La tecnológica estadounidense desplegará su segundo cable trasatlántico entre España y Estados Unidos, el cuarto en total que cubre esta ruta de manera directa
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Un nuevo cable submarino de fibra óptica unirá la ciudad de Santander con la de Palm Coast, Florida (EEUU). Así lo ha anunciado este miércoles Google, que ha bautizado la infraestructura como Sol. La empresa estadounidense refuerza así su infraestructura transatlántica apenas cuatro años después de la puesta en marcha de Grace Hopper, su primer cable entre España, Reino Unido y EEUU.
Sol tendrá puntos de paso en Bermudas y el archipiélago de las Azores. El nuevo cable será la pareja de Nuvem (nube, en portugués), otro sistema de este tipo que la multinacional anunció en 2023 entre Portugal, Bermudas y Estados Unidos. Ambos crearán una doble ruta física que mejorará la resiliencia de su red global: si una ruta falla, la otra puede asumir la carga de tráfico. Se espera que Nuvem entre en servicio en 2026 y Sol, entre 2028 y 2029.
Pese a ser infraestructuras poco conocidas, los cables submarinos de fibra óptica son claves para el Internet global. A través de ellos circula aproximadamente el 95% del tráfico de datos del mundo. Sol será la cuarta línea directa entre España y EEUU, tras el citado Grace Hopper (nombrado en honor de una prestigiosa matemática estadounidense), Marea (propiedad de Meta y Microsoft) y Anjana (también de Meta, aunque aun en construcción).
Los tres anteriores están anclados a España a través de Sopelana, en el área metropolitana de Bilbao, siendo Sol el primero que entrará por Santander. “Su implantación atrae inversión, talento y empresas tecnológicas, además de generar empleo y posicionarnos como una ciudad preparada para el teletrabajo”, ha afirmado Gema Igual, alcaldesa de la capital cántabra.
El cable se fabricará en EEUU y luego se tenderá a través de embarcaciones especiales que lo depositarán sobre el lecho del Atlántico. Google se apoyará en la firma española de infraestructuras digitales Telxius, propiedad de Telefónica, para la conectividad en el lado español. “Se trata de un hito extraordinario que impulsará la conectividad transatlántica con mayor capacidad, fiabilidad y resiliencia”, ha declarado Mario Martín, consejero delegado de Telxius.
El anuncio refuerza el papel como nodo emergente en la economía digital de España, donde la propia Google ha instalado su centro de conectividad para el sur de Europa apoyado en la pareja de baile terrestre de los cables: los centros de datos. Es la misma decisión que han tomado Microsoft, Amazon o IBM. Las dos primeras han anunciado inversiones de decenas de miles de millones de euros para construir grandes bases de centros de datos en Aragón.
Estas infraestructuras resultan esenciales para la circulación de datos, el desarrollo de la inteligencia artificial y la prestación de servicios digitales tanto a empresas como a administraciones públicas, aunque han generado inquietud por su consumo de agua y energía. Las multinacionales aseguran que los centros ubicados en España utilizarán nuevas tecnologías para reducir el consumo de agua, mientras que el Gobierno está preparando una regulación especial para ellos que asegure que la electricidad que consumen provenga de fuentes sostenibles.