Daniel tendrá que regresar a vivir con su padre a partir del próximo martes, al expirar la medida cautelar que le permitía seguir viviendo en Granada junto a su madre
La defensa de Juana Rivas pide a la justicia española que escuche a su hijo menor para que no vuelva a Italia con su padre
Daniel, el hijo menor de Juana Rivas, tendrá que volver a Italia con su padre, Francesco Arcuri. Así lo ha decidido el Juzgado de Instrucción 3 de Granada, después de que el Tribunal de Cagliari decidiese el pasado 7 de julio que la custodia la mantenga en exclusiva el italiano. La decisión se adopta después de meses de lucha por parte de la defensa de Rivas para intentar que el niño, que lleva en Granada desde la pasada Navidad, no tenga que volver con su padre ante el temor por los malos tratos físicos y psicológicos que el menor describe y que los abogados y la Fiscalía italiana avalan.
Según avanza El Mundo y ha podido conocer este medio, el niño tendrá que marcharse a Italia el próximo 22 de julio, día en que Rivas deberá entregar a su hijo al padre. Se da la circunstancia de que la decisión judicial, que se esperaba inminente la semana pasada, se produce después de que los letrados de Rivas insistiesen en que Daniel debe ser escuchado y quedarse con su madre porque corre peligro su integridad física, tal y como lo demuestra el hecho de que Arcuri se enfrente en septiembre a un juicio por malos tratos precisamente en Italia.
Además, la casualidad ha querido que Daniel deba volver con su padre en una fecha muy parecida a la que dio pie al caso Juana Rivas. El 26 de julio de 2017, la granadina tenía que entregar a Daniel y a Gabriel a su padre, tras más de un año huyendo del domicilio que los cuatro compartían en Carloforte (Italia). Para no devolverlos, la mujer desapareció durante un mes junto a los niños, lo que posteriormente, junto con la desobediencia de varias órdenes de entrega previas, hicieron que la justicia española le condenase en primera instancia a prisión.
Rivas, que fue condenada a cinco años de prisión, recibió primero una reducción de condena y después un indulto parcial que le evitaron pasar por prisión, pero no la lucha que ha mantenido desde entonces para recuperar a sus hijos. La granadina ha defendido siempre, junto con sus diferentes equipos de abogados, que tanto ella como los niños corrían peligro si Francesco Arcuri seguía cerca de ellos. Por eso, en estos más de 7 años de caso, Rivas ha cursado diferentes denuncias por malos tratos contra sus hijos, llegando a solicitar la custodia exclusiva en varias ocasiones sin éxito.
Ahora, la justicia española se alinea con la decisión del Tribunal de Cagliari al obligar a Daniel, de 13 años y que estaba escolarizado en Granada, a tener que marcharse a Italia con su progenitor. De este modo, decae la medida cautelar que se impuso el pasado 7 de enero tras escuchar al niño relatar presuntos episodios de malos tratos. Unos malos tratos que la propia Juana había denunciado también durante las fiestas navideñas al relatar el acoso al que Francesco le había sometido con decenas de llamadas telefónicas para “amedrentarla”.
Por otro lado, Gabriel, el hijo mayor de la expareja, sí vive con Juana Rivas en Granada y se ha postulado tanto del lado de su madre como el de su hermano. De hecho, el joven, que regresó a España en 2022, publicó un comunicado y un vídeo a finales del pasado año describiendo los episodios de malos tratos que tanto él como su hermano Daniel habrían padecido. Malos tratos que incluso la Fiscalía de Cagliari ha decidido investigar, pese a que ahora la justicia italiana refrenda que la custodia del menor de los niños ha de recaer sobre Francesco Arcuri.