jueves, junio 26 2025

Economía y balas para el ejército, las nuevas excusas para que los cazadores ‘siembren’ el campo con plomo tóxico

El lobby de la caza, que se opone a cambiar de munición, encuentran aliados en países que rechazan la prohibición europea de este metal por supuestos perjuicios a «sectores industriales» y al suministro militar

España propone a la UE alargar la vida de la munición de plomo de los cazadores que envenena los montes

El comité de la UE encargado de supervisar la aplicación del Reglamento de Compuestos Químicos se reúne este jueves para discutir la propuesta de prohibición del plomo, y tiene sobre la mesa los argumentos científicos y los económicos, sobre todo vinculados a la industria armamentista.

La ciencia no alberga dudas: “El plomo es uno de los metales tóxicos con mayor impacto. No existe un nivel seguro de exposición” por lo que su uso en la caza, tiro y la pesca “representa riesgos para la salud pública y ambiental”, dice la carta en la que más de 140 investigadores piden al Gobierno que se adopte la prohibición de este material propuesta por la Comisión Europea “sin moratorias ni excepciones”.

Sin embargo, los cazadores –que se oponen a dejar de utilizar plomo– han encontrado como aliado a un grupo de países que esgrimen supuestos perjuicios económicos y al suministro de munición para la defensa, para intentar desactivar la medida impulsada por Bruselas.

En el Consejo Europeo de Medio Ambiente del pasado 17 de junio, Eslovaquia lideró una ofensiva para que la Comisión “retire la propuesta” al considerar que “las restricciones son excesivas” por sus “incidencias desproporcionadamente negativas para la caza, la pesca y otros sectores industriales”. Chequia se unió al señalar que provocaría “interferencias en la fabricación de munición” para los militares; Italia subrayó este aspecto “en un momento crítico por la geopolítica”, al igual que Suecia, que señaló su “preocupación por el sector de la defensa”. Hungría remató que la normativa sería “preocupante por su impacto en la defensa y el sector policial”.

Lo cierto es que el vicepresidente de la Comisión, el francés Stephane Séjourné, ya había aclarado por escrito unos días antes que la prohibición “excluye todas las aplicaciones militares y de defensa y permite usar balas de plomo para tiro deportivo” por lo que, “la demanda de balas no se verá afectada”. Aun así, no hubo cambio de postura en esos estados.

Con este panorama, el comité de la UE encargado de supervisar la aplicación del Reglamento de Compuestos Químicos se reúne este jueves para discutir la propuesta de prohibición, según el orden del día.

En el Ejecutivo español parecen convivir dos posturas antagónicas y ambas expuestas en los foros comunitarios. El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, afirmó en el mismo consejo de junio que “España considera urgente” adoptar la medida y que los “datos científicos” avalan que “la protección de medio ambiente no debe ralentizarse”.

A finales de mayo, el ministro de Agricultura, Luis Planas, pidió que se estudiara una moratoria “de cinco a diez años” para aplicar la normativa y que el plomo siguiera disparándose para el “control poblacional” de jabalíes.

Fue esta postura defendida por Agricultura la que provocó la carta de los científicos. “El uso de munición de plomo usada en la caza en medio terrestre es un problema de salud ambiental”, describen investigadores de diversos centros del CSIC en la misiva. Cada año se diseminan 14.000 toneladas de metal tóxico en montes y campos. “El plomo acumulado año tras año no va a desaparecer, seguirá siendo plomo y una vez se haya disgregado el perdigón no hará más que contaminar suelos, aguas y la red trófica”, explican.

Sin embargo, los cazadores españoles acusan a los investigadores de las principales instituciones científicas de “profundo desconocimiento del sector cinegético”. La Federación Española de Caza ha emitido este martes un comunicado en el que apoyan al Ministerio de Agricultura y añaden que convertir la caza sin plomo “en una urgencia, o en una batalla ideológica a través de manifiestos valorativos y poco fundados sólo conseguirá enfrentar a los colectivos interesados y dificultar la aplicación”.

El proceso para tramitar la regulación europea responde en cierta medida a las afirmaciones sobre “urgencia” o “batalla ideológica”. La Agencia Europea de Compuestos Químicos (ECHA) identificó los riesgos de la munición de plomo para los ecosistemas terrestres el 12 de septiembre de 2018. Tras eso, la Comisión Europea encomendó a la Agencia que elaborara una recomendación sobre una posible restricción en julio de 2019. Las partes interesadas pudieron remitir sus evidencias hasta diciembre de ese año. El borrador de proposición para una prohibición de la ECHA se hizo en febrero de 2021. Tras varias fases de alegaciones, los comités de análisis socioeconómico y evaluación de riesgos respaldaron la proposición en noviembre de 2022. La Comisión Europea publicó el borrador de regulación sobre la munición de plomo en febrero de 2025. El periplo acumula siete años.

La comisaria de Medio Ambiente, Jessika Roswall, ha contestado a los reticentes que el asunto de las sustancias de riesgo “no es político. Es algo científico” y que la evaluación de riesgos “concluyó que existen [materiales] alternativos para la caza y la pesca”.

Si el ministro de Agricultura Planas ha sostenido que hay “un alto riesgo para la agricultura y la sanidad animal” si no se permite disparar con plomo para reducir las poblaciones de jabalíes y sus daños a la agricultura y como puerta de entrada de la peste porcina; el secretario de Estado de Medio Ambiente Morán mantiene que “el deterioro de la salud ambiental incide directamente en la salud humana. Un riesgo que no podemos asumir a la vista del conocimiento científico”

La carta del centenar de investigadores españoles remata: “Cuanto más se tarde en prohibir el uso del plomo en la munición de caza más contaminado estará nuestro medio ambiente, ya que la descontaminación de estos suelos será casi imposible”.