miércoles, julio 16 2025

El órdago de Camps a Mazón agita el PP valenciano que ya vivía conatos de guerra por la gestión de la dana

El PP de la Comunitat Valenciana se fractura con los movimientos del expresidente y las heridas del 29 de octubre: las relaciones entre la alcaldesa de València, María José Català, y Esteban González Pons con el presidente de la Generalitat siguen rotas, mientras emergen nuevos liderazgos ‘antimazonistas’ con línea directa con Feijóo, como el alcalde de Alicante, Luis Barcala

Francisco Camps plantea batalla a Carlos Mazón: “Quiero volver a ser el presidente del PP valenciano”

Desde la legislatura 2003-2007, en que Francisco Camps y Eduardo Zaplana se declararon la guerra por el poder político del PP de la Comunitat Valenciana, los conservadores indígenas no estaban tan agitados. Hoy, con otro alicantino al frente del PPCV, vuelve a ser Camps el que lanza un órdago al sur por el liderazgo. ‘Militancia contra cargos públicos’, ese es ahora el relato que quiere imponer el expresidente valenciano ya absuelto de todas sus acusaciones de corrupción para recuperar el poder, al que renunció tras su imputación en la causa de los trajes en 2011. “He sido leal al partido los últimos 15 años”, esgrimió el pasado miércoles para lanzar su candidatura a destronar a Carlos Mazón. En 2003, Zaplana la cedió el testigo para irse a Madrid. Ahora, Camps quiere ganarlo todo con el voto de la gente. Y está crecido porque ve que le salen los números. “En un Congreso, Camps se merienda a Mazón”, explica con los ojos brillantes a elDiario.es un veterano militante del PP de Castelló.

El presidente de la Generalitat Valenciana y del PP autonómico tiene, de momento, el apoyo de Génova a través de la persona del flamante secretario general Miguel Tellado, pero tras su gestión de la dana es uno de los barones autonómicos más débiles. De hecho, desde su desaparición todavía no explicada el 29 de octubre, Mazón no depende de sí mismo. Depende de Madrid, de Vox, que le da estabilidad en la Comunitat Valenciana, y de que no se celebre el congreso del PP autonómico en el que tendría que medirse a Francisco Camps. Y ya se sabe, las votaciones las carga el diablo.

De momento, el congreso del PP valenciano está aplazado ‘sine die’ y no parece que ni Mazón ni Tellado vayan a mover ficha hasta que se sepa qué pasa con las Elecciones Generales. El ruido de Madrid beneficia a Mazón. Pero mientras ese momento llega, o no, a partir del septiembre Camps va a coger el coche y se va a recorrer la Comunitat Valenciana en busca de apoyos de la militancia. Como Pedro Sánchez, sabe que puede ganar un congreso sin los cuadros, solo con los alrededor de 10.000 afiliados conservadores en la Comunitat Valenciana. El expresidente no tiene prisa, y cada acto que pasa genera más ilusión. En cambio, para Mazón no hay acto público que algún ciudadano no acabe abucheándolo. Solo saca cabeza en los actos organizados por el partido.

Pero no es Camps el único que quita el sueño al presidente de la Generalitat. Desde el día de la dana, la alcaldesa de València, María José Catalá, y su máximo valedor, Esteban González Pons, siguen sin tener ninguna relación con el presidente de la Generalitat y de su partido. Desde el Palau de la Generalitat miran con recelo a la capital, mientras González Pons ha pedido a Feijóo que eche a Mazón más veces que libros tiene escritos. Y ya son varios. Catalá siempre suena como relevo del presidente en caso de recambio por su gestión de la dana. Es diputada y tiene línea directa con Feijóo, que tras el congreso ha seguido manteniéndola en los órganos de dirección del partido. Es de las pocas personas en el PPCV a las que escucha el gallego, y eso en el Palau de la Generalitat no gusta nada.

En la tierra de Mazón, en la ciudad de Alicante, el presidente de la Generalitat tiene a uno de sus peores enemigos. Mazón quiso influir en la lista liderada por Luis Barcala para las municipales y, desde ese día, la desconfianza no ha hecho más que aumentar. De hecho, Barcala se ha convertido en el referente alicantino de Feijóo. El presidente del PP nacional fue a la ciudad de Alicante a hacerse la foto con Barcala y Mazón para anunciar que todos los compromisarios de la quinta provincia de España iban a su mochila, y no a una hipotética lista alternativa liderada por Isabel Díaz Ayuso o el PP de Madrid. Tras la foto de Alicante, Feijóo salió victorioso hacia su congreso.

Más tranquilo, de momento, está el PP de València. Su presidente, Vicente Mompó sigue siendo leal a Carlos Mazón. Fue el primero que le montó un acto de desagravio, seis meses después de la dana, y está intentando que el sueño de Camps no arraigue en sus comarcas. De momento, en esta segunda misión no está teniendo éxito, puesto que una concejal del PP de la Pobla de Vallbona (PP provincia València) será la jefa de campaña del expresidente de la Generalitat. Hay una fecha clave entre lo que puede ser el futuro de la relación entre Mompó y Mazón, el próximo 17 de julio. Si Mompó mantiene ese día en su declaración como testigo ante la jueza de Catarroja la versión que dio en el programa ‘Salvados’, la situación del presidente de la Generalitat puede quedar en entredicho. De lo que diga puede depender el futuro judicial de su compañero de partido y presidente.

Un aliado de Mazón que, últimamente se ha puesto de perfil es Toni Pérez, presidente de la Diputación de Alicante y del PP alicantino. Pérez “aspira a todo”, explican fuentes que conocen al político. “No le hace gracia el poder que ha adquirido Juanfran Pérez Llorca, del municipio vecino al suyo, y cuando llegue el momento mirará hacia donde más convenga”, añade.

En el PP de Castelló, partido provincial más pequeño, pero siempre clave en los enfrentamientos entre Valencia y Alicante, la situación tampoco es tranquila. Vicent Aparisi, el que fuera mano derecha de Carlos Fabra, se ha puesto a remar a recoger avales para Francisco Camps ante un posible Congreso. Aparisi, igual que otros exlíderes del PP en Valencia y Alicante, “son los que llenaban los autobuses en la época dorada”, explica una fuente conocedora de las entrañas de los populares. “Son los que tiene los teléfonos de los militantes, a los que creen porque han disfrutado y sufrido los últimos 25 años. Estos de Alicante -en referencia al equipo de Mazón- no saben nada porque viven en el Palacio”, remacha.

Y no es solo Vicent Aparisi y su experiencia el que sigue a Camps, en su barco está la exalcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y los exalcaldes de Paterna, El Puig, Godella, Requena, Algemesí, Tavernes de la Valldigna, Elda, Elx, Crevillent o Vilavella. Dicen que llegarían a los 1.500 avales, pero si estos animales políticos se ponen a trabajar el roto que le pueden hacer a Mazón puede ser muy grande. Porque ni tienen ni quieren nada, solo siguen a Francisco Camps.