Giro en la construcción de una noria gigante para Madrid. Los promotores del proyecto que el Gobierno de Almeida apostaba por ubicar inicialmente sobre el parque Tierno Galván están buscando otra localización en la ciudad ante la negativa respuesta vecinal en la zona de Arganzuela que cosechó la idea cuando fue hecha pública hace unos meses.

El objetivo de los promotores es que la noria se pueda construir en otros terrenos del término municipal, con potencial suficiente para albergarlo y a ser posible lejos de donde se hayan construido ya viviendas, trasladan a este periódico fuentes del Madrid Foro Empresarial, entidad que propuso la idea de la noria en el sur de la capital para descongestionar el turismo actual, muy orientado al centro. “Buscamos un sitio sin vecinos, pero con futuro”, indica Hilario Alfaro, presidente de la entidad.

Según los detalles del proyecto que fue avanzado en marzo por Somos Madrid, la noria planificada alcanza los 260,40 metros de altura, equivalente a un edificio de 62 plantas y diez metros más elevada que la más alta del mundo actualmente, situada en Dubai. A diferencia de esta, tendría forma de elipse y albergaría decenas de cabinas, además de un innovador mirador de varios pisos en su parte central, con una superficie equivalente a la de una pista de tenis. El proyecto, que incluye una llamativa iluminación nocturna, es del estudio de arquitectura de Carlos Rubio y el grupo inversor que lo levantaría se mantiene de momento oculto.

El edificio contaría con un restaurante de dos plantas a la altura de los pisos 40 y 41, un puente mirador en la 46, cocina y vestuarios en la 39, además de ascensor, escaleras, aseos y un sótano destinado a los accesos, las taquillas, el control y una tienda. En total, serían necesarios unos 13.000 metros cuadrados de edificabilidad en altura, de los que unos 3.000 corresponderían a los espacios de ocio y otros 3.500 bajo rasante para las zonas de embarque a las cabinas, taquillas, tienda y otros servicios.

Según las cifras ofrecidas por sus impulsores, la noria gigante crearía unos 500 puestos de trabajo directos y podría convertirse en realidad en tan solo dos años a partir de la puesta a disposición de los terrenos, convirtiendo su entorno en un importante polo de atracción. Desde Madrid Foro Empresarial consideran que su construcción podría ser un revulsivo para el turismo de Madrid, a la vez que recuerdan que el recinto privado más visitado de Londres es el London Eye, que cuenta con la mitad de altura de lo que podría alcanzar la atracción madrileña.

Ahora, la búsqueda de una parcela alternativa llega en un momento en el que el proyecto valora también salir de la Comunidad de Madrid en el caso de no encontrarla o incluso de España, ya que Marruecos ha mostrado interés en la idea, explican en Madrid Foro Empresarial, entidad que reúne a 350 compañías con intereses en la región y que elabora propuestas independientes a las instituciones.

Recreación de la noria gigante planificada para Madrid

La idea de construir una gran noria en Madrid parte del año 2020 cuando Begoña Villacís hizo pública esta oportunidad cuando era vicealcaldesa. En aquel momento, el consistorio barajó que estuviera situada en el entorno de Madrid Río, también en el distrito de Arganzuela. Por aquel entonces la propuesta llegó de la mano de una empresa privada valenciana, Circular View, después de que su proyecto no hubiera sido acogido en Valencia. Los promotores prometían entonces generar 1.500 puestos de trabajo en la construcción de la noria, además de otros 500 en el complejo y 3.000 empleos indirectos.

Rechazo vecinal en un parque con muchos eventos

La idea de la mayor noria del mundo no fue acogida bien por los vecinos del entorno del parque Tierno Galván. Buena parte de ellos ya estaban movilizados en contra de los eventos que venía acogiendo esta zona verde que consideran el pulmón de Arganzuela. El anuncio de que también les tocaría la noria después de los conciertos de varios festivales y de la Naturaleza Encendida, actividades que cortan los accesos al parque durante varias semanas, terminó de colmar su paciencia.

Una recogida de firmas puesta en marcha cuando se conoció la posibilidad de que la noria recalara en su parque ha conseguido reunir casi 15.000 rúbricas, lo que ha originado dudas al Ayuntamiento de Madrid sobre si este lugar podría ser el mejor para ubicar la atracción.

“Ni el barrio, ni quienes lo habitamos necesitamos el exceso de luz, de ruido ni de aglomeraciones que esta noria traería consigo. Para eso ya está la Gran Vía, su tráfico, sus letreros luminosos y sus calles atestadas de gente” explicaban sobre las razones de su rechazo a la llegada de un elemento turístico tan potente en un barrio de carácter eminentemente residencial.

El Ayuntamiento de Madrid, por su parte, no ha confirmado ni desmentido que se barajen otras opciones al Tierno Galván para la noria más grande del mundo. De momento, su área de Urbanismo explica que no ha habido cambios desde que encargó un estudio geotécnico hace casi un año para comprobar si esta zona verde de Arganzuela era apta para recibir el proyecto. Gastó en él 58.628,95 euros.

El estudio técnico concluyó que la infraestructura era viable, según los detalles de las prospecciones geológicas a los que tuvo acceso en exclusiva Somos Madrid. El subsuelo del parque es perfecto para la cimentación de la noria por su grosor y resistencia. Tampoco se encontraron servicios, infraestructuras y organismos que pudieran verse afectados por la ejecución de la noria. Sí que sería necesario, sin embargo, modificar el Plan General de Ordenación Urbana para cambiar el uso actual de zona verde singular por otro que permita la construcción y su explotación económica consiguiente.

Lo que sí que se vería afectada sería la vegetación del parque. El estudio técnico avisaba que 294 árboles, la mayoría de ellos en buen estado, podrían verse comprometidos si se lleva a cabo la instalación, algo que ahora está más lejos que hace tres meses.