Desde flores que darán vida y color a tu jardín, hasta hortalizas que llenarán tu despensa de algunos ingredientes caseros. Diego Olivares, ingeniero agrícola y experto en jardinería, nos explica qué podemos sembrar en casa durante los primeros meses del año
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Con el año nuevo, los amantes de las plantas estamos ya deseosos de hacer jardinería en nuestros balcones y terrazas, aunque sabemos que debemos de ser pacientes para probar con algunas plantas que nos gustan y que todavía no están preparadas para comenzar con su ciclo en exterior.
Estos primeros meses del año ofrecen algunas posibilidades para ir abriendo boca, por ejemplo, realizando algunas siembras que nos darán alegrías si somos un poco pacientes.
Aquí tienes una guía de enero a marzo para que sepas exactamente qué cultivar en esta época. Desde flores que darán vida y color a tu balcón, hasta hortalizas que enriquecerán tus comidas con ingredientes caseros. Coge tu cuaderno de notas, tus herramientas de jardinería y un café calentito, que vamos a planificar juntos cómo dar el mejor arranque a tu jardín de balcón este año.
¿Qué puedes sembrar en tu balcón o terraza?
Espinacas
La espinaca es una planta que prospera tanto en semisombra como en pleno sol, especialmente en climas donde no hace demasiado frío. Su crecimiento es rápido, lo que te permitirá cosechar en apenas seis a ocho semanas. Es importante mantener un riego constante, sobre todo al principio, ya que no tolera bien la sequía pudiéndose secar las hojas. Es ideal para cultivarla en pequeñas jardineras ya que alcanza una altura de 20 a 30 cm y se puede sembrar con una densidad alta, dejando solo 5 a 10 cm entre cada planta.
Habas
Este cultivo resistente al frío prefiere pleno sol y crece a un buen ritmo una vez se establece, produciendo frutos de 12 a 16 semanas. Las habas no son muy delicadas con la falta de agua, pero necesitan riegos regulares para desarrollarse correctamente. La altura dependerá de donde la ubiques (puede variar entre 50 y 100 cm), y es mejor sembrarlas con baja densidad, dejando entre 20 y 30 cm entre cada planta. Hazlo en una maceta de unos 15 o 20 litros, ya que las semillas tienen una capacidad increíble para buscarse la vida, mucho mejor que las semillas de pequeño tamaño como las espinacas.
Ajos
Se desarrollan mejor en pleno sol y son una excelente opción para siembras de invierno. Puedes utilizar un diente para producir una cabeza de ajos entera, sembrando directamente en el interior de una maceta mediana o grande (a partir de 15 litros) con la parte más gruesa hacia abajo. Fíjate bien ya que el otro extremo será por donde saldrá la hoja. Si tienes dudas puedes sembrarla tumbada. Aunque su crecimiento es lento (tardan entre cinco y seis meses en estar listos), tienen una alta tolerancia a la sequía y requieren poco riego. Pueden crecer hasta los 30 o 60 cm de altura y deben sembrarse dejando 10 a 15 cm entre dientes si las plantas en el suelo en un jardín o en un huerto urbano.
Puerros
Ideales para pleno sol, los puerros tienen un crecimiento lento y tardan entre seis y siete meses en estar listos desde que los siembras para ser cosechados. Lo mejor es que lo hagas en pequeños semilleros y que los pases a su ubicación final una vez los tallitos tienen entre 7-10 cm de altura. No soportan suelos muy secos así que no te olvides de regar si no llueve. Pueden alcanzar entre 30 y 50 cm de altura y si los plantas en huerto urbano o en suelo, puedes hacerlo de 15 a 20 cm entre plantas.
Escarolas
Las escarolas se adaptan tanto al pleno sol como a la semisombra, así que son una buena opción para balcones sin sol directo. Crecen rápido y están listas para la cosecha en un par de meses. Alcanzan alturas de 20 a 40 cm y debes dejar un espacio de 20 cm entre cada planta.
Aunque es un clásico ornamental mediterráneo que solemos comprar ya crecido, puedes lanzarte al cultivo de lavanda en semilleros.
Lavanda
Aunque es un clásico ornamental mediterráneo que solemos comprar ya crecido, puedes lanzarte a su cultivo en semilleros protegidos del frío o esperar a los meses de primavera para ubicarlos en su lugar definitivo. Debes sembrar las semillas en pequeñas macetas (de tres en tres, por ejemplo) y quedarte con la plantita que más prospere. Una vez se haga grande recuerda ubicarla a pleno sol y tierra con buen drenaje. Su tolerancia a la sequía la convierte en una planta de bajo mantenimiento ideal para climas cálidos.
Limonium
Esta planta con flores ‘de papel’ es perfecta para suelos pobres y, además, prospera bien en semilleros protegidos durante el invierno. Sus flores pequeñas y duraderas en tonos malva, blanco o rosado son ideales para arreglos florales de estilo preservado ya que sus flores son capaces de permanecer bonitas durante años. Punto extra para plantarla. Crece hasta 50 cm de altura y requiere una separación de 30 a 40 cm entre plantas.
Clavelina (Dianthus chinensis)
La clavelina, conocida por su resistencia y sus flores, es una planta ornamental perfecta para borduras y macizos florales. Crece bien tanto en pleno sol como en semisombra, lo que la hace versátil para diferentes ubicaciones. Siembra en semilleros desde finales de enero para asegurar un crecimiento óptimo antes de trasplantar en primavera. Puede alcanzar entre 15 y 30 cm de altura, y necesita un espacio de al menos 25 cm entre plantas para mantener su buen aspecto, floración incluida.
Caléndula (Calendula officinalis)
La caléndula puede sembrarse directamente durante estos meses frescos. Sus flores naranjas y amarillas atraen polinizadores y son comestibles. Crecen rápido, alcanzando entre 30 y 50 cm de altura. Es recomendable sembrarlas con una separación de 20 a 25 cm entre plantas.
Pensamientos (Viola tricolor)
Los pensamientos son ideales para dar color desde finales del invierno con sus flores en tonos vivos. Prefieren semisombra, suelos bien drenados y alcanzan una altura de 15 a 20 cm, requiriendo una separación de 20 a 25 cm entre plantas. Son perfectos para sembrar desde ya y directamente en macetas, jardineras o bordes ya que su floración se mantiene durante meses.
Consejos para invierno:
Protección contra heladas: para poder hacer estas siembras es fundamental proteger los cultivos jóvenes de las temperaturas extremas utilizando semilleros o ubicándose en zonas menos expuestas. Estas medidas ayudarán a evitar daños en las plantas durante las noches más frías y garantizarán un crecimiento constante hasta la primavera.
Suelo bien drenado: para prevenir problemas de pudrición en estos meses menos húmedos, asegúrate de trabajar bien el suelo y mejorar el drenaje en áreas propensas a acumular agua. Puedes añadir arena o materia orgánica para facilitar la filtración del sustrato y asegurar un ambiente óptimo para las raíces.
Siembra escalonada: planifica tus siembras en intervalos de dos semanas para lograr una producción constante a lo largo de la temporada. Esto te permitirá no ir agobiado y cosechar las plantas comestibles gradualmente, aprovechando al máximo el espacio disponible en tu balcón.