domingo, junio 22 2025

«Mano de obra digital», el eufemismo entre ejecutivos para cambiar personas por inteligencia artificial

Un estudio global de Microsoft emplea este concepto para referirse a la automatización y recoje que está entre las prioridades inmediatas de los ejecutivos españoles

El algoritmo paternalista: “Se está generando una narrativa de que lo mejor es que la IA tome las decisiones”

No lo llaman automatización o reemplazo. Lo llaman “mano de obra digital” o “colegas digitales”, aunque se refieren a la introducción de la inteligencia artificial en la distribución de roles de trabajo. En concreto, para solucionar “el déficit entre las demandas del negocio y la capacidad máxima de los humanos por sí solos para satisfacerlas”, que también es un eufemismo para hablar de la imposibilidad de las personas de producir durante las 24 horas.

Esta terminología se usa en el último estudio a gran escala de Microsoft y Edelman, que incluye los datos extraídos de la plataforma de ofimática 365 de la multinacional y entrevistas a 31.000 ejecutivos —“vicepresidente, presidente, director, director ejecutivo, etc.” con “influencia en la toma de decisiones relacionadas con la contratación, presupuestos, beneficios de los empleados, comunicaciones internas, operaciones, etc.”— de 31 países, entre los que se encuentra España.

Los resultados muestran que los ejecutivos españoles son los que ven más prioritario contratar “mano de obra digital” de entre todos los encuestados (53% dice que será uno de sus principales objetivos en el próximo año), ocho puntos por encima de la media internacional y solo por detrás de Brasil (58%).

España es, además, uno de los pocos países donde los directivos otorgan más prioridad a fichar “trabajadores digitales” que a formar al personal humano para que aprenda a usar la IA: 53% frente a 51%. Donde caen respecto a la media es en la previsión de despidos: un 31% de los ejecutivos españoles contempla reducir plantilla ante el avance de la IA, un par de puntos por debajo de la media global.

Los agentes de IA

“En algunas funciones, el próximo nuevo fichaje podría no ser una persona, sino un colega digital”, señala el informe, que se centra en los agentes de inteligencia artificial. Estos “agentes” son sistemas de IA capaces de ejecutar tareas completas de forma autónoma, con una supervisión humana puntual. No se trata ya de asistentes como ChatGPT que responden a órdenes concretas, sino de entes digitales con capacidad de operar procesos de negocio de principio a fin.

El objetivo de las multinacionales tecnológicas (como Microsoft) es que las empresas puedan adaptarlos para que realicen funciones concretas dentro de sus organizaciones. Por ejemplo, un agente para atender las consultas de empleados sobre los procedimientos internos actualizados. El informe cita el caso de Wells Fargo, que ha desplegado un agente para 35.000 empleados de su servicio de atención al cliente. El tiempo medio para encontrar una respuesta de los empleados de este banco, uno de los más grandes de EEUU, ha pasado de diez minutos a treinta segundos.

Otro de los casos de éxito citados es el de The Estée Lauder Companies, que ha desarrollado un agente para identificar y consolidar las percepciones de los consumidores, que permite a sus equipos obtener información procesable al instante, evitando tener que revisar informes dispersos. Bayer, por su parte, utiliza un agente de IA en su departamento de I+D de Ciencias de Cultivo que ahorra 6 horas por semana a cada uno de sus trabajadores.

Jefes de agentes

El informe presenta a estos agentes como compañeros de equipo y habla de que cada empleado se convertirá en un “jefe de agentes”, responsable de dirigir y coordinar estas inteligencias artificiales como si fueran subordinados. En este modelo, el trabajo ya no gira en torno a departamentos humanos, sino a flujos automatizados que las personas deben supervisar, optimizar o directamente delegar por completo en la IA.

“Hasta ahora, las empresas se han construido en torno a la experiencia en dominios aislados en funciones como finanzas, marketing e ingeniería”, dice el informe. Ese modelo, con agentes capaces de realizar esas tareas en dominios aislados, quedará obsoleto, recalca. Lo sustituirá “un modelo dinámico y orientado a resultados donde los equipos se forman en torno a objetivos, no a funciones, impulsados por agentes que amplían el alcance de los empleados y permiten formas de trabajo más rápidas y de mayor impacto”.

“Los colegas digitales no son solo herramientas, son compañeros de equipo, capaces de iniciar acciones, gestionar proyectos y adaptarse en tiempo real”, insiste el informe: “Estos ‘colegas digitales’ equipan a los empleados con nuevas habilidades que ayudan a escalar su impacto, liberándolos para hacer un trabajo nuevo y más valioso”.

Un discurso a algunos les suena. “Uno de los mantras más empleados es que la automatización mediante la IA va a permitir que las personas deben tareas de poco valor para dedicarse a otras más valiosas. La realidad demuestra otra cosa: la IA aumenta el control, el ritmo y la carga de trabajo hasta que es capaz de hacer nuestro trabajo casi en su totalidad”, avisa José Varela, responsable de Digitalización de UGT.

“Llegados a este punto, primero empiezan las tensiones sobre salarios y tiempo de trabajo y luego, finalmente, llegan los despidos”, avanza.

Los despidos en las tecnológicas

A pesar de que el informe de Microsoft y Edelman se enfoca en resaltar cómo los agentes pueden aumentar las capacidades de los trabajadores en vez de sustituirlos, los datos muestran que el avance de la inteligencia artificial está suponiendo drásticos recortes de plantilla en el sector tecnológico.

Un análisis de RationalFX cifra en más de 90.000 los despidos en lo que va de 2025, con una previsión de sobrepasar los 235.000. Una tendencia que se suma a los 150.000 despidos que el sector contabilizó en 2024. La IA y la reestructuración de equipos debido a su impacto son el principal motivo de estos recortes.

Ejecutivos como Andy Jassy, director ejecutivo de Amazon, han hablado claramente de ello. “Necesitaremos menos personas realizando algunos de los trabajos que se realizan actualmente y más personas realizando otros tipos de trabajos”, afirmó este martes. “Es difícil saber con exactitud cómo se traducirá esto a lo largo del tiempo, pero en los próximos años, prevemos que esto reducirá nuestra fuerza laboral”, añadía.

Otros gigantes digitales han hablado abiertamente de automatizar con IA amplias divisiones de su negocio. En el caso de Meta, Mark Zuckerberg ha adelantado que planea que toda su división publicitaria (responsable del 98% de los ingresos de la compañía) se gestione mediante algoritmos generativos.

La propia Microsoft despidió a 6.000 personas en mayo, un 3% de su plantilla. Este miércoles, la agencia Bloomberg apuntaba que la multinacional está preparando “miles” de despidos más para este verano. La compañía, que está próxima a finalizar su año fiscal, ha rechazado hacer comentarios. En sus cuentas de 2024 Microsoft presentó un beneficio neto de unos 88.169 millones de dólares y este año ha ido mejorando sus cuentas por encima de las expectativas del mercado, cerrando su tercer trimestre en 74.599 millones.

Es una tendencia que ha comenzado en el sector tecnológico, pero que se extenderá por todos los sectores. “Las cifras que valoran este impacto cada vez convergen más: Google advirtió que en 2030 peligraban 1,3 millones de puestos de trabajo. La OIT [Organización Internacional del Trabajo] acaba de afirmar que, dentro de un lustro, se perderían 1,37 millones, de los cuales 970.000 serían de mujeres dedicadas a labores administrativas”, enumera José Varela.

“Si organizaciones de este calado comienzan a coincidir de tal manera, deberíamos empezar a creernos los peores augurios”, lamenta el sindicalista, que recalca que la revolución de los algoritmos está empezando a tomar forma con los agentes. “La AI agéntica es una velada amenaza, puesto que se inmiscuye en actividades de gran complejidad de hasta cuatro horas de duración”.

Adaptación

En España se han tomado medidas pioneras para controlar el impacto de la IA en el mercado laboral. Comenzando por la ley rider que más tarde emuló la UE y continuando con las auditorías algorítmicas, que buscan garantizar la transparencia y la supervisión humana en la toma de decisiones automatizadas dentro de las empresas y que el Ministerio de Trabajo quiere impulsar este 2025. Con todo, desde los sindicatos piden más apoyo “para no dejar a nadie atrás”.

“El objetivo es recualificar a millones de personas que no tienen las capacidades que exigirá un mercado de trabajo profundamente tecnificado”, indica Varela. Las Administraciones Públicas deben alcanzar acuerdos con los sindicatos para conformar una transición justa. Los Gobiernos deben empezar a concienciarse de que su ayuda, tanto a las personas como a las pequeñas empresas, tanto económicamente como mediante la sensibilización será fundamental“, añade.

El miedo de sindicatos y trabajadores es que los “colegas digitales” no necesitan nómina, vacaciones ni derechos laborales. Una ventaja competitiva para las empresas que se esconde tras eufemismos de automatización.