El Pleno del Ayuntamiento de Alcalá de Henares celebrado esta mañana ha aprobado con los votos de PP y Vox, las dos fuerzas en el Gobierno local, exigir al Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez el cierre del Centro de Atención, Emergencia y Derivación (CAED) de migrantes instalado en el municipio en noviembre de 2023. Durante las intervenciones, unos 25 integrantes de Alcalá Acoge, el colectivo que da soporte y apoyo a los usuarios del Centro, han exhibido pancartas en contra de la iniciativa que rezaban “cierre al odio”. La votación de este punto en el orden del día, que también recoge la reprobación del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha finalizado con tres activistas identificados por la Policía Local.

El debate se produce después de la violación que sufrió una joven de 21 años en las inmediaciones del CAED el pasado 28 de mayo cometida presuntamente por un usuario del centro procedente de Mali y que ya cumple condena preventiva. Días después, dos movilizaciones protagonizadas por grupúsculos de extrema derecha han dejado todo un reguero de odio en la ciudad, así como enfrentamientos con la Policía en ambas ocasiones. Más tarde, cerca del enclave apareció pintada una esvástica con el mensaje “negros al cementerio”.

En torno a las 11.15 horas ha llegado el punto más caliente en el orden del día. El PP defendía una moción para pedir al Gobierno central la clausura de este enclave, situado en el acuartelamiento Primo de Rivera, por el que ya han pasado unas 10.000 personas, según datos de la Delegación del Gobierno. Ni las intervenciones del PSOE ni de Más Madrid Alcalá, ni tampoco la muestra de repulsa a la iniciativa por parte de los activistas, ha conseguido frenar la moción.

En contra del “buenismo ideológico”

El Consistorio ha recalcado que “el modelo impuesto por el Gobierno de Sánchez, Saiz y Marlaska ha fracasado y está teniendo un coste real para Alcalá”. Además, su portavoz en el Ayuntamiento, Gustavo Severien, ha cifrado en un millón de euros el coste que ha acarreado la llegada de estos migrantes a la ciudad, aunque no ha explicado el destino de ese dinero. A su entender, “no estamos ante una política de integración, sino de descontrol”.

Desde el Ayuntamiento alcalaíno han señalado que defienden “la inmigración que respeta las leyes”, pero que no van a “pedir perdón por proteger” a sus “familias” y que “no se puede ignorar el miedo o la preocupación de las familias”. En este sentido, antes de comenzar el debate de la moción, dos representantes de la mancomunidad del Parque del Ángel y de Ciudad 10, dos zonas próximas al CAED, han compartido algunos conflictos que han asegurado sufrir por culpa de los migrantes, tales como revolver en la basura o realizar “comentarios inapropiados a menores”, en sus propios términos.

Fuentes del Gobierno municipal también han enfatizado que “Alcalá no será cómplice de un modelo de barra libre migratoria”, y que defienden “el orden y la responsabilidad, no el buenismo ideológico”. Durante el pleno, la alcaldesa, Judith Piquet, ha incidido en que “el tiempo ha dado la razón a quienes advertimos de que este modelo generaría problemas de seguridad”.

Más Madrid y el PSOE muestran su rechazo

Muy diferente ha sido lo expresado por los partidos en la oposición. El portavoz del PSOE y diputado nacional, Javier Rodríguez, ha comentado que “el CAED lleva muchos meses funcionando” y que esta moción “llega por la agresión sexual”. Al igual que su homóloga de Más Madrid Alcalá, Rosa Romero, ha criticado que la alcaldesa convocara a los medios ante la violación perpetrada por el migrante, pero no hiciera lo mismo con las cinco que se han producido en Alcalá durante el primer trimestre de este año. “Solo la convocan cuando el autor es negro y pobre”, ha apuntado Rodríguez.

Romero ha añadido que “esta moción responde a traer más ruido a la ciudad y no a mejorar la vida de los alcalaínos”. Mientras tanto, los activistas ya habían desplegado sus pancartas en las que se podían leer mensajes como “cierre al odio”, “no al racismo” y “al racismo no se debate, se combate”. Además, la portavoz de Más Madrid ha señalado que Vox actúa como si fueran los “imitadores de Hacendado de Trump”. El voto en contra de las dos formaciones no han sido suficientes para evitar que la moción saliera adelante.

El delegado del Gobierno, reprobado

Esta misma moción también recogía la reprobación del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, por unas declaraciones que el Ejecutivo local ha calificado de “inadmisibles, falsas y profundamente ofensivas”. Según han comentado desde el Ayuntamiento en una nota de prensa, esta decisión se ha tomado después de que Martín afirmara que “los alcalaínos cometen un 45% más delitos que los residentes migrantes del CAED”.

El secretario general del PP madrileño, Alfonso Serrano, ha acudido al debate de esta moción en Alcalá. Fue en su perfil de X donde terminó publicado un informe policial confidencial sobre un altercado sucedido en la ciudad acompañado de un mensaje que ligaba inseguridad con migración. La alcaldesa de la ciudad, Piquet, y su jefe de comunicación están investigados por la Justicia por estos hechos.

Serrano, que ha sido interrumpido por los activistas que se habían movilizado, ha comentado ante los medios que “esto va de responsabilidad frente a buenismo, de rigor frente a descontrol, de planes de integración frente a planes de crispación, que es lo que parece que busca el Gobierno de Pedro Sánchez con una política irresponsable”. Desde su punto de vista, la situación ha llegado a “hartar a la gente”, que “lo que ”quiere es es responsabilidad y rigor para que haya una buena convivencia y una buena política de integración“.

“Cierre al discurso de odio”

Una vez terminada la votación de la moción, las 25 activistas han continuado mostrando su repulsa a la iniciativa con silbidos y algunos gritos, tales como “vergüenza”. Han abandonada la sala acompañados de varios agentes de la Policía Local, que han identificado a tres de ellos. En el exterior del Consistorio complutense, unas 15 personas más se han unido a ellas en una concentración que ha estado liderada por el mensaje que rezaba la pancarta: “Cierre al discurso de odio. Alcalá antirracista, antifascista y feminista”. Durante unos minutos, los manifestantes han coreado cánticos como “nativa o extranjera, la misma clase obrera” y “ningún ser humano es ilegal”.

La portavoz de Alcalá Acoge, Blanca Aller, ha leído un comunicado en el que han recalcado que “los mismos que no han hecho nada en tantas ocasiones anteriores —en relación a la violación cometida presuntamente por el residente del CAED— son los que ahora exigen la inmediata actuación policial y política y lo están haciendo de la manera que mejor saben, con más violencia”.

El colectivo ha expresado que las movilizaciones posteriores a la violación “no quieren perseguir la justicia para el culpable ni la reparación para la víctima, quieren culpabilizar a personas vulnerables, las cuales llevan recibiendo odio desde antes de llegar a Alcalá”.

Una de las personas que se ha desplazado hoy hasta Alcalá ha sido el secretario general del Partido Comunista de Madrid, Miguel Montero, quien ha asegurado a eldiario.es que “el PP y Vox no solo son cómplices de las cacerías a personas de origen extranjero, sino también instigadores”. Asimismo, ha señalado que “lo hacen en un momento particularmente irresponsable en el que hemos visto imágenes extremadamente violentas por parte de grupos nazis de todo el país en la ciudad de Torre Pacheco, en Murcia”.

El coordinador de Izquierda Unida Alcalá, David Cobo, ha añadido que “estamos viendo que las dinámicas del PP y Vox están sembrando el odio culpabilizando a todo un colectivo de cualquier delito individual”. “Hoy estamos aquí para defender a todos los vecinos y vecinas de la ciudad, también a los vecinos migrantes, y para decir que estamos a favor de la solidaridad”, ha finalizado.