Donald Trump ya tiene su primer protagonismo en un torneo deportivo global. Durante el último mes se ha celebrado el primer Mundial de Clubes de la FIFA, un campeonato que ha llevado a 32 equipos de todo el mundo y que ha ganado el Chelsea inglés. Y Trump, dado a ser protagonista siempre, lo ha sido también en este campeonato. Se quedó junto al club ganador tras entregarle el trofeo y, además, se lo quedará en el despacho Oval.

Según explicó durante la final de este domingo a un micrófono de DAZN, el canal que retransmitió el campeonato, el presidente de la FIFA le entregó el trofeo original antes de la disputa del torneo y, posteriormente, le dijo que podía quedarse con él en el Despacho Oval. Así que, en realidad, el Chelsea campeón se llevará una réplica. “Es muy emocionante, ahora está en mi despacho”, señaló el presidente estadounidense.

Este campeonato es el primero, pero no será el último que se dispute en EEUU. Parte del mundial de selecciones de 2026 también será en terreno estadounidense y, también, bajo mandato de Donald Trump. En los últimos meses, desde que éste volviera a la Casa Blanca, se ha hablado mucho de la cercanía que ha tenido con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Esto ha hecho que la FIFA, como ya hiciera con Catar o hará en unos años con Arabia Saudí, haya pasado por alto la aprobación de leyes que pueden impedir el desarrollo normal de estos campeonatos, como las prohibiciones de viaje.

Es habitual en el mundo del fútbol que el equipo ganador no se lleve a su vitrina un trofeo original, sino una réplica. Es lo que le ocurrirá al Chelsea, que ganó en la final al PSG francés. También ocurre en España, donde la tradición marca que un equipo obtiene el galardón original —en propiedad, como se dice— cuando gana tres veces consecutivas o cinco alternas. Sin embargo, lo que es menos habitual es que el original quede en manos de un mandatario y no del propio organismo que organiza la competición.

El del trofeo es solo un ejemplo más del protagonismo excesivo que ha tenido Trump durante esta competición. Viral se hizo en el momento en el que incomodó a los jugadores de la Juventus tras recibirles en el despacho presidencial y lanzarles preguntas inadecuadas sobre el fútbol femenino.

Donald Trump, junto con Reece James, capitán del Chelsea, tras entregar el trofeo.

Su protagonismo se repitió este domingo. Es habitual cuando se entrega un trofeo tras una final que el presidente del organismo organizador, en este caso Infantino, entrege la copa al capitán del equipo junto con el presidente o algún representante del gobierno que acoge la competición, en este caso, Trump. Tras ello, lo tradicional es que se aparten, así queda la foto de los campeones levantando la copa. Ni siquiera el cuerpo técnico se suele colar en esa instantánea. Pero Trump si lo hizo. Se quedó junto al capitán, Reece James, mientras alzaba el trofeo. “No esperaba que levantara el trofeo con nosotros”, aseguró James posteriormente.

Para la posteridad quedará que el Chelsea ha sido el primer ganador de este trofeo, que se espera que tenga nuevas ediciones en el futuro. Pero para la posteriodad también quedará que Trump protagonizó aquella foto de campeón.

Ha quedado tan maravillado Trump con el impacto global que tiene el fútbol —también para su imagen— que hasta ha planteado aprobado una orden ejecutiva para que en EEUU se conozca a este deporte como football —el nombre inglés que predomina en todo el mundo— en lugar de soccer, como se le llama en el país.