jueves, agosto 7 2025

Una mujer denuncia que un repartidor de Amazon se masturbó en su habitación y volvió dos días después con otra entrega a su casa en Catalunya

Los hechos tuvieron lugar en la Costa Brava a mediados de julio. La mujer, británica de 72 años, los denunció a la Policía española y habló en exclusiva con el periódico The Guardian sobre lo ocurrido

Una clienta de Amazon que se quejó a la plataforma de venta online de que un repartidor entró en su casa y se masturbó en su habitación exige saber cómo la empresa permitió al hombre regresar a su casa dos días después.

La mujer es una trabajadora social británica jubilada de 72 años que reside en España y Nueva Zelanda y había pedido un repelente de mosquitos en Amazon Marketplace. Jane (nombre falso para proteger su identidad) ha afirmado: “No volveré a usar Amazon. Quiero que la gente sepa que no es seguro”.

La policía española ha tomado una muestra de semen, presuntamente dejada por el repartidor, como parte de la investigación en curso sobre el incidente. Amazon afirmó que el repartidor no era uno de sus empleados, sino un contratista de uno de sus vendedores locales.

El repartidor, un hombre alto de unos veinte años, llegó con el paquete a casa de Jane, en un pueblo de la Costa Brava, alrededor de las 17:00 horas locales del 15 de julio pasado. La mujer le abrió la puerta de su casa desde un videoportero y le pidió que esperara.

Tras ir al baño, Jane contó que encontró al hombre en su habitación con la mano metida en los pantalones cortos que llevaba puestos. Había entrado en la vivienda, atravesado la cocina y subido las escaleras hasta la habitación de Jane, según ella. “Me quedé atónita”, declaró a The Guardian. “Se estaba masturbando (…) tenía los pantalones cortos mojados”.

“Ahora mismo se me ocurren muchas cosas que debería haberle dicho, pero me quedé tan sorprendida que le dije que saliera inmediatamente y lo seguí”, dijo la mujer al periódico.

“Es un comportamiento amenazante”

Una vez fuera de la vivienda, el repartidor le pidió a Jane los datos para registrar el paquete en un dispositivo electrónico. Le costó introducir los datos correctamente, lo que provocó que su colega mayor, que estaba esperando en una camioneta, se acercara a la puerta para preguntar por el retraso. “Le dije: ‘Tu colega ha hecho algo muy malo’. Mi conocimiento del español no me permitía usar la palabra masturbación”.

El conductor, de edad avanzada, comentó que hubo un problema al registrar el paquete antes de arrebatárselo a Jane. Ambos hombres abandonaron la propiedad. Ella logró fotografiar la furgoneta y su matrícula antes de que se marchara. Posteriormente, denunció el incidente a la Policía y a una línea de ayuda de Amazon. El operador se disculpó por las molestias. Jane añadió: “Le dije: ‘Esto es un asunto policial, no una molestia. Es un comportamiento amenazante por parte de uno de sus mensajeros’”.

La ira de Jane hacia la empresa aumentó cuando dos días después, los mismos dos mensajeros se presentaron en su puerta para entregar otro paquete de Amazon. “Me sentí muy vulnerable, sobre todo cuando volvió otra vez”, declaró.

Jane dijo que se dirigió al hombre mayor diciéndole: “‘Tu colega se masturbó en mi casa’ [para entonces ya conocía la palabra] y lo he denunciado a la Policía”. Él lo negó. Dijo que tenía los pantalones cortos mojados después de derramar una bebida. Antes de irse, el hombre mayor la amenazó con denunciarla a su vez por haber acusado a su colega.

En la segunda visita, el timbre con video grabó una imagen del presunto intruso, que ella pasó a la Policía.

The Guardian ha tenido acceso a un informe de la Policía española sobre el incidente, que confirma que se ha iniciado una investigación sobre la denuncia de Jane respecto a una persona que entró en su casa sin su consentimiento y se masturbó delante de ella.

Denuncia policial y quejas a la empresa

Jane ha intercambiado correos electrónicos con Amazon desde el incidente. En un mensaje inicial a la dirección de atención al cliente de la empresa [email protected] (en referencia a su director ejecutivo, Jeff Bezos), escribió: “Amazon debería tomar medidas inmediatas para proteger a sus clientes en un caso como este. El personal de su línea de ayuda no estaba en absoluto capacitado para gestionar una situación de abuso sexual como esta”.

“No me imagino a Jeff [Bezos] leyendo quejas en su luna de miel. No parece haber un sistema de quejas adecuado. Parece que no se ha intentado abordar lo que fue un grave allanamiento de morada y violencia sexual contra mí”, lamentó la mujer en declaraciones a The Guardian. “Ya que están ganando millones con esto, deberían dedicar una buena parte de ese dinero a garantizar la seguridad de los clientes en sus hogares”.

En otro mensaje a Amazon, Jane escribió: “No puedo arriesgarme a volver a utilizar Amazon cuando el mismo mensajero puede realizar la entrega y cuando muestran tal desprecio por la seguridad y el bienestar de los clientes”.

En una de las respuestas que Jane recibió de Amazon España el 18 de julio, la empresa admitió que el incidente era “extremadamente preocupante”, pero señaló que el servicio de entrega y el personal no eran empleados de Amazon ni estaban contratados directamente por Amazon. En ese email, instó a Jane a contactar con el vendedor y manifestó su apoyo a su decisión de denunciar el incidente a la Policía.

En un comunicado, la empresa señaló: “En Amazon, nos tomamos muy en serio la seguridad y la protección de nuestros clientes y de las comunidades a las que servimos. Este servicio fue prestado por una empresa de transporte comercial. Seguiremos investigando y esclareciendo los hechos y cooperaremos con quienes necesiten nuestra colaboración”.