viernes, junio 20 2025

Sánchez va al choque con Trump y la OTAN por el gasto en defensa mientras espera una tregua en la crisis de Cerdán

El presidente rechaza el 5% del PIB antes de la cumbre de la Haya e intenta ganar tiempo en la búsqueda de una salida política al escándalo de corrupción

Sánchez rechaza en una carta al secretario general de la OTAN disparar el gasto militar al 5% como exige Trump

Pedro Sánchez no había afrontado desde que es presidente del Gobierno una sesión de control tan difícil como la de esta semana. El líder del Ejecutivo abandonó el hemiciclo el miércoles visiblemente afectado después de sendos encontronazos con la oposición y con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, en plena tormenta política por el escándalo de Santos Cerdán. Y entonces dio la orden a su equipo de cancelar el único acto que contemplaba su agenda pública para este jueves: la clausura del congreso federal de Comisiones Obreras. En la Moncloa se apresuraron a desterrar las suspicacias sobre esa decisión y aseguraron que, si se liberaba de ese compromiso, era solo por volcarse en la preparación de la cumbre de la OTAN de la próxima semana.

A media mañana, de hecho, hizo pública Sánchez una carta remitida al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, mediante la que entró al choque frontal con la hoja de ruta de la propia Alianza Atlántica y con el presidente de Estados Unidos. El presidente del Gobierno español rechazó expresamente la propuesta de elevar al 5% del PIB el gasto militar en los prolegómenos de la cita de la La Haya. Sánchez sostiene en esa misiva que esa cifra es “contraproducente” e incompatible con el mantenimiento del estado de bienestar y pide a la organización “flexibilidad” para que cada aliado cumpla con las capacidades que le requiere y que en la declaración conjunta figure un “objetivo de gasto opcional”.

“España no se puede comprometer con un objetivo específico de gasto en términos de PIB en esta cumbre”, responde Sánchez a la propuesta formulada por la OTAN, que plantea llegar al 5% del PIB en gasto militar en 2032, justo la exigencia de Donald Trump a los aliados. Para España, el 5% supondría un gasto anual de 80.000 millones de euros el gasto en defensa.

Con ese movimiento, Sánchez intenta fijar una postura de fuerza entre los líderes europeos ante una cita internacional crucial y, de paso, tomar algo de aire respecto al incendio político interno. En la Moncloa manejan datos que acreditan que oponerse a un aumento exponencial del gasto en armamento es un debate ganado entre la opinión pública española. Y más si encima es contra el criterio de Donald Trump, que ya ha recogido el guante: preguntada por el asunto, la Casa Blanca ha afirmado que el 5% es una exigencia para “todos” los socios de la OTAN, “incluida España”.

El paso dado este jueves por Pedro Sánchez implica, por tanto, un mensaje político en sí mismo. “El presidente sigue a lo suyo, que es gobernar y tomar decisiones por lo que considera que es lo mejor para el país”, defienden en el Ejecutivo para intentar despejar la idea del hombre “noqueado” que dibujó la sesión plenaria de esta semana.

El plan ahora es volcarse en la agenda internacional de las próximas dos semanas con las cumbres de la OTAN y de la ONU, respectivamente, y esperar a que escampe y que lo quede de tormenta no se lleve por delante a nadie más. La semana que viene, de momento, será especialmente crítica en lo interno, con el paso por los juzgados de Koldo García, José Luis Ábalos y Santos Cerdán.

Conscientes de que el PSOE, el Gobierno y el propio presidente afrontan una situación “muy grave”, el temor a que el escándalo en torno al caso de corrupción escale todavía algún peldaño se sortea con la promesa de que, ante el primer indicio sólido, se volverá a actuar. “Nos sobran los motivos para continuar adelante”, dijo la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Montero incidió en la idea que la izquierda “no es lo mismo, ni reacciona igual” que la derecha ante la corrupción. Y aseguró que van a “abrir puertas y ventanas” para esclarecer hasta dónde alcanzan los posibles casos de corrupción “para que no haya un rincón en el que no llegue la luz”.

ERC y PNV critican a Sánchez por mezclar temas en su comparecencia

Mientras, los socios del Gobierno continúan a la espera de una reacción del presidente que aún consideran de manera unánime poco contundente. Lo que piden los aliados del Ejecutivo en el Congreso a Pedro Sánchez es transparencia. Y que esos detalles los aporte en sede parlamentaria cuanto antes. Ese fue el motivo de una larga discusión esta semana en la Junta de Portavoces, en la que el PP intentó adelantar la comparecencia que el presidente ha fijado para el 9 de julio. Ya entonces algunos de los partidos que sustentan al Gobierno, como ERC, se sumaron a la formación de Alberto Núñez Feijóo para tratar de que acuda al Congreso esta misma semana.

Otras formaciones como Sumar, PNV o EH Bildu también han reclamado que acuda a comparecer cuanto antes y consideraron que la segunda semana de julio es demasiado tarde, pero entendieron al mismo tiempo que por cuestiones de agenda Sánchez no pueda adelantar sus planes.

Pero este jueves, Sánchez volvió a soliviantar a varios partidos del bloque de la investidura tras añadir en la lista de temas de la comparecencia otros asuntos que no tienen nada que ver con el caso de corrupción que afecta a su partido, como la cumbre de la OTAN de finales de junio y la próxima reunión del Consejo Europeo.

En la solicitud de comparecencia que registró Sánchez el pasado lunes, se compromete a “informar sobre los presuntos casos de corrupción conocidos, por la filtración a los medios de comunicación y a la opinión pública de investigaciones en curso”, “así como de los resultados de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica, la reunión del último Consejo Europeo, y la 4a Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo celebrada en Sevilla”.

La portavoz del PNV, Maribel Vaquero, censuró este jueves lo que ha considerado como una “porrusalda” de temas. “Pedimos celeridad y transparencia, no porrusalda. No es serio que el Gobierno mezcle en una sola comparecencia lo de Cerdán con la OTAN, el Consejo Europeo o la Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo. Así no. Solicitaremos que vaya en una comparecencia monográfica”, escribió Vaquero en sus redes.

Una protesta a la que se sumó el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que también empleó una metáfora gastronómica para criticar la maniobra del Gobierno: “Lo de Cerdán, la OTAN, el gasto militar, el Consejo de Europa y una reunión de la ONU en la misma comparecencia. Buen gazpacho. Oye @desdelamoncloa, dejad de cavar, por favor”, dijo.

En la Moncloa alegan motivos de agenda internacional que impiden que el presidente pueda comparecer antes. La idea, además, es que el tiempo hasta esa comparecencia del 9 de julio comparecencia en el Congreso permita tener toda la información sobre la dimensión real del escándalo. Y con ella, tomar las decisiones que todos demandan para hacer mínimamente sostenible una legislatura que muchos entre los propios aliados parlamentarios dan ya por amortizada.