Lo hace después de que el rector se haya reunido con las abogadas de un grupo de 14 personas que han abandonado el grupo de investigación CREA en el último años y de que las letradas hayan aportado más información a la universidad
Seis mujeres señalan a un catedrático de la Universitat de Barcelona por pedirles masajes y sexo mientras era su jefe
La Universitat de Barcelona (UB) abre una investigación a Ramón Flecha, catedrático emérito de Sociología y creador del grupo de investigación CREA, señalado por varias mujeres por pedirles masajes, sexo y su participación en tareas domésticas mientras él mantenía una clara relación de superioridad jerárquica sobre ellas. También le suspende cautelarmente las funciones como profesor emérito.
El anuncio llega después de que las abogadas de un grupo de 14 personas que han abandonado CREA en el último año se reunieran la semana pasada con el rector, Joan Guardiá Olmos, y le comunicaran lo que le habían trasladado por carta hace un mes: la “gravedad de las situaciones vividas” por sus clientas mientras pertenecían al equipo de Flecha. Durante esta semana, las letradas han aportado al equipo jurídico de la universidad más información que ha servido para formalizar una queja.
“Once personas describen conductas de tipo sexual, vejatorias y intimidatorias que no sólo son intolerables y contrarias al Código Ético de la Universidad, sino que, si se confirman, podrían ser delictivas. La consternación de la universidad es absoluta. Desde el rechazo frontal a cualquier caso de violencia, acoso o maltrato, la Universidad se compromete a actuar sin demora, con plenas garantías y con toda la contundencia para aclarar esta situación”, dice el comunicado que ha hecho público la UB.
La Universidad anuncia que pone todos sus recursos a disposición de las personas denunciantes. Además del procedimiento de “información previa” que ha puesto en marcha, el centro creará una comisión de expertos, formada por personal interno y externo especializado en la material, para que realice la investigación. Al menos dos de sus integrantes serán mujeres.
A esto se añaden otras acciones que la UB había puesto en marcha, como desvincular su dominio de la página web y de correo de CREA, no enviar representación a ninguna actividad relacionada con CREA, y “monitorizar” mensajes en redes publicados en perfiles vinculados a la universidad y que puedan vulnerar su código ético. “La Universidad de Barcelona apoyará siempre a cualquier persona que haya vivido situaciones de abuso o violencia del tipo que sea, con el compromiso firme de saber la verdad y dirimir responsabilidades”, concluyen.
La reunión entre las abogadas y el rector tuvo lugar una semana después de que elDiario.es, junto a otros tres medios, publicara una investigación en la que revelaba varios testimonios de mujeres que relataban este patrón de comportamiento por parte de Flecha durante más de dos décadas.
Entonces, tras la publicación de la investigación de elDiario.es, RTVE Noticias, Infolibre y Ràdio 4-RNE, la UB comunicaba a CREA que no permitiría el uso de sus instalaciones para la ‘Conferencia Europea sobre Violencia Doméstica’ que tendrá lugar en Barcelona del 3 al 5 de septiembre y que organiza, entre otros, Ramón Flecha, ni para ninguna otra de sus actividades. Los Comuns reclamaron la comparecencia en el Parlament de la consellera de Universidades, Núria Montserrat, y del rector de la Universidad de Barcelona. Por su parte, la Asamblea Feminista de la UB pedía al rector en un comunicado que ya han suscrito decenas de colectivos de todo el país que interviniera para apartar a Ramon Flecha y a la dirección del grupo CREA de cualquier responsabilidad. La Facultad de Educación también había exigido una investigación.
Por su parte, la Generalitat suspendía de forma cautelar una distinción otorgada la semana pasada a la académica Marta Soler, directora del grupo de investigación CREA al que pertenece Ramón Flecha, menos de 48 horas después del acto en el que se le otorgó el reconocimiento a una Trayectoria de Excelencia dentro del programa de profesorado universitario Serra Húnter. La Administración catalana justificó la suspensión cautelar por las informaciones desveladas por elDiario.es junto con Infolibre, RTVE Noticias y Ràdio4-RNE. Según Universidades, estos casos ponen en cuestión la “solidez” de la propuesta que hizo la Universitat de Barcelona (UB) para que se premiara a Soler.
Los testimonios
“Yo era becaria de su grupo de investigación, él se me tiró encima y solo recuerdo que acabamos en su habitación”. “Entiendes que o pasas por esto o abandonas tu carrera en la academia”. “Él insistía en que nadie podía saberlo”. “Sabías que si ibas a un viaje con él eras su chacha, le hacías la maleta, el power point, le planchabas las camisetas… Cada día le tocaba a una y era algo que normalizabas. Sabías que si ibas con él estabas a su servicio”. “Llegué a pensar que la única forma de sobrevivir en la academia era seguir enrollándome con él”. “Controlaba con quién podías quedar y si podías enrollarte con él o no”. “A veces, en su casa, pedía masajes, llegó un momento en que se quitó los pantalones y en un par de ocasiones, también los calzoncillos”.
Son frases que pertenecen a los testimonios de ocho mujeres publicados por elDiario.es y que comparten el mismo patrón: casi todas conocieron a Ramón Flecha durante la carrera, cuando él fue su profesor en la Universitat de Barcelona, y empezaron a colaborar con CREA; y todas relatan un comportamiento envolvente que termina en sexo, masajes y/o estar a su servicio para todo tipo de tareas. El catedrático las introduce en su equipo cuando son muy jóvenes, les ofrece participación en investigaciones y proyectos, e inicia una relación personal -a solas y con otros miembros del grupo- por la que obtiene información íntima de ellas, que después utiliza. Despliega, según relatan ellas, una conducta de premios y castigos.
En el último año, al menos 24 personas han abandonado CREA. Varias de ellas han buscado asesoramiento legal ante el temor de que su salida supusiera algún tipo de represalia. En una carta fechada el 17 de junio y dirigida al rector de la Universitat de Barcelona, Joan Guàrdiá Olmos, la representación legal de un grupo de 14 exmiembros de CREA advertía de “la gravedad de las situaciones vividas” por sus representadas “durante su pertenencia a la red CREA”, y pedía un canal seguro para abordar la situación que garantizara “la seguridad” de las mujeres.
En la misiva, las abogadas señalaban que algunas de sus clientas “relatan haber mantenido relaciones sexuales con el Sr. Ramón Flecha en un contexto de clara desigualdad jerárquica —en calidad de alumnas, becarias, doctorandas o subordinadas— y bajo un patrón reiterado de conducta que encaja con una lógica de coerción sexual, abuso de poder, acoso sexual, violencia psicológica y explotación laboral”.
Quejas desde 2004
Ramón Flecha (Bilbao, 1952) es catedrático emérito de Sociología de la Universitat de Barcelona (UB). Especializado en educación, es conocido por su proyecto Comunidades de Aprendizaje, basadas en su teoría del aprendizaje dialógico. Fue en 1991 cuando creó lo que hoy se conoce como CREA –Community of Research on Excellence for All-, un equipo de investigación ligado a la UB. La universidad asegura que CREA no pertenece a la UB desde 2020, pero tanto su directora, Marta Soler, como la propia web del grupo utilizan dominios y correos electrónicos de esta universidad. La UB aclara que fue a raíz de esta investigación periodística que tuvo conocimiento de ese uso e inició los trámites para desvincular a CREA del dominio de la universidad.
Desde 2013, Flecha ha participado también en conferencias y publicaciones sobre violencia de género, como “Las nuevas masculinidades alternativas y la superación de la violencia de género” o “Acoso sexual de segundo orden: violencia contra los silenciadores que apoyan a las víctimas”. Él mismo asegura en su perfil de redes sociales ser el “Científico nº 1 (ranking mundial) en Gender Violence”.
Esta no es la primera vez que la UB recibe denuncias internas sobre Flecha y el CREA. Ya en 2004, y tras varias quejas, la Universitat abrió un expediente interno, al que ha tenido acceso elDiario.es. El instructor de ese informe recomendó abrir una investigación rigurosa y tomar medidas preventivas de manera inmediata. En ese expediente, entre otros hechos, aparecía el testimonio de una mujer que relataba haber sido alumna de Flecha y mantener sexo con él mientras el catedrático tenía la capacidad de decidir sobre becas y proyectos.
La UB afirma que “por personas que trabajaban entonces en el centro” sí se hizo seguimiento de ese expediente y sus recomendaciones, pero que, debido al tiempo discurrido, “trazar el detalle exhaustivo de las actuaciones realizadas en aquél momento no es nada sencillo”. En 2006 Ramón Flecha dejó la dirección de CREA, aunque todos los testimonios y pruebas recabadas muestran que nunca dejó de ser la persona que lideraba el equipo.
Doce años después, en 2016, la Universitat remitió a la Fiscalía tres denuncias que acusaban a CREA de funcionar como una secta y de practicar un alto grado de “manipulación psicológica”. Tiempo después, la Fiscalía archivó el caso porque no había, decía, elementos suficientes para considerar que los hechos pudieran calificarse como delito, pues las personas tenían la libertad de entrar y salir de CREA.