La salida de Santos Cerdán de la primera línea del PSOE tuvo un efecto inesperado: dejó a Junts, el socio más complicado del Gobierno, sin su principal enlace con los socialistas. Pero, mientras ambas formaciones buscan un sustituto, por el momento ha sido el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero quien ha adquirido este papel, con el objetivo de dar continuidad a los contactos que el PSOE y Junts celebran periódicamente en Suiza.

Según confirman fuentes socialistas, Zapatero ya ha celebrado varias reuniones con Carles Puigdemont y su equipo, aunque por el momento consideran prematuro dar por seguro que el expresidente asumirá este rol de forma definitiva. La intervención del exdirigente ha servido para que el hilo de relación entre ambos partidos no se haya roto tras la fulminante salida de Cerdán, salpicado por el caso de corrupción en torno a Koldo García.

Entre los compromisos adquiridos por Pedro Sánchez a cambio de su investidura está la negociación entre partidos que Junts y el PSOE mantienen en Suiza, con reuniones mensuales a las que, en muchas ocasiones, había acudido el secretario general de Junts, Jordi Turull, y el propio Cerdán, y donde se había forjado una relación de confianza entre ambos. Por esta razón la formación independentista mostró su preocupación ante la destitución de Cerdán como secretario de organización del PSOE y urgió a Sánchez a buscar una nueva figura que no les generase anticuerpos.

Zapatero ya había tenido una participación importante en las negociaciones con Junts, hasta el punto de que los independentistas reconocen que fue, junto a Cerdán, uno de los hombres capaces de llegar al mínimo común en el complicado pacto por la delegación de competencias en inmigración. El propio expresidente ha reconocido su papel en la mediación con el independentismo y ha tenido palabras públicas elogiosas para Puigdemont.

En estos momentos Junts y PSOE siguen teniendo sobre la mesa varios temas de negociación, como la propia aplicación de la delegación de competencias en materia de inmigración a la Generalitat. En Junts también quieren que haya avances en la cuestión del reconocimiento del catalán en Europa, una tarea que hasta ahora se le ha resistido al Gobierno. De fondo, los independentistas también necesitan contar con un Gobierno favorable a la aplicación de la amnistía para Carles Puigdemont.