Miles de personas salieron a las calles el pasado 18 de mayo en Canarias para reivindicar que las islas tienen un límite. Este sábado, en la segunda jornada del Festival de las Ideas y la Cultura de elDiario.es, expertos en Geografía y Turismo han conversado sobre la importancia de repensar el modelo turístico en plena emergencia habitacional. En esta mesa, moderada por el periodista de Canarias Ahora Toni Ferrera, han participado Carla Izcara, investigadora sobre turismo en Alba Sud; Carmen Ginés de la Nuez, doctora en Geografía y docente en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; y Jaime Jover, doctor en Geografía.

»Hemos perdido el foco de crear territorios habitables y no destinos turísticos», ha señalado Carla Izcara. En esta línea, Carmen Ginés de la Nuez ha puesto como ejemplo de la gentrificación el caso de Guanarteme, un barrio de la capital de Gran Canaria. »Hace unos años no era un barrio codiciado, pero se han ido produciendo procesos de renovación urbana que han convertido antiguas parcelas en grandes edificios, coincidiendo con momentos económicos como el boom inmobiliario, que va quitando a los residentes la posibilidad de vivir en su barrio», explica.

La expulsión de los residentes de sus barrios es también emocional. »Todos los elementos simbólicos que me ataban a él han desaparecido o lo han reconvertido», indica Ginés de la Nuez. Esto se suma a los cambios en el modelo turístico, en el que los visitantes ya no buscan solo sol y playa, sino también integrarse en lo local. »Eso hace que las actividades económicas y comerciales se vayan orientando hacia ellos y desaparezcan para la población local. El residente se siente un extraño en su propio barrio», añade.

En el caso de Barcelona, el turismo de masas comenzó a impulsarse a raíz del proyecto de los Juegos Olímpicos de 1992. Ahora, »es una ciudad más dentro de este mapa de ciudades turísticas globales» donde »se ha priorizado el beneficio de unos pocos frente a la apuesta por la vida plena de los ciudadanos».

Respecto a la relación entre la crisis de vivienda el turismo de masas, Jaime Jover explica que, en muchas ciudades del mundo, se ha retrotraído vivienda del mercado residencial para pasarlo al mercado turístico. »No me gusta hablar de vivienda vacacional, porque no es vivienda, eran pisos y casas que tenían un uso residencial y han pasado a ser un negocio, dándoles un uso comercial turístico», ha matizado. »Tenemos un stock de viviendas destinadas al turismo, no se construye más vivienda, y la demanda sigue estable: es la tormenta perfecta», ha resumido Jover.

»Hay que replantearse que tenemos que decrecer turísticamente y replantear también las condiciones estructurales de la propia economía turística, que es profundamente desigual», ha añadido. Asimismo, ha recordado que la población residente no se está beneficiando directamente del sector. »Incluso las personas que trabajan en esa economía, están muy precarizadas», ha concluido.

El turismo popular

La investigadora Carla Izcara apunta que es clave poner el foco en el decrecimiento turístico, pero también pensar en el turismo »en otros marcos». Así, ha compartido una propuesta que sitúa a la población local como sujeto turístico, impulsando las actividades que se desarrollan en los sectores populares y en las que participa la mayoría de la población. »Hay que tener en cuenta que un 45% de la población no puede permitirse salir de su casa ni una semana de vacaciones», recuerda Izcara.

»Hay que invertir atendiendo a las necesidades de este grueso de la población. Nuestras propuestas turísticas van más allá del turismo, tienen que ver con la intervención en los espacios públicos, generar espacios que se puedan habitar y que sean seguros. Infraestructuras de cuidados, transporte público… Hay que hacer propuestas turísticas también para la mayoría de población que no está pudiendo disfrutar de sus territorios», ha concluido la investigadora.