y se adentra al barrio de La Salut, donde se encuentra la entrada principal al Park Güell. A través del interfono, el conductor advierte sobre la presencia de carteristas en el autobús.
“Es lo de siempre, con tantos turistas en el transporte, hay muchos ladrones”, comenta Fiorella Segovia, vecina del barrio de La Salut y usuaria habitual. “Por la mañana ya va lleno. A veces llego tarde porque, con tanta gente, no puedo subir al bus”, admite. “Tendrían que poner más frecuencias porque la gente del barrio no lo podemos coger”, añade Anna Navarro, también vecina del barrio.
“Hemos subido a este bus porque era la única opción que nos aparecía en Google Maps para ir al Park Güell desde esta calle”, comentan Verónica Estrada y Rebeca Carrillo, dos amigas de Texas (Estados Unidos), que se acaban de montar en Travessera de Dalt.
Pasajeros subiendo al autobús 24 en la parada de Plaça Lesseps
Antes, en Google Maps también aparecía el 116, un pequeño autobús del barrio de La Salut, que tiene una capacidad de 33 pasajeros. Sin embargo, hace un año, el Ayuntamiento logró que Google Maps y otras aplicaciones lo eliminaran de sus mapas. Esta medida, inédita hasta la fecha, logró rebajar la carga turística de sus vehículos y recuperar su función vecinal.
“Pero ahora ha aumentado el número de turistas que colapsan la línea 24”, denuncia una de las pasajeras de esta otra línea, Fiorella Segovia. Otros vecinos sostienen que el bus 24 siempre ha ido lleno, ya que conecta la Plaça de Catalunya con el emblemático parque, uniendo dos puntos turísticos de la ciudad.
Según cifras proporcionadas por la empresa TMB, el aumento de pasaje turístico para el 24 es muy significativo. De 2023 a 2024, ha registrado un aumento del 32% de validaciones del título “Hola BCN” (el abono pensado para visitantes), mientras que el 116 ha registrado una caída del 86% de ese mismo billete.
Carles Pedret, conductor del autobús, afirma que la línea 24 “siempre ha sido un caos”, pero reconoce que TMB ha adoptado medidas. “En época álgida de turismo ponemos buses cada cinco minutos”, afirma. “El problema es que cada vez hay más turistas en la ciudad y es muy difícil gestionarlo”, añade.
Javier Fernández, jefe de la línea 24, reconoce que “gestionar bien la masificación turística es muy difícil”. “Intentamos destinar todos los recursos necesarios; esta línea es una de las mejor gestionadas”, asegura. Según explica, el objetivo es “equilibrar la comodidad de los vecinos con un buen servicio para los turistas”. Además, asegura que desde la retirada de la línea 116 de Google Maps, no han recibido quejas por parte de las asociaciones vecinales.
Fernández destaca que la línea 24 tiene una demanda muy variable según la hora del día y la época del año. Para adaptarse a estos cambios, TMB ajusta la flota de autobuses en función de los picos de afluencia, con una frecuencia media de entre 6 y 7 minutos, que en horas punta puede reducirse a 5 minutos en determinadas fechas.
“No podemos reducir más la frecuencia. En una ciudad como Barcelona, con un tráfico intenso, bajar de un intervalo de 5 minutos no es viable, tanto por la operatividad del servicio como por la salud de nuestros conductores”, afirma.
Asimismo, señala que es importante diferenciar el tipo de vehículos que operaban en la línea 116 y los que actualmente prestan servicio en la 24. Mientras que los primeros eran autobuses de pequeño tamaño pensados para recorridos de barrio, la línea 24 dispone de autobuses estándar con mayor capacidad, lo que permite absorber sin dificultades un posible trasvase de pasajeros.
Pasajeros de pie dentro del autobús 24
El conductor Carles Pedret reconoce que la línea 24 es una de las menos deseadas por los chóferes: “Ninguno quiere que le toque porque es muy agobiante”. “Al final, también es duro para nosotros cerrarle la puerta a la gente del barrio”, se lamenta.
Subiendo por la carretera del Carmel, ya casi a punto de llegar al Park Güell, aparece otro autobús de frente, también repleto de pasajeros. Es el V19, que va desde el barrio de la Barceloneta hasta el Park Güell.
“Con la línea V19 tenemos el mismo problema, siempre va lleno”, explica Veronica Masseguin, vecina del barrio de La Salut. “Nos sentimos abandonados aquí arriba”, afirma Masseguin. “Piensan más en los turistas que en nosotros. Se debería regular de alguna manera o poner un bus especial que los lleve al parque y no moleste a los vecinos”, añade. “Es cierto que tenemos el bus del barrio, el 116, pero este no me lleva hasta el centro de la ciudad, donde trabajo”.
Esta línea, la V19, transportó en 2024 a más de 6 millones de personas, un 10% más que durante el año 2023. Y registra una media de más de 19.000 validaciones en días laborables, 14.000 validaciones los sábados y 12.000 en festivos. Para evitar su saturación, la empresa pública TMB ha reforzado dos tramos del trazado durante los fines de semana con cuatro nuevos vehículos, para mejorar el servicio en los alrededores del Park Güell y la zona marítima.
La presidenta de TMB, Laia Bonet, defendía que esta medida servirá “para mejorar la movilidad en torno al Park Güell, uno de los espacios más concurridos de la ciudad”, así como para “regular la demanda” que se genera entre la zona del Passeig de Sant Joan y el frente litoral.
“Es nuestra aventura de cada día y estamos hartos”, concluye Óscar Martínez, también residente del barrio. “Para la gente mayor del barrio, la situación es aún más difícil. Les agobia mucho más la multitud de gente dentro del autobús”, explica Cesca Sánchez, de la Asociación de Vecinos de Park Güell, La Salut y Sanllehy.