El comisario Eduard Sallent vuelve a sostener ante la magistrada que el expresident engañó a la policía autonómica para no ser detenido
Los Mossos limitaron a tres agentes la investigación sobre la fuga de Puigdemont sin incluir a cargos políticos
La vuelta y fuga de Carles Puigdemont el pasado 8 de agosto de 2024 no era una opción que contemplaban los Mossos d’Esquadra. Así lo ha reconocido ante la magistrada que investiga a tres agentes por colaborar con la huida del expresident el excomisario jefe Eduard Sallent, máximo responsable del fiasco policial más reciente del cuerpo autonómico.
Ante la magistrada del juzgado de instrucción 24 de Barcelona ha comparecido este lunes durante algo más de una hora el excomisario jefe de los Mossos durante el anterior Govern Eduard Sallent, a quien el nuevo Ejecutivo de Salvador Illa situó al frente de la región metropolitana Sur. Sallent ha esquivado las cámaras a su salida de la Ciudad de la Justicia abandonando el edificio por un conducto interno.
La fugaz aparición y fuga de Puigdemont en Barcelona del pasado 8 de agosto desembocó en un enfado del Tribunal Supremo y querellas varias de Alvise Pérez, Vox o Hazte Oír. La Justicia ha descartado por ahora imputar al antiguo conseller de ERC Joan Ignasi Elena y a su cúpula policial, incluido Sallent, como reclamaba la extrema derecha, y se centra tan solo en tres agentes por encubrir al expresident.
La investigación, que encara su recta final, afecta únicamente estos tres agentes y, a día de hoy, no ha puesto en cuestión el dispositivo de los Mossos pensado para arrestar al expresident y que no tuvo éxito.
Según han informado fuentes jurídicas, Sallent ha admitido que el operativo ideado por la policía catalana no contemplaba una huida de Puigdemont, que fue justo lo que ocurrió. Lo que esperaban los Mossos de un expresident que llevaba siete años fuera de España por riesgo de ser detenido era que se dejara arrestar a su vuelta a Barcelona.
Sin llegar a la bronca pública que echó al expresident hace un año, cuando todavía era máximo responsable policial del cuerpo, Sallent ha vuelto a arremeter en su declaración judicial contra los “engaños” que perpetró Puigdemont a los Mossos, como irse a la zona protegida por una carpa bajo el Arc de Triomf para que no ser detectado por el dron policial.
Según Sallent, se había dado instrucciones a los agentes que participaron en el dispositivo sobre cómo arrestar al expresident, y ante las dificultades para hacerlo ante decenas de sus seguidores, los Mossos decidieron que el mejor momento sería dentro del parque de la Ciutadella (donde se encuentra el Parlament), que estaría cerrado al público.
El exjefe de los Mossos no ha sido, en cambio, tan rotundo, cuando ha sido preguntado sobre si los tres agentes imputados pudieron tener conocimiento del dispositivo para arrestar a Puigdemont, un extremo que no ha descartado. También ha dicho desconocer si hubo contacto con el Ministerio del Interior para controlar las fronteras tras la huida.
En su informe del caso, Sallent admitió que los Mossos pensaron que Puigdemont intentaría entrar en el Parlament para asistir al pleno, como había anunciado, y no previeron la “maniobra de distracción” del expresident.
Pese a la falta de detalles, por ahora solo ha prosperado esta investigación que la propia policía catalana tras el fracaso de su operativo para detener a Puigdemont el día del debate de investidura de Salvador Illa. Las pesquisas de los Mossos excluyeron los cargos políticos de Junts que estuvieron todo el día con Puigdemont. El expresident, que había prometido acudir al debate de investidura, se limitó a dar un breve discurso bajo el Arco del Triunfo para a renglón seguido subirse a un coche y huir de nuevo a Bélgica.
La falta de concreción de las pesquisas ha llevado a la entidad ultracatólica Hazte Oír, que ejerce la acusación popular del caso, a pedir una nueva batería de pruebas a la magistrada. La juez, sin embargo, ha rechazado llamar como testigos al president en funciones de la Generalitat el pasado mes de agosto, Pere Aragonès; al presidente del Parlament, Josep Rull; al exconseller de Interior Joan Ignasi Elena; y al exdirector general de los Mossos Pere Ferrer.