El Disseny Hub Barcelona desvela en ‘Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño’, la explosión creativa en el diseño, tanto gráfico como industrial, que tuvo lugar en los años de presidencia del líder chileno
Jorge Otero, experto en conservación: “El riesgo de daños en el traslado de las pinturas de Sijena es muy real”
“El periodo de Allende en Chile puede compararse con la II República en España en lo que respecta al esfuerzo por cambiar la sociedad de arriba abajo, no solo a través de las estructuras de poder, sino también de la concienciación de la población y la mejora de sus condiciones, y para ello se apostó por el poder transformador del diseño”. La frase, que refleja la importancia de la figura del líder chileno, la dice Xavier Marcé, concejal de Cultura del ayuntamiento de Barcelona.
Lo asevera durante la presentación de la exposición del Disseny Hub Barcelona (antes Museu del Disseny) Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño, una muestra que refleja el sorprendente florecimiento del diseño industrial y gráfico chileno al calor de los proyectos del gobierno socialista para cambiar el país tanto en el plano social como en el cultural, el económico, el educacional o el sanitario.
Se trata de una exposición de 250 piezas que van desde los carteles de las distintas campañas que lanzaba el gobierno –y que se pegaban en los muros con cola–, hasta las carátulas de los discos que financiaba la Discoteca del Cantar Popular (DICAP), perteneciente a las Juventudes Comunistas de Chile, pasando por objetos como muebles, un tocadiscos o una calculadora.
Reproducciones y originales salvados tras el golpe
La mayor parte son reproducciones de los objetos originales, de los que se conservan unas pocas unidades. Muchos de los diseños tuvieron una mala conservación o bien terminaron destruidos, la mayoría de ellos por el paso del tiempo o directamente por los militares tras el golpe de estado del general Pinochet.
Afiches antifascistas en la exposición ‘Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño’, que ‘, que tiene lugar en el Disseny Hub Barcelona
Hugo Palmarola, profesor asociado de la Escuela de Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC Chile) y uno de los comisarios de la muestra, explica el caso de “un conjunto de afiches [carteles] que Salvador Allende tenía que inaugurar el mismo 11 de septiembre de 1973 en la universidad y que estaban pensados para concienciar en la lucha contra el fascismo”.
Tras la exposición de los 18 carteles, 500 copias de cada uno serían distribuidos por todo el país en sacas, pero ese mismo día llegó el golpe de Pinochet y las copias fueron todas quemadas. “Excepto una de las sacas, que alguien escondió en un altillo y ha conseguido llegar hasta hoy”, matiza Pedro Ignacio Alonso, otro de los comisarios, arquitecto y también vinculado a la PUC Chile. Alonso destaca que las reproducciones de los afiches se pueden ver en su totalidad en Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño.
La fascinate sala Cybersyn
La tercera comisaria es la investigadora del Massachusetts Institute of Technology (MIT) Eden Medina. La institución estadounidense ha colaborado con la universidad chilena en la reproducción de algunas de las piezas más complejas, como los asientos con botones de la sala Cybersyn.
Sala de operaciones de Cybersyn, Área de Diseño Industrial INTEC, 1973. Reconstrucción de 2023.
Esta habitación de estilo space age, que recuerda a la estética de una cabina de la película 2001: A Space Odyssey, fue ideada como centro de control de la economía chilena, aunque solo se hizo un prototipo pensado para ubicarlo en el Palacio de la Moneda.
“La idea era poder visualizar en grandes pantallas los datos de la economía de las distintas empresas chilenas a través de los botones y poder así tomar decisiones gubernativas”, explica Medina, que destaca lo avanzado y visionario del proyecto a principios de los años 70. Los botones del respaldo de los asientos servían para ir seleccionando los distintos sectores empresariales a estudiar.
Un medidor de leche en polvo como símbolo de ‘la revolución’
Pero para Hugo Palmarola, el espíritu de aquellos tres años de explosión del diseño en todas sus variantes se puede resumir en una simple cuchara de plástico blanco que sujeta en la mano. “Es un medidor de leche en polvo”, aclara para proseguir explicando que no se trata simplemente de un diseño bonito y funcional, sino que “fue pensado para combatir la desnutrición infantil”.
El medidor tenía la función de dar las dosis exactas de leche en polvo que precisa un bebé: “Es fácil de usar y de guardar, así que contribuía a que las madres no se olvidasen de suplementar a sus hijos y de este modo a reducir la mortalidad infantil, que era muy elevada entre las clases pobres”, resume el comisario. “Se trataba de aprovechar al máximo el poder transformador del diseño” apostilla su colega Alonso.
Mobiliario infantil diseñado para guarderías públicas en la exposición ‘Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño’, que ‘, que tiene lugar en el Disseny Hub Barcelona
Alonso también destaca de la exposición su simbólico inicio, con dos piezas tan características como la carátula del disco Canto al Programa, del grupo de folck Inti-Illimani, diseñada, como tantas otras carátulas y carteles de aquel periodo por la Agencia Larrea, liderada por Vicente y Antonio Larrea y Luis Albornoz.
Junto a la carátula, los comisarios han situado la citada cuchara medidora de dosis de leche en polvo. Asegura así Alonso que esta conjunción pretende explicar la amplitud de la función de diseño en la era de Allende: tanto buscaba alimentar espiritual y culturalmente, como hacerlo físicamente. Y concluye: “El diseño buscaba preparar el país para el niño nuevo que debía nacer en una sociedad transformada”. Una sociedad que mirase al progreso, la nutrición, la educación y la independencia tecnológica entre otros muchos retos que se vieron frustrados por el golpe militar.
Siete ámbitos en una sola panorámica
Por su parte, Eden Medina agrega que la exposición se divide en siete ámbitos y que su distribución está pensada para que “se vean todas las piezas de la exposición de una sola mirada panorámica, con la intención de poner en evidencia la riqueza de formas del diseño en aquellos tres años”. Así, los ámbitos se suceden en las paredes de un gran cubículo en cuyo centro se sitúa la reproducción de la sala Cybersyn creada por PUC Chile y el MIT.
El primer ámbito se centra en la administración de la economía, y tiene como pieza estrella la citada sala Cybersyn, a la que el público puede acceder e incluso sentarse en sus galácticos sillones y apretar los botones de sus respaldos, que emiten mensajes para las pantallas principales.
El segundo ámbito se denomina Cómo llamar a la acción colectiva y muestra la gran producción de cartelería destinada a motivar a la población al trabajo o la defensa frente a los sectores contrarrevolucionarios. Destacan los trabajos de la Agencia Larrea, con su estilo gráfico característico. La mayor parte son reproducciones e incluso algunos afiches solo se conservan en viejas fotografías que los muestran pegados en las paredes. A partir de dichas imágenes se ha podido conocer su contenido original.
Carteles de la exposición ‘Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño’, que ‘, que tiene lugar en el Disseny Hub Barcelona
El tercer ámbito versa sobre la nutrición de la infancia y en él se encuentran los distintos diseños de medidores de leche en polvo, así como campañas de concienciación de las madres para que suplementen a los niños e incluso los vacunen.
Las carátulas de la música chilena
El cuarto ámbito es el que refiere a la ya citada Discoteca del Cantar Popular (DICAP) y todas sus producciones, que se resumen en numerosas carátulas de discos expuestas, desde la célebre foto de Víctor Jara que ilustrara El derecho a vivir en paz, hasta diseños de corte psicodélico para discos de Ángel Parra o la Orquesta Riverside. Junto a las carátulas se expone el proyecto para un tocadiscos portátil de distribución popular que nunca se llegó a fabricar.
Una muestra de carátulas de la Discoteca del Cantar Popular en la exposición ‘Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño’, que ‘, que tiene lugar en el Disseny Hub Barcelona
El quinto ámbito se centra en reducir la dependencia tecnológica, y muestra los numerosos dispositivos ideados por el área de diseño industrial del Comité de Investigaciones Tecnológicas de Chile, todos ellos pensados con una filosofía opuesta a la obsolescencia programada imperante hoy en día. Desde muebles a calculadoras, televisores, autos o el citado tocadiscos populares pueden apreciarse en imágenes.
Prototipo de tocadiscos en la exposición ‘Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño’, que ‘, que tiene lugar en el Disseny Hub Barcelona
El sexto ámbito hace referencia a los planes de fomento de la lectura a través de libros y revistas para reducir el analfabetismo. A este respecto, la editorial estatal Quimantú distribuyo más de once millones de ejemplares en sus tres años de vida. Y, finalmente, el séptimo apartado de Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño se centra en las propuestas de nuevos pictogramas, señales y logotipos para la convivencia en espacios públicos.