La Audiencia Provincial considera culpable de un delito fiscal al antiguo entrenador del Real Madrid pero le absueve del segundo ilícito contra la Hacienda Pública del que estaba acusado
La Fiscalía pide casi cinco años de cárcel para Carlo Ancelotti por defraudar un millón de euros
La Justicia ha impuesto un año de cárcel a Carlo Ancelotti, seleccionador nacional de Brasil y hasta hace unos meses entrenador de Real Madrid, por defraudar casi 400.000 euros en 2014. Los magistrados de la Audiencia Provincial entienden que ese año, su segunda temporada como entrenador en España, actuó con “voluntad consciente de eludir el pago de impuestos” derivados de sus derechos de imagen usando “mecanismos artificiosos de creación de una estructura societaria”.
La Fiscalía llegó a pedir casi cinco años de presidio para él. La condena del técnico no implica su entrada obligatoria en prisión: no tiene antecedentes penales y el Real Madrid ya pagó sus deudas en su nombre, casi millón y medio de euros en total.
El que fuera entrenador del Real Madrid hasta el pasado mes de mayo se sentó en el banquillo de la Audiencia Provincial de la capital bajo la misma acusación que varias decenas de futbolistas en los últimos años: tributar el dinero de sus derechos de imagen de manera ilegal y dejar de pagar impuestos. En su caso, acusado de usar un “complejo societario” para conseguir que en sus dos primeros años como técnico en Valdebebas, entre 2014 y 2015, la declaración de su IRPF saliera a devolver omitiendo sus ingresos por derechos de imagen. Más de millón y medio que en esos dos años el club pagó a una sociedad británica y no personalmente al entrenador.
Ese primer año 2014, declara probado la Justicia, Ancelotti no rindió cuentas por los 1,2 millones que ingresó por derechos de imagen, dejando de pagar 386.000 euros por su IRPF, teniendo en cuenta que ese año Hacienda incluso le devolvió casi 40.000 euros. Las acusaciones sobre la operativa similar desplegada un año después no son delito, explica la Audiencia Provincial, porque ese año ya no vivió todo el tiempo en Madrid ya que abandonó España en mayo para instalarse en Inglaterra y posteriormente firmar con el Bayern de Munich.
Los jueces dicen sobre Ancelotti lo que han dicho en múltiples sentencias de casos similares de futbolistas. Que el técnico montó un “entramado de sociedades” para ceder sus derechos de imagen con un objetivo: “Eludir el pago tributario” de esos ingresos. Durante el juicio, Ancelotti defendió no saber nada de esas empresas vacías que canalizaron sus ingresos, pero los jueces destacan que firmó todos y cada uno de los documentos. “Participó en la redacción del contrato”, destaca el tribunal.
Lo hizo “de forma intencionada”
En sus declaraciones fiscales, zanjan los jueces, no incluyó sus ingresos por derechos de imagen “de forma intencionada”. Esas sociedades se constituyeron “con la finalidad de eludir el pago de los impuestos a los que venía obligado como persona física”. Una de esas empresas estaba radicada en las Islas Vírgenes, un opción fiscal mucho más favorable que haber pagado el IRPF o el Impuesto de Sociedades en España. El Real Madrid, destaca la sentencia, sí tributó “cumplidamente” por la parte de los derechos de imagen de Ancelotti que explotaba el club, la mitad en total.
El segundo delito fiscal tenía que ver con la misma gestión de sus derechos de imagen pero con un detalle: decidir si ese año vivió bastantes días en España como para considerarle residente fiscal en Madrid. Ese año, poco después de quedarse fuera de las finales de la Champions y la Copa del Rey, así como de perder las opciones de ganar la Liga, Ancelotti dejó el Real Madrid y se trasladó a Londres en mayo. Pasó más de 183 días de ese año en el extranjero.