jueves, junio 26 2025

Los personajes racializados y LGTB se estancan en la ficción española y siguen en un segundo plano

El informe elaborado por el Observatorio de la Diversidad de Medios Audiovisuales (ODA) en base a las películas y series estrenadas en 2024 refleja un ascenso demasiado moderado en inclusividad

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La diversidad y la paridad se han estancado definitivamente en la ficción, que todavía dista mucho de reflejar la realidad de detrás de la pantalla. Pese a que la inclusión de personajes racializados y LGTB muestre porcentajes al alza que puedan invitar al optimismo, lo cierto es que el aumento apenas es considerable y abre un importante debate sobre lo lento que se está recorriendo el camino. Así lo refleja el informe elaborado por el Observatorio de la Diversidad de Medios Audiovisuales (ODA) en base a las películas y series estrenadas en 2024. En total, la muestra se ha compuesto por 1.870 personajes de 102 películas y 78 series.

De estas 1.870 figuras, 225 de ellas corresponden a personas racializadas. A pesar de que el total de personajes y de producciones analizadas ha crecido respecto al ejercicio anterior, el volumen global de representación apenas se ha visto modificado, situándose en el 12,03%, un nivel incluso inferior al de los dos años precedentes. Aunque ODA recalca que la bajada se debe más bien al aumento del número de producciones analizadas que en sí a una bajada de la cantidad de personajes, el estancamiento es mucho más precario, pues el número de personajes blancos sí que ha aumentado. Jazmín Beirak, directora general de Derechos Culturales, afirma que “la cultura es un derecho humano y todas las personas tenemos derecho a vernos representadas”.

El colectivo LGBTIQA+, por su parte, ha representado el 7,74% de los personajes en el cine (59) y el 11,73 % en las series (130). Esto supone un incremento respecto a 2023, cuando se contabilizaron 173 personajes queer frente a los 189 de este año, pasando así el porcentaje del 9,85% al 10,1%. Pero este avance, que es más bien moderado, es preocupante si se tiene en consideración el test de Vito Russo. Creado por el activista y cofundador de GLAAD que le da nombre, establece tres requisitos para evaluar la representación: que haya al menos un personaje LGTBI, que su relevancia sea significativa y que no se defina únicamente por su orientación sexual o identidad de género.


Fotograma de ‘Segundo premio’

Si bien en 2022 el 59,75% pasaban el test de Vito Russo y en 2023 la cifra descendía hasta el 40,46%, en 2024 lo pasan únicamente el 35% de los personajes queer, lo cual supone una bajada alarmante. “Persiste un marcado desiquilibrio en cuanto al papel que desempeña el colectivo en las narrativas audiovisuales”, señala ODA, agregando que “cuando se introduce un personaje LGBTIQA+, su trama apenas llega a desarrollarse con profundidad o complejidad”. Además, la ficción continúa estancada en lo relativo al tipo de historias que se cuentan del colectivo LGBTIQA+, siendo las más recurrentes aquellas relacionadas con la discriminación o el acoso.

En este discreto aumento de porcentajes, la representación lésbica también ha subido en el nuevo informe de ODA, pero tan solo concentrando al 3,1% del conjunto de personajes analizados —en 2023 suponía solo el 2,73%—. Asimismo, la interseccionalidad continúa su tendencia a la baja y cuenta con dos personajes que sean queer en cine: Unai en El bus da la vida y Sor Frasquita en La reina del convento. “En los grupos de visionado se comenta cómo la representación de la comunidad LGBTIQA+ en el audiovisual nacional de este último año revela una marcada tendencia de ignorar el componente de clase”, indica ODA, “proyectando a los personajes queer como parte de una clase media homogénea, en sintonía con el imaginario colectivo dominante”.

Desalentadora ambigüedad en el discurso bi

Hay cosas que no cambian, y entre ellas se encuentra la tónica habitual en la ficción de insinuar relaciones bisexuales sin que en ningún momento se lleguen a hacer explícitas. Es el caso de Segundo premio, como apunta el Observatorio de la Diversidad de Medios Audiovisuales, película en la que con dos de sus protagonistas, “además de insinuarse que podrían estar o haber estado enamorados, se explicita que llegaban a mantener relaciones sexuales en un trío con una antigua integrante de la banda”: “Ninguna de estas situaciones lleva a un planteamiento de la posible bisexualidad de ellos dos”. El informe refleja que el paraguas bi sigue invisibilizado en las películas y series.

Además, el caso de la bisexualidad femenina vuelve a ser diferente, y el lenguaje sobre lo bi es inexistente alrededor de las mujeres cuando su identidad se explora como algo esporádico y pasajero, lo cual imposibilita que se llegue a abordar el tema con profundidad y sea más difícil encontrar personajes femeninos bisexuales. Pero encontrar representación bisexual es más complicado todavía para los niños: en menores de 13 no aparece ningún personaje queer en general, lo que marca una problemática que se enfatiza a la hora de que ellos puedan buscar referentes a través de la ficción.

La situación es igual de crítica para los personajes trans, ya que representan el 1,12% del total de personajes analizados y un 9,33% del total de personajes LGBTIQA+. De hecho, en comparación con el año pasado, hay cuatro menos, pues hay 21 en 2024 frente a los 25 de 2023. Una vez más, ODA enfatiza que el porcentaje de representación ha bajado de forma notable debido a la existencia global de más personajes que han entrado en el análisis, pero no por ello deja de ser significativo. Asimismo, declara que “la representación de personajes trans en manos de intérpretes cis manda un mensaje a los espectadores que presenta lo trans como un disfraz”.


Una escena de la serie ‘Querer’ de Alauda Ruiz de Azua

Por otro lado, en 2024 ha descendido el porcentaje de mujeres tanto en cine como en series. En películas, ellas representan el 46,98% del elenco, frente al 47,04% que ocupaban el año pasado. En la ficción seriada el cambio es mayor, pues baja casi un punto, del 46,75%, al 47,66% de 2023. Desde ODA recuerdan que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las mujeres suponen en España el 51% del total de la población, por lo que siguen estando infrarrepresentadas en la pantalla. Asimismo, los personajes no binarios son absolutamente invisibilizados.

La edad continúa ofreciendo datos reveladores, ya que en la franja de 13 a 18 años vuelven a encontrarse más mujeres que hombres, sobre todo en series, pero en la de mayores de 50 años son ellos quienes predominan. En el lado positivo, destacan series como Querer de Alauda Ruiz de Azúa, que pone el consentimiento en el centro. De hecho, este año han aumentado las creaciones que, o giran alrededor de la violencia sexual, o la tienen como foco de tramas relevantes, por lo que aumenta la visibilidad a asuntos tan importantes.

Los cuerpos racializados siguen siendo mero acompañamiento

La inclusión de personajes racializados continúa siendo un decorado para las tramas de la mayoría de películas y series en las que aparecen. Tanto es así que, mayoritariamente, estos personajes no son protagonistas, sino meros personajes secundarios cuya participación no tiene peso real en el argumento. Es decir, si estos personajes no formaran parte de la trama, no se vería alterada en absoluto. “Muchas veces están ahí, pero, ni se les puede escuchar, ni tienen una capacidad de acción más allá de ser vistos”, señala ODA. Además, los latinos tienen más representación (44%), seguidos de personajes negros (22,67%), árabes (16,44%), asiáticos (9,33%) y gitanos (5,33%), que están desapareciendo de la gran pantalla.

No obstante, hay buenas noticias con el estreno de una serie que ha marcado el camino durante el pasado año, Dieciocho. Se trata de una producción de la plataforma pública RTVE Play que sigue a dos adolescentes, uno de ellos un menor migrante no acompañado en busca de papeles. Esta ha sido, además, la serie ganadora del premio ODA a la mejor ficción del 2024. Creada por Hammudi Al-Rahmoun Font, el informe destaca que “busca derruir prejuicios sobre la inmigración, algo fundamental en un momento sociopolítico de viraje hacia la extrema derecha en el que, desde los medios de comunicación, se promueven los discursos de odio hacia la población migrante”.

“El cambio solo es posible con una implicación de todas las partes”, comenta Ignasi Camós, director general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, que añade que hay que apoyar estudios como el informe de ODA porque “realiza una importante labor para que encontremos mecanismos que ayuden a conseguir un cambio real”. Jazmín Beirak, por su parte, advierte que “estamos en un momento difícil, en un contexto de ataques a la diversidad, y hoy es más importante que nunca defender todos los derechos”: “La diversidad debe ser una riqueza de perspectivas y hablar de la vida cotidiana. Este informe es clave para saber dónde golpear, no para romper, sino para acercarnos a una cultura plural y libre”.