sábado, julio 19 2025

Roberto Saviano: “No se puede hacer justicia cuando una condena tarda 16 años en llegar”

El escritor y periodista dice que no encuentra «consuelo» en la sentencia contra dos mafiosos por las amenazas recibidas después de haber vivido en «el limbo» durante casi dos décadas

Roberto Saviano logra la condena de los mafiosos que lo amenazaron de muerte en sus inicios y rompe a llorar en el juicio

Este lunes, el escritor y periodista Roberto Saviano se echó a llorar al conocer la sentencia que le daba la razón tras 16 años de batalla judicial y una vida limitada por las amenazas de la mafia y el desinterés de las autoridades italianas por protegerle. La emoción del pasado y el presente era visible.

El Tribunal de Apelación de Roma confirmó la condena a un año y medio de prisión al exjefe del clan de los Casaleses, Francesco Bidognetti, y de un año y dos meses para su abogado, Michele Santonastaso, por las amenazas en 2008 contra Saviano y la periodista Rosaria Capacchione.

Pese a los riesgos, el premiado autor de Gomorra, Los valientes están solos y CeroCeroCero, nunca ha dejado de escribir, ha permanecido en Italia y es una de las grandes voces críticas en la vida pública. Acaba de publicar en Italia L’amore mio non muore sobre una víctima de la mafia calabresa.

Unas horas después de la sentencia, todavía tocado por las emociones de los últimos días, Saviano contesta a preguntas de elDiario.es por escrito.

¿Cómo está ahora que ha tenido unas horas más para procesar la sentencia?

Destruido. La certeza de haber vivido los últimos 20 años en una especie de limbo, suspendido entre una vida protegida y una muerte prometida, sin encontrar salida, no encuentra consuelo en la condena de Francesco Bidognetti y su exabogado.

¿Siente que se ha hecho justicia?

¿Me arriesgo a parecer injusto si digo que no se puede hacer justicia con una condena después de tantos años? ¿Es verdadera justicia la que tarda 16 años en llegar? ¿O es más bien una prueba de la impunidad parcial de la mafia? Si la condena llega después de 15 ó 20 años, ¿qué miedo tendrá la mafia de cometer delitos si sabe que el castigo tardará tanto?

¿Es verdadera justicia la que tarda 16 años en llegar? ¿O es más bien una prueba de la impunidad parcial de la mafia?

Pero ¿da esperanza a otros?

Más que esperanza, es una advertencia para mantenernos unidos. No se puede hablar de la mafia solo; hay que trabajar en equipo, porque cuando se ataca a la mafia, la mafia encuentra terreno fértil en la desconfianza de los medios y la sociedad civil, desde el “Saviano ha contado lo que ya sabíamos todos” hasta “Saviano solo quiere ganar dinero”.

Y luego está la clase política, incapaz de abordar y gestionar el fenómeno mafioso, acusando de derrotismo a cualquiera que hable. Durante años, políticos de todo el espectro parlamentario me han llamado “difamador de Italia” y me han instado a guardar silencio.

No hay un solo partido político que no me haya instado a guardar silencio para no dar una mala imagen primero de mi ciudad, Nápoles, después del norte de Italia, cuando denuncié la infiltración de la ‘Ndrangheta en Lombardía, y luego de Italia en su conjunto cuando mi obra se tradujo en el extranjero.

No hay un solo partido político que no me haya instado a guardar silencio para no dar una mala imagen de mi ciudad, Nápoles, y de Italia en su conjunto

¿Qué echa en falta del Gobierno? ¿Y de otros políticos o partidos?

En el tribunal, para escuchar un fallo histórico, un fallo que estableció la narración de los hechos, que es lo que más temen las organizaciones criminales, había amigos, muchos periodistas y ningún político. Ninguno. A la política no le interesa la mafia, a pesar de ser el negocio más próspero del país. Increíble, ¿verdad?

¿Qué cambia para usted?

Todavía no lo sé. Sé que quiero que todo cambie, sé que quiero ser libre, totalmente libre. Sé que quiero subirme a una moto y partir sin rumbo, sin tener que decirle a nadie adónde voy.

Sé que quiero que todo cambie, sé que quiero ser libre, totalmente libre. Sé que quiero subirme a una moto y partir sin rumbo, sin tener que decirle a nadie adónde voy

¿Le apetece escribir sobre estos días?

Mis pensamientos están confusos ahora. No sé si realmente podré afrontar el tsunami emocional que estoy experimentando y plasmarlo por escrito. Temo que sean palabras demasiado dolorosas y estén llenas de lamentación por una vida destrozada.

Su último libro, sobre una historia de amor, acaba de salir publicado en Italia, pero ¿ya está pensando en el siguiente?

Claro que sí. Un escritor siempre está pensando en su próximo libro, tiene mil proyectos, planes infinitos y está inundado de inspiración.

No sé si realmente podré afrontar el tsunami emocional que estoy experimentando y plasmarlo por escrito. Temo que sean palabras demasiado dolorosas y estén llenas de lamentación por una vida destrozada

L’amore mio non muore ha representado un punto de inflexión en mi narrativa porque empecé con una historia criminal —una joven asesinada por la ‘Ndrangheta— y descubrí, investigando y escribiendo, que había dado con una historia cuya protagonista no era solo Rossella Casini, sino también su increíble amor. Un amor libre y vital que sentía la necesidad de compartir, porque eso es precisamente lo que me falta.