Feijóo responsabiliza «en exclusiva» al Gobierno, mientras Abascal, Sémper y el alcalde de la localidad murciana señalan los problemas de seguridad como detonantes de los ataques violentos contra personas migrantes y abonan el discurso de odio que azuzan Alvise Pérez y grupos ultras como Núcleo Nacional
Marlaska eleva a ocho los detenidos en Torre Pacheco y advierte: «Es culpa de los discursos de Vox»
“Un problema de inseguridad”. Es el detonante de los disturbios racistas que se producen desde hace días en la localidad murciana de Torre Pacheco, según el PP. Lo aseguró este lunes el portavoz nacional, Borja Sémper, quien añadió que los “ciudadanos necesitan volver a sentirse seguros”. “La única manera de garantizar seguridad es con políticas migratorias razonables”, añadió. “El que viene a nuestro país a delinquir no tiene hueco”, remachó Sémper. El discurso lo comparten el propio alcalde del municipio, también del PP, Vox, Alvise Pérez o grupos ultras como Núcleo Nacional, que establecen una relación entre la llegada de extranjeros y delincuencia, pese a que los datos oficiales desmienten que haya causalidad.
La relación entre delincuencia e inmigración es habitual en los discursos de la derecha, con diferentes modulaciones en función del lugar, el momento y la imagen que se quiere trasladar. El PP de Alberto Núñez Feijóo lo enarboló con fuerza en las campañas electorales de 2024, catalanas y europeas. Y ya no lo ha soltado.
En las autonómicas de mayo de ese año que ganó Salvador Illa el líder del PP estableció una cadena causal entre la “inmigración ilegal” y la “ocupación” y pidió el voto “a todos aquellos que se dan cuenta de que Cataluña tiene los índices de criminalidad, de robos y de hurtos y de reincidencia de los más altos de España”. Un mes más tarde se celebraron las europeas. Feijóo alabó a Giorgia Meloni y arremetió contra “los que eligen Europa para delinquir e infringir” los “valores” de la UE: “Aquí se viene a trabajar y a aceptar en igualdad derechos y deberes. No para delinquir ni reincidir”. En octubre de ese año, el PP votó a favor de la creación de centros de deportación fuera de Europa, después de reunirse con la primera ministra italiana.
El endurecimiento del discurso de Feijóo coincidió con la ruptura de Vox de los gobiernos autonómicos que el PP había cerrado con la ultraderecha, precisamente a cuenta del sistema de acogida de menores migrantes. Un año después, desde fuera de esos ejecutivos regionales, Vox ha impuesto su agenda en Murcia, Baleares y la Comunitat Valenciana a cambio de aprobar los presupuestos autonómicos.
El partido de Santiago Abascal siempre ha usado a las personas migrantes como arma electoral. Y ahora ha endurecido aún más su mensaje. Es uno de los puntales del proyecto político de la extrema derecha y fue el propio Abascal quien compareció este lunes en una rueda de prensa , un gesto poco habitual tras las reuniones de la dirección del partido. El CIS de la semana pasada coloca a Vox en el 10% de voto y Abascal ya acecha en valoración a Feijóo.
“No queremos gente así en nuestro país. Les vamos a deportar a todos. No va a quedar ni uno”, había dicho el domingo el líder de su partido en Murcia, José Ángel Antelo, enardecido en Torre Pacheco entre los ultras que viajaron a la localidad murciana para “cazar” a personas migrantes o simplemente de otra raza o religión.
Abascal no corrigió a su representante en la Región de Murcia, contra quien el PSOE y Podemos ya han dicho que va a acudir a los tribunales, ni condenó las apelaciones a esas “cazas” de seres humanos promulgadas por sus grupos afines. De hecho, Vox ha defendido deportar hasta a ocho millones de personas.
Feijóo dijo este mismo fin de semana en una entrevista en El Mundo que pactará con Vox si necesita sus votos para llegar al Palacio de la Moncloa, aunque se ha comprometido a no gobernar en coalición. En el discurso de clausura que ofreció Feijóo en el congreso de su reelección planteó que “el rechazo el discurso del odio no puede implicar silencio ni descontrol”. “De la misma forma que rechazamos el discurso del odio, eso no significa que aquí vale todo. El respeto es el mínimo exigible. Y la convivencia se trabaja. Con normas. Con orden. Con control. A quien viene a sumar, trabajar y con reglas, bienvenido. A quien viene a otra cosa, le diremos con claridad: aquí no”.
Inmediatamente después, señaló: “No hay convivencia sin seguridad. Seguridad para caminar tranquilos, tranquilas, por las calles de España”.
Este lunes a última hora y en un acto de La Razón, Feijóo evitaba cualquier crítica a los discursos de odio o mención a los migrantes. “Es la responsabilidad exclusiva del Estado la seguridad en las calles”, se limitaba a señalar. El líder del PP aseguraba que esa “seguridad” se consigue “coordinando las actuaciones necesarias” y “dotando a la calle de los efectivos necesarios.
“La dejación de funciones y la sensación de caos en todo lo que depende del Gobierno este fin de semana ha sido absoluta”, afirmó, tras ironizar sobre la presencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una final deportiva. “Es imposible conseguir desde Wimbledon solucionar los problemas de Torre Pacheco”, concluyó, sin mencionar a los migrantes ni los ataques racistas.
“Violencia importada”
“Nosotros condenamos la violencia importada por el bipartidismo y todas las consecuencias violentas que se producen por responsabilidad exclusiva del PP y del PSOE que llevan durante décadas trayendo inmigración ilegal, que trae aumento de violaciones, aumento de la criminalidad y provocando la desesperación de nuestro pueblo”, se limitó a responder Abascal, tras ser preguntado específicamente sobre si apoyaba esas llamadas a la “caza” de migrantes. “Nuestra condena a las políticas del bipartidismo y a la manipulación de los medios de comunicación es total y sin ambages”, recalcó.
Sémper pretendió ofrecer una imagen equidistante de su partido entre la inacción del Gobierno y los discursos incendiarios de Vox. “Vamos a estar enfrente de aquellos que quieren apagar un incendio con más gasolina”, dijo este lunes ante los medios. “Hay que escuchar al alcalde de Torre Pacheco, hay que escuchar a los ciudadanos. Hemos oído tanto el alcalde como el presidente de la comunidad murciana, Fernando López Miras, pedir serenidad y sobre todo, pedir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, en concreto, al Ministerio del Interior reforzar los dispositivos para garantizar la seguridad en las calles”.
El alcalde de Torre Pacheco al que Sémper pide “escuchar” es Pedro Ángel Roca y ha relacionado directa y expresamente inmigración y delincuencia. No en el pasado, sino durante los disturbios raciales de este fin de semana. Pese a reconocer que los datos oficiales no señalan el aumento de la inseguridad, Roca dijo que él tiene su propia estadística “oficiosa”. “Yo sé la que veo todos los días, yo soy de Torre Pacheco, vivo en Torre Pacheco, convivo con mis vecinos y sabemos la delincuencia que hay y los robos que hay. Y eso es lo que vemos, no el que se denuncien más o se denuncien menos”. Roca añadió: “Hay un grupo de inmigración que sí está teniendo bastante delincuencia. Grupos jóvenes y tal que tienen bastante delincuencia”. Todo, sin datos que corroboren sus afirmaciones.
Fernando López Miras, por su parte, ha ordenado dar marcha atrás a la compra de viviendas para acoger a menores migrantes y ha planteado crear un “comité técnico” para facilitar su deportación.
Abascal dedicó su comparecencia del lunes a vincular inmigración y delincuencia, aunque para ello haya recurrido a informaciones erróneas difundidas por las terminales mediáticas de su propia fundación. Abascal sostiene que se dan “palizas a españoles de manos de ilegales marroquíes por pura diversión” y que “la inmensa mayoría de los españoles está a favor de las deportaciones masivas de los ilegales y de los legales que cometen delitos”, como Vox ha prometido. Estos últimos, dijo Abascal, llegan a España “a ocupar, a violar, a robar o a matar”, e incluso “a imponer religiones extremas que buscan acabar con la mujer”.
Todas las derechas asumen el discurso ultra
La asimilación por todas las derechas del discurso racista y xenófobo ha llegado a su cenit con los sucesos de Torre Pacheco. La líder de Vox en Madrid, Isabel López Moñino, defendió esas mismas teorías: “Si importamos barbarie, vamos a tener barbarie, como estamos viendo en Torre Pacheco, y como estamos viendo episodios de respuesta vecinal ante una situación insostenible generada por el PP y por el PSOE, que han abierto las fronteras de nuestro país sin control, que han regularizado a inmigrantes ilegales y que están beneficiando a esas mafias disfrazadas de ONG que trafican con las personas”.
Preguntada por las “cazas” a inmigrantes, Moñino respondía: “Eso es un bulo y una falacia de aquellos medios de comunicación que le quieren hacer el caldo gordo al Gobierno de España. Nosotros lo que condenamos es todos aquellos que han salido a cazar a personas mayores”.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, habló por su parte de “incidentes sobrevenidos” y se negó a expresar cualquier tipo de rechazo o condena a los ataques ultras. “Si un individuo agrede a otro tiene que ser detenido, tiene que ser juzgado y tiene que ser encarcelado”, se limitó a decir, para arremeter contra el Gobierno: “Los incidentes sobrevenidos que se están produciendo en Torre Pacheco los están provocando personas que no son del municipio y lo que sí es cierto, y esta es otra realidad, es que cuando gobierna la izquierda siempre la inseguridad sube, siempre la inseguridad ciudadana crece como estamos viendo”, ha zanjado
Pero organizaciones ultras que defienden la violencia, como Núcleo Nacional o Desokupa, están asumiendo un gran protagonismo en los sucesos de Torre Pacheco. Este mismo martes el empresario que se ha hecho famoso por emplear la violencia contra supuestas ocupaciones de viviendas acudirá a la localidad murciana a manifestarse. En un tuit publicado el pasado día 11, aseguró: “Bienvenidos a los juegos del hambre”. También republicó un post del agitador ultra Vito Quiles para alentar los disturbios.
Quiles es muy próximo al eurodiputado ultra Luis ‘Alvise’ Pérez, quien también ha aprovechado los sucesos de los últimos días para arengar a sus seguidores contra las personas migrantes. “Si el Gobierno no detiene inmediatamente a toda la horda de ilegales armados con machetes, cuchillos, palos y piedras que están cazando españoles por las calles de Torre Pacheco, convocamos y organizamos inmediatamente a nuestra gente, e iremos masivamente hacia dichos barrios”, ha dejado escrito en su cuenta de Telegram.
Otro de los grupos ultras que ha emergido en los últimos meses y que ha logrado una gran repercusión en la red social X de Elon Musk es Núcleo Nacional. Uno de sus apoyos habituales ha difundido en un tuit el vídeo del ataque a un establecimiento regentado por personas migrantes en Torre Pacheco con el texto “no todo está totalmente perdido”.