El archipiélago ya contaba en la pasada legislatura con un diagnóstico integral del modelo balear avalado por decenas de científicos y reconocidos asesores externos. Economistas califican el Pacto por la Sostenibilidad de Prohens de «maniobra» para «calmar el actual malestar social»
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En medio del creciente debate sobre los efectos de la masificación turística en Balears –con la carestía de vivienda y la degradación del territorio como principales síntomas– y la necesidad de repensar un modelo económico históricamente dependiente del turismo, el Govern del PP está sacando pecho en torno a su Pacto por la Sostenibilidad. El archipiélago, sin embargo, ya tenía tenía trazado en 2019 un diagnóstico integral del modelo balear avalado por decenas de científicos de las islas y que, con el visto bueno de reconocidos asesores externos, propuso reformas estructurales de calado. Aquel documento, que contó con la participación de más de 400 personas, fue, además, refrendado por el Consejo Económico y Social (CES) en Bruselas.
El pasado lunes, la presidenta del Govern balear, la popular Marga Prohens, hacía entrega al rey Felipe de las ‘Bases de la Agenda de Transición’, que recoge las propuestas surgidas de la primera fase del Pacto por la Sostenibilidad impulsado por el Ejecutivo del PP y que, en una segunda fase, serán analizadas y debatidas en cinco grupos de trabajo. El documento contiene, en concreto, 59 objetivos estratégicos, 65 objetivos y 528 aportaciones ciudadanas dirigidos a transitar, en palabras de la líder autonómica, hacia la “sostenibilidad económica, social y ambiental” de Balears. En declaraciones a los medios tras reunirse con el monarca en Palma, Prohens aludía a “esta manera pionera que tenemos de trabajar y de pensar más allá de una legislatura” y aseguraba que este “proceso de transformación” es “único en toda España y pionero en el resto de regiones europeas”.
La iniciativa, sin embargo, se presenta seis años después de que más de 60 científicos (biólogos, físicos, economistas, juristas, ingenieros, especialistas en inteligencia artificial y geógrafos, entre otros) de la Universitat de les Illes Balears (UIB) ya pusieran sobre la mesa, a través de su ‘Estudio sobre la Prospectiva Económica, Social y Medioambiental de las Sociedades de Balears en el Horizonte 2030 (H2030)’, los retos a los que se enfrentan las islas a nivel económico, laboral, social y medioambiental y sentaran las bases para afrontarlos. Para ello, contaron con la experiencia analítica de la Fundación Folch, de Barcelona, y con las recomendaciones y la supervisión de ocho “sabios”, entre los que se encuentran el actual presidente del CES en España, Antón Costas, el catedrático de Economía Emilio Ontiveros o el doctor en Ciencias Físicas Enric Banda.
Entidades y partidos abandonan el Pacto
Mientras el Govern de Prohens asegura que Balears “continúa adelante de forma pionera” con su Pacto por la Sostenibilidad –con la puesta en marcha de 12 mesas de trabajo y la participación de más de cien entidades– para abordar la necesidad de cambiar el rumbo del actual modelo turístico, desde distintos ámbitos se recrimina la ausencia de una metodología “participativa, rigurosa y transparente”, motivo, entre otros, por el que colectivos como el GOB, la Federació d’Associacions de Veïns de Palma o el Fòrum de la Societat Civil y partidos como el PSIB–PSOE y Més per Mallorca han ido abandonado el Pacto de forma progresiva. Asimismo, lamentan que las mesas trabajen “desde cero” teniendo en cuenta el teniendo en cuenta que buena parte de los objetivos marcados –como la diversificación económica, el cambio climático, la precarización laboral o la masificación turística— ya aparecían recogidos en el estudio elaborado por el CES y la UIB a petición del anterior Govern, presidido entonces por Francina Armengol.
“Estamos hablando de un proceso que duró más de un año con el objetivo de obtener una visión general de archipiélago, pero también por islas”, subraya, en declaraciones a elDiario.es, el entonces secretario general del CES en Balears, Josep Valero, quien en ese momento ya tenía claro que un cambio de modelo era imprescindible para el futuro de Balears. El economista recuerda que se llevaron a cabo cuatro foros insulares en los que se aportaron propuestas sobre las especificades de cada una de las islas y señala, en este sentido, cómo en el foro de Eivissa ya se les advirtió “muy especialmente sobre el problema del agua”. La intención, explica, pasaba por llevar a cabo una planificación estratégica de hacia dónde debía caminar el archipiélago “marcando prioridades, calendarios y mecanismos de financiación”.
Tras el análisis de las propuestas, la ejecución de las mismas debía llevarse a cabo en base a esa planificación estratégica. “Era un proceso de cogobernanza que implicaba una participación estructurada, continua y participativa”, aclara Valero, quien expresa la sorpresa que le supuso la puesta en marcha del actual Pacto de Sostenibilidad y de sus diferentes mesas cuando, en realidad, “ya estaba todo diagnosticado”. Recrimina, además, el “batiburrillo” de entidades incluidas “en el mismo saco”, como el Forum de la Sociedad Civil, asociación que engloba a 27 entidades, cuya Junta cuenta con unos 300 miembros y con más de 30.000 asociados, “con una asociación de alquiler de coches”. “Y todo ello en unas sesiones en las que no hay actas y en las que todo se envía hacia una supuesta comisión de expertos”, abunda.
Al frente de la misma se encuentra Antoni Riera, director técnico de la Fundación Impulsa Balears y catedrático de Economía aplicada de la UIB. Consultado por este medio, Riera explica que para la elaboración de las ‘Bases de la Agenda de Transición’ han partido de análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) por áreas y subáreas realizados por los 12 grupos de “reflexión–acción” que componen el Pacto por la Sostenibilidad, integrando, asegura, todos los informes y documentos aportados por los participantes. Entre ellos se encuentra, señala, el estudio ‘H2030’, que continúa siendo “una referencia valiosa dentro del conjunto de aportaciones recibidas”.
Las “mesas fantasmagóricas” de Prohens
Por su parte, Carles Manera, catedrático de Historia e Instituciones Económicas, exconseller de Economía y presidente del CES cuando éste llevó a cabo el informe ‘H2030’ –que coordinó junto a Valero y el también economista Ferran Navinés–, pone en valor el trabajo realizado para sacar adelante este documento, que se concretó en más de 140 propuestas de actuación en terrenos como el turístico, el agrario, el industrial y el tecnológico. “Fue un estudio ampliamente consensuado y único a nivel regional. El presidente del CES de Bruselas informó de que tampoco existía un documento parecido en el resto de regiones europeas”, destaca.
En este sentido, Manera lamenta que, tratándose de un documento estratégico que “va más allá de una coyuntura determinada” para hacer frente a los desafíos de Balears, “duerma el sueño de los justos” y que no haya sido implementado, revisado o asumido. No en vano, el economista, en la actualidad consejero del Banco de España, hace hincapié en los nuevos campos de análisis que incorporó el equipo técnico del CES –demografía; perspectivas y calidad de la ocupación; cambio climático; economía del conocimiento; sectores industriales y clústeres empresariales; infraestructuras y capacidad de carga de los territorios; educación; nuevas tecnologías, y bienestar social–, con un vector transversal a todos ellos: la importancia del turismo de masas para las economías de las islas.
Envejecimiento y expansión demográfica
Entre sus conclusiones principales, el estudio ‘H2030’ revela que Balears registrará un incremento de 58.000 personas (46,4%) en la población mayor de 70 años, casi el doble de lo que registrará España. Asimismo, el informe apunta a que la esperanza de vida pasará de los 82,9 a los 84,8, lo que supondrá multiplicar por dos la población dependiente, que pasará de las 20.103 personas que había en 2018 a las 40.209 en 2030. En esta línea, el documento lanza un dato clave: Balears continuará siendo la Comunidad Autónoma con el crecimiento demográfico más importante (+18,6%), seguida de Canarias (+14,8%) y Madrid (+10,9%), apuntando a una relevante congestión demográfica y a una presión humana “en aumento” sobre todo en determinados días de verano.
“La población es el principal elemento que condiciona todo lo demás: si esta crece, implica más necesidades, más retos y más actuaciones por parte de las administraciones públicas”, subrayaba entonces Manera, que añadía que “este problema inferirá en la necesidad de una mayor oferta de vivienda pública”, toda vez que vaticinaba, ante “una ausencia de oferta”, un mayor encarecimiento de los precios de alquiler y, con ello, “un riesgo de incremento de la desigualdad”, como está sucediendo en Balears. El estudio apunta, asimismo, a que el progresivo aumento del envejecimiento de la población disparará el gasto de las familias en salud (+17,6%) frente al destinado a la educación (–11%).
Manera subraya que, para sacar adelante un trabajo como ‘H2030’, se necesita de “todo un proceso” y del “ingente esfuerzo de muchas personas” volcadas en aglutinar ideas y argumentos así como en diseñar propuestas antes de llegar a los consensos necesarios. De lo contrario, como augura en el caso de las “mesas fantasmagóricas” del Pacto por la Sostenibilidad del PP, “el trabajo resultante será muy cosmético y muy poco enraizado con la realidad”.
Una metodología “al revés”
Unas consideraciones que también comparte el catedrático y doctor en Economia Aleix Calveras, quien sostiene que es el Govern el que debería haber lanzado una propuesta “general, global, coherente, abierta y con matices” que después fuese sometida a un debate democrático con la participación de los agentes sociales. “Lo han hecho al revés, sin nada encima de la mesa”, lamenta Calveras, quien se muestra especialmente crítico con la designación de Antoni Riera al frente del comité técnico del Pacto, un perfil, en su opinión, más alejado de quienes apuestan por poner límites claros a la masificación o abordar un incremento de la fiscalidad para compensar las externalidades negativas del turismo.
El economista, quien estuvo presente en una de las doce mesas de trabajo –la de Competitividad Turística y Demanda Turística Sostenible– califica así de “cuestionable” el diseño inicial de las mesas, que considera más bien dirigido a calmar el malestar social existente ante la masificación turística, la escalada de precios en materia de vivienda y la especulación inmobiliaria. “Llevamos meses en los que nadie sabe nada. Quizás sea una maniobra de distracción a no ser que se produzca un cambio final, porque, hasta el momento, las políticas que ha adoptado el Govern en términos de urbanismo y alquiler turístico no se han basado en absoluto en este documento salido del Pacto”, sentencia.
Mientras tanto, fuentes del Govern defienden la metodología implantada por el Ejecutivo de Prohens, con la que, subrayan, quieren “hacer partícipe a todo el mundo”, incorporando sus propuestas para que, en una segunda fase como la que prevé iniciarse, éstas sean sometidas al asesoramiento experto. Las mismas fuentes señalan que, por el contrario, los libros blancos e informes de recomendaciones sobre diversificación económica y cambio de modelo realizados hasta el momento han sido efectuados por “por expertos desde de arriba a abajo”. “Nosotros lo hacemos al revés: las entidades elaboran su informe para después pasarlo a la administración. Al final es un proceso participativo que no ha tenido lugar en otras ocasiones”, alegan.
El objetivo pasa, inciden, por “buscar los puntos en común y los consensos e ir recogiendo las aportaciones de todo el mundo. Es una dinámica bastante novedosa que en Balears nunca se había implantado”.