viernes, julio 11 2025

La última ‘víctima’ de Cuna del Alma: un hombre de 80 años, con cáncer y que será expropiado por 12.600 euros

La Junta de Compensación ha enviado un escrito a Jesús V. Galindo, propietario de una nave en el Puertito de Adeje, exigiéndole que entregue las llaves del inmueble para continuar con la ejecución de la polémica iniciativa que proyecta más de 3.600 camas turísticas. Su hijo ya ha adelantado que no lo hará

Hemeroteca – Una expropiación sospechosa en favor del proyecto turístico Cuna del Alma vuelve a encender las alarmas

Este viernes se cumple el plazo que la Junta de Compensación del proyecto turístico de Cuna del Alma, en el Puertito de Adeje, ha dado para que Jesús V. Galindo, propietario de una nave en primera línea de playa, entregue las llaves de su inmueble con el fin de que continúen las obras de la polémica iniciativa, que prevé más de 3.600 camas turísticas en una de las últimas zonas libres de cemento del sur de Tenerife.

En un escrito al que ha tenido acceso Canarias Ahora, la Junta recuerda a Galindo que “se están ejecutando” los trabajos para la construcción de esas plazas, hoteleras y extrahoteleras, y que es “necesario” que la promotora “entre en posesión” de la finca “en el plazo más breve posible y, en todo caso, antes del día 11 de julio”. El hijo de Galindo, Juan, ya ha anunciado que no entregará las llaves y que, “si no hay acuerdo”, llevará el caso a los tribunales.

La cronología de hechos hasta aquí es larga y compleja. Jesús V. Galindo, un hombre de 80 años, diabético, cardiópata y enfermo oncológico, se adhirió con su mujer en 2021 a la Junta de Compensación del plan, la entidad conformada principalmente por los propietarios de los terrenos que promueven a la urbanización, porque “de lo contrario se arriesgaría a un contencioso judicial y a una expropiación forzosa”.

Las conversaciones, sin embargo, no llegaron a buen puerto. Cuenta su hijo que en una reunión les informaron que no les correspondería ninguna parcela de la futura urbanización, que “su participación es mínima” y que les expropiarían administrativamente.

A los pocos días, recibieron una propuesta de justiprecio expropiatorio de 12.688 euros, una cantidad que pensaron que “era una broma” por una nave de poco más de 60 metros cuadrados ( m²) en primera línea de playa al mismo tiempo que la promotora ha cifrado el precio de las lujosas villas en hasta tres millones de euros.


Nave de Jesús v. Galindo, en primera línea de playa en el Puertito de Adeje

Así las cosas, el Catastro acordó en noviembre de 2023 dar de baja la propiedad de Galindo y de alta, a continuación, las parcelas de Cuna del Alma. Por qué su nave es expropiada tiene que ver con el tamaño de esta y su integración en la unidad de actuación. Cuando pasó a formar parte de la Junta de Compensación, se creó una “finca matriz” que a su vez se dividió en las parcelas resultantes del proyecto. Esa “reparcelación” prevé la expropiación por dos motivos.

Por un lado, para aquellos que no se adhieran a la iniciativa y, por otro, para quienes aporten a la urbanización “una superficie bruta que no equivale a la unidad de parcela mínima de suelo del sector”. Es decir: propietarios cuya tenencia en el Puertito de Adeje es escasa y, ahora, no alcanzan el umbral mínimo de metros para aprovecharse de la ejecución del plan. Dice el Ayuntamiento de Adeje que ese es el caso de Galindo, según un informe elaborado por el Consistorio a petición de la Diputación del Común.

La nave del hombre, “adejero de cuarta generación”, mide 66 metros cuadrados. Y la parcela donde se ubica ahora, ya clasificada como urbana, llega a los 11.311 m², de acuerdo con el Catastro. En ella también figuran tres almacenes más. En caso de levantarse Cuna del Alma, pasará a ser la finca ELP-1.

El punto más controvertido en todo esto, eso sí, es la cuantía de la indemnización. Él cree que es “ridícula y poco realista”, pero el Ayuntamiento de Adeje defiende que “viene fijada por el aprovechamiento medio que le hubiese correspondido como titular de suelo originario (…), siendo su aportación muy pequeña”, señala en el documento mencionado.

Sea como fuere, Galindo asevera que aún no ha recibido un solo euro de la propuesta de justiprecio enviada por la Junta de Compensación. Relata que mantuvo hace poco una conversación con el secretario de la misma, a quien le dijo que, si no realizaban una nueva oferta “sensata, seria, realista y ajustada al mercado”, acabarían en los tribunales. Este periódico ha intentado contactar con la Junta para conocer su versión, pero hasta la fecha de publicación de este artículo no ha sido posible.


Viviendas en el Puertito de Adeje, en el sur de Tenerife

“Mi padre lo lleva como puede. Está muy enfermo y yo intento que le afecte lo menos posible. Él querría estar más en primera línea, pero ni su enfermedad ni yo se lo permitimos”, cuenta Juan Galindo. “Este tema le está quitando los pocos años de vida que le quedan”, vuelve a comentar en referencia a su padre en una carta enviada a la Diputación del Común.

“La propiedad está ubicada en un lugar privilegiado y básico para que una empresa privada (no es para servicio público) pueda hacer su Beach Club particular. Y te quieren pagar por el aprovechamiento medio, (…) menos de 300 euros por metro cuadrado, cuando el valor del m2 construido en Adeje está tasado [por] empresas y técnicos de tasación oficiales muy por encima de los 2.300 euros”, lamenta Juan.

La nave, además, es un símbolo del pasado agrícola del sur de Tenerife. Según un informe del Servicio Administrativo de Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, el almacén figura en la lista de posibles bienes patrimoniales del municipio de Adeje, pues durante el siglo pasado sirvió como empaquetadora de plátanos, “un ejemplo indudable de patrimonio industrial relacionado con el procesamiento técnico de la fruta cultivada en las zonas costeras del sur y orientadas a la exportación”.

Pero no solo eso. En sus casi cien años de historia, el inmueble de Galindo también fue base de un centro de interpretación y regeneración del ecosistema marino en Canarias al que llegaron a acudir personas expertas para limpiar la zona del erizo de lima, que había causado graves daños a la flora del lugar, o para repoblar especies, como la tortuga boba. Ahora, casi como un signo de protesta, es utilizado por grupos ecologistas y activistas que luchan por la paralización definitiva de Cuna del Alma.


Imagen del proyecto de Cuna del Alma, junto a la playa del Puertito de Adeje

El proyecto turístico reactivó las obras el año pasado después de que los tres expedientes abiertos contra la promotora en la legislatura anterior, liderada por el denominado Pacto de las Flores (PSOE, Nueva Canarias, Podemos y ASG), fueran archivándose uno a uno tras la llegada al poder de Coalición Canaria y el Partido Popular.

La iniciativa no cuenta con evaluación ambiental, ha quedado constatado que destruyó un yacimiento arqueológico y también que ha trasplantado ejemplares de viborina triste, la planta de protección especial que paralizó durante año y medio la actuación y que, durante un tiempo, parecía que iba a frenar por complejo la construcción de las 420 villas de lujo planificadas.

“Eso fue un paripé”, apunta Rubén Pérez, portavoz de la plataforma Salvar la Tejita, en relación con el traslado de la viborina. El activista afirma que las obras en el Puertito de Adeje “están yendo a toda pastilla”, tanto dentro como fuera de la futura urbanización turística. La plataforma ha convocado para este sábado una protesta contra el proyecto frente a la casa del alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga.

“Se han agotado todas las vías de acción ciudadana contra un proyecto urbanístico que, sin la ayuda fraudulenta de Fraga, hoy estaría paralizado», defiende la organización. ”Los responsables de este ecocidio no pueden permanecer más tiempo impasibles, ni la ciudadanía puede pasar más tiempo alienada», concluye.