viernes, julio 11 2025

Cerrar filas en el PSOE, sí. Abrir puertas y ventanas, también

Una conferencia política, que abra el partido de par en par a ciudadanía y sociedad civil, con los dirigentes dando la cara y escuchando, sería una base sólida para empezar a recuperar credibilidad

El PSOE vive una de las crisis más graves de las últimas décadas.

Esta semana se ha producido la primera respuesta en el partido y en las instituciones: Comité Federal y comparecencia del presidente en el Congreso.

La principal tarea hoy debe ser recuperar confianza y simpatía social. Hacer los cambios y dar los pasos que generen la autoridad y legitimidad necesarias para ser creíbles y eficaces en la lucha contra y en prevención de la corrupción. Tarea nada fácil.

Ante crisis tan graves caben dos respuestas por parte de las organizaciones:

1. Cerrar filas: Todo está bien. Máxima unanimidad y apoyo. Y que todo siga.

2. Abrir puertas y ventanas: Algo importante ha fallado. Es necesario abrir el partido, pero muy en serio. Escuchar dentro y fuera, reflexionar y cambiar dinámicas en profundidad.

No son incompatibles entre sí. Se puede cerrar filas en torno a un partido que tiene casi 150 años y una tarea y valores muy claros. Y, por otro lado, y a la vez, se debe abrir de par en par la organización a todos los demócratas con convicciones sociales de este país. Para que opinen, critiquen, propongan y participen.

Sé que es tentador caer constantemente en el error de entender como una fortaleza la unanimidad acrítica de los cuadros y cargos del partido y el apoyo cerrado, más fiel que leal, al líder. No es lo mejor para España, ni para la izquierda, ni para el partido, ni para el líder. La existencia de diversidad y pluralidad no es una debilidad, es una de las mayores fortalezas de España y del PSOE.

Es importante entender en un momento así que el PSOE no es patrimonio de sus dirigentes. Ni de sus cuadros y cargos medios. Ni siquiera es patrimonio de sus militantes. El PSOE, como institución democrática de cambio social de este país, es un instrumento de la sociedad española. Y, particularmente, de todos esos ciudadanos y ciudadanas demócratas con convicciones sociales, progresistas que confían en los valores de la libertad, la igualdad de oportunidades y la justicia social, que definen al PSOE. Ciudadanos que, por cierto, somos la amplia mayoría social de este país.

Abrir de par en par el partido. ¿Cómo se hace?

Seguramente sea preciso celebrar internamente un congreso extraordinario que, ante una crisis así, dé voz a la militancia del partido y sirva para renovar la legitimidad y autoridad que precisa la estructura de la organización, hoy viciada por quienes participaron en su designación y definición.

Y también será necesario, en futuros procesos, dar un paso contundente de apertura con la elección de los liderazgos para las instituciones de forma abierta y participada por la sociedad progresista española, como ya se ha hecho con éxito en algunos territorios. No hay liderazgo político sin liderazgo social.

Más allá de que esas medidas se afronten en el futuro hay que abrir ya el partido de forma real y profunda. Propongo convocar a la sociedad española a la celebración de una conferencia política abierta, para escuchar e incorporar la visión progresista y social de la sociedad civil articulada y de la ciudadanía de nuestro país.

Una conferencia real. No de focos, anuncios y confeti. No para dar mítines y aplaudir. Sino para escuchar.

Una convocatoria abierta a todo tipo de entidades, colectivos y también a la participación individual. Con un plazo amplio de inscripción. Y que distribuya la participación en mesas y talleres en torno a tres grandes campos de trabajo:

—lucha en prevención de la corrupción.

—participación social y ciudadana.

—nuevos derechos y deberes de las personas.

Una conferencia con las direcciones del partido de todos los niveles presentes, dando la cara y escuchando. Y todo con emisión abierta y acceso libre.

Estando en el peor momento de credibilidad en décadas, la única forma de recuperar confianza, simpatía y camino compartido con amplias mayorías sociales es escuchando, dando participación y poniendo en manos de la ciudadanía progresista de este país la reflexión de por dónde debemos ir.

Se trata de poner en marcha una iniciativa revolucionaria de transparencia, rendición de cuentas, fiscalización, escucha activa y participación social y política. Callar y escuchar.

Abrir un espacio de colaboración así revitaliza la confianza en la sociedad civil como uno de los pilares esenciales de la democracia. También permite al PSOE evitar caer en posiciones sectarias y recuperar la capacidad de dirigirse y representar a amplios sectores de la sociedad española. La vocación de mayorías. Respetar y escuchar a todo el mundo es un paso esencial si quieres aspirar a liderar y representar a todos/as. Lo saben bien los alcaldes y alcaldesas.

Algunos retos y oportunidades que implica esta apertura

Hacer un ejercicio de cercanía y accesibilidad como la convocatoria de un proceso de conferencia política abierta conlleva esfuerzos y riesgos que habitualmente no se asumen en política.

Salir de ese espacio de seguridad habitual y exponerte sin filtros al escrutinio y reivindicación de la sociedad exige, al mismo tiempo, renunciar por un lado al dogmatismo partidario y contar, por otro lado, con mucha confianza en uno mismo y en los valores y la coherencia del proyecto que se defiende para hacer mejor la vida de la gente.

Esta actitud y planteamiento abierto va a ser también clave en la lucha contra el populismo y la radicalidad, que es el principal reto que hoy tiene la democracia y que debería tener también el PSOE.

Mi opinión es que no se gana al populismo con más populismo. Ni a la radicalidad con más radicalidad. Al revés, así se les alimenta. Al populismo se le gana respetando a la gente, piense lo que piense y vote lo que vote, y entendiendo sus expectativas en la vida y sus frustraciones. Se gana al populismo y a la radicalidad escuchando, también a quienes piensan diferente, en espacios como el de la conferencia política abierta que se plantea. Y se gana al populismo dando la cara y siendo honestos y coherentes hasta las últimas consecuencias.

Conclusión

Existe la opción sencilla y tentadora de encerrarnos en nosotros mismos y cerrar filas los cuadros aplaudiendo mucho y muy fuerte. Algunos honestamente y de forma legítima piensan que esto es lo mejor en tiempos de crisis. Y es respetable y comprensible.

Pero dada la importancia y gravedad de lo que estamos viviendo, mi opinión es que hay que abrir el partido de par en par y ofrecer caminar de la mano de la mayoría social, progresista y demócrata de este país. Esa es la mayor fortaleza que podemos tener.

Un proceso de apertura a través de esta conferencia política, social y ciudadana no debe ser simplemente un hito en sí misma. Se trata de dar un paso sólido y poner un buen cimiento para desarrollar una nueva forma de relacionarse y participar con la sociedad civil y con la ciudadanía en el futuro. Consolidando una relación abierta, participativa, honesta y coherente.

Somos el único partido de España que puede hacer esto. Hagámoslo.