martes, junio 24 2025

El Gobierno aprueba la OPA de BBVA por Sabadell pero sin fusión entre los bancos durante tres años

El Consejo de Ministros mantiene las condiciones decididas por Competencia y exige la autonomía en la gestión de ambas entidades y no podrá realizar despidos en el marco de esta operación

BBVA: “No es el momento para que Sabadell venda TSB, debería esperar a que sus accionistas decidan sobre la OPA”

El Gobierno ha dado luz verde a la oferta de compra de BBVA por Banco Sabadell, pero exige a los bancos que no se fusionen durante tres años, para que sigan operando por separado. Mantiene, además, las condiciones que determinó la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Antes de esta decisión, el regulador del mercado bursátil, la CNMV, ha suspendido temporalmente la cotización de los bancos.

“El Consejo de Ministros ha autorizado la operación de concentración entre BBVA y Banco Sabadell”, ha apuntado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La aprueba, con la condición de que, en los próximos tres años, no haya la mencionada fusión. Es decir, tendrán que mantener personalidad jurídica y patrimonios separados y autonomía de gestión durante ese periodo de tiempo, con sus propios consejos de administración y objetivos propios.

Esta decisión del Ejecutivo llega cuando ya ha pasado más de un año desde que BBVA hiciese oficial su intención de comprar Sabadell y solo dos meses después de que el organismo supervisor de la competencia diese el visto bueno, pero con condiciones que el banco presidido por Carlos Torres aceptó. Por ejemplo, la CNMC exigió que el futuro banco formado por las dos entidades no cerrase en determinados municipios donde no hubiese otras entidades, no eliminase sucursales cuando no hubiese otra a menos de 300 metros. También, otras medidas vinculadas a la protección de clientes vulnerables.

Proteger a los trabajadores

“Al realizar la gestión de forma autónoma” cada banco “tiene el objetivo de maximizar su valor de forma independiente”, con la “especialización de los modelos, el vínculo con la clientela, con las pymes, la protección de la proximidad territorial”, ha explicado Cuerpo. “Con esto conseguimos preservar la inversión, la protección de los trabajadores y el mantenimiento de la plantilla”, ha ahondado. Y no puede haber despidos ni expedientes de regulación de empleo (ERE) ligados a la operación corporativa. “No podrá haber procesos específicos asociados a esta operación”, ha recalcado Carlos Cuerpo.

De esta forma, la OPA puede seguir su curso, pero BBVA y Sabadell seguirán siendo bancos con gestión independiente, al menos temporalmente. Cuando pase ese tiempo, el Consejo de Ministros evaluará si se amplía la duración de este requisito de independencia durante dos años más.

En resumen, puede haber OPA, los accionistas de Sabadell pueden decidir si venden las acciones una vez la CNMV apruebe el folleto de la OPA y BBVA se puede convertir en accionista de referencia de Sabadell, pero no puede solicitar la fusión de los bancos hasta dentro, al menos, de tres años. “Estamos hablando de la adquisición”, que depende de la Ley de Defensa de la Competencia, ha indicado Cuerpo. “La autorización o no de la la fusión vendría de que se pida”, después de que concluya todo el proceso de la OPA, pero “la entidad”, el BBVA, “estará habilitada para solicitar la fusión una vez se dé por cumplida la condición que estamos estableciendo”, ha argumentado Cuerpo. “Es una condición proporcional y equilibrada”, ha repetido en varias ocasiones.

También ha apuntado que “el Gobierno ha finalizado su intervención en este proceso de control de esta operación de concentración” y que “ahora le corresponde opinar al resto de actores, al BBVA si decide seguir adelante y a los accionistas del Banco Sabadell”, que si el BBVA mantiene la oferta, tendrán que decidir si venden o no sus títulos.

Criterios de “interés general”

El Gobierno ha explicado que la decisión de requerir que las entidades sigan operando de forma independiente obedece a “criterios de interés general”. En concreto, a cinco criterios. Por un lado, la garantía de un adecuado mantenimiento de los objetivos de la regulación sectorial vinculada al apoyo al crecimiento y a la actividad empresarial. También, la protección de los trabajadores, la cohesión territorial. Por otro, objetivos de política social relacionados con la obra social de las fundaciones, la protección del consumidor financiero y la vivienda asequible; y la promoción de la investigación y el desarrollo tecnológico.

“La autonomía en la gestión de su actividad se deberá concretar”, explica el Ministerio de Economía “al menos, en el mantenimiento de una gestión y toma de decisión autónoma en relación con las decisiones” que afecten a diferentes cuestiones, como la política de financiación y crédito, en particular a pymes; en la gestión de recursos humanos, la red de oficinas y servicios bancarios y la obra social a través de sus respectivas fundaciones.