jueves, junio 19 2025

La Fiscalía exculpa al policía que dejó tuerto a un hombre el 1-O: «Disparó en cumplimiento de una orden»

El agente «no llegó a asumir ni aceptar mentalmente como riesgo serio y elevado» que se pudiera producir una lesión tras lanzar balas de goma a los concentrados, según el Ministerio Público

Los jueces rechazan amnistiar a los policías acusados de reventar un ojo a un votante del referéndum del 1-O

La Fiscalía ha mantenido su defensa de los únicos cuatro agentes de la Policía Nacional que no han sido amnistiados. El Ministerio Público ha pedido absolver a los cuatro agentes acusados de dejar tuerto a Roger Español con una bala de goma durante la jornada del 1 de octubre de 2017 al considerar que actuaron en cumplimiento de sus funciones como policías.

Sobre el agente que disparó la bala de goma que, tras rebotar en el suelo, lesionó en el ojo a Español, la Fiscalía señala que tenía su campo de visión “parcialmente cercenado debido a la presencia de otros dos policías delante de él”. El Ministerio Público también exculpa al uniformado porque, en su opinión, nunca tuvo voluntad de lesionar a Español: “Nunca se representó como probable el resultado lesivo que se produjo”.

“Disparó en cumplimiento de una orden trasladada por el cauce reglamentario y que no podía desobedecer al no tratarse de una directriz manifiestamente ilegal”, sostiene el Ministerio Público sobre el policía.

Tanto el escopetero como los otros tres agentes acusados (un inspector y dos subinspectores de la Policía Nacional), concluye la fiscal, no cometieron ningún delito porque su actuación estaba amparada por el cumplimiento del deber, una de las eximentes contempladas en el Código Penal para descargar de responsabilidad penal a un acusado. El deber, en este caso, era la orden judicial para impedir la votaciones del 1-O.

En palabras de la Fiscalía, el agente “no llegó a asumir ni aceptar mentalmente como riesgo serio y elevado” que se pudiera producir una lesión como la que dejó sin ojo a Español. Lo contrario cree el herido, que reclama hasta 13 años de cárcel para los agentes acusados.

El escrito exculpatorio supone la culminación de casi ocho años en los que el impulso a la causa de las cargas del 1-O en Barcelona no ha venido de parte de la Fiscalía, sino de los jueces y de los heridos. El caso se eternizó por las insistentes peticiones de los lesionados de imputar a más agentes, y en medio se cruzó la amnistía, que dio carpetazo al caso para casi 50 policías imputados por sus tirones de pelo, empujones y golpes a votantes, pero no para los del caso de Español debido a la gravedad de la lesión que sufrió el hombre.

La Fiscalía ya se había mostrado partidaria de amnistiar a los agentes acusados de lesionar a Español, pero la Audiencia de Barcelona lo descartó. Los jueces, consideraron “obvio” que el caso es uno de los excluidos de la ley de amnistía al tratarse de unas lesiones que han provocado la pérdida de un órgano. En cambio, sí amnistiaron a Español, procesado por lanzar vallas a los agentes, ya que este supuesto sí se incluye en la norma.

El escrito de la Fiscalía dedica la mayoría de sus folios a repasar el contexto en el que se produjeron las cargas del 1-O. Según la Fiscalía, la actuación policial en ell colegio Ramon Llull de Barcelona, donde perdió un ojo Español, respondió a la actitud de “resistencia, desobediencia grave o incluso atentado a la autoridad” de los votantes.

El inspector investigado ordenó primero el uso de defensas contra los manifestantes, y disparar balas de goma cuando estas “no dieron resultado”, tras varios intentos de “conminación verbal y de negociación y mediación” para que los concentrados dejaran retirarse a los policías.

Entre ellos, la Fiscalía destaca la actitud de Roger Español, quien “protagonizó múltiples acometimientos contra funcionarios de la Policía Nacional, incluidos varios lanzamientos de vallas metálicas”, una de las cuales, apunta, impactó en la espalda de uno de los policías.

Según el Ministerio Público, desde la masa congregada “se iban produciendo múltiples lanzamientos de vallas metálicas contra los policías”, entre gritos amenazadores, un ataque que no cesó cuando los agentes “iniciaron un repliegue dando marcha atrás”, pese al “grave peligro” que suponía para su vida e integridad.

“Ante la necesidad de disgregar a la masa y vista la ineficacia del uso de la defensa y del bastón policial”, prosigue el escrito, el jefe del grupo ordenó a sus subordinados el uso de salvas, que tampoco lograron que los manifestantes abrieran paso para que los policías pudieran retirarse.

Por ese motivo, entre 30 y 45 minutos después y ante la “escalada de violencia” de la multitud, el inspector investigado dio la orden de disparar pelotas de goma con el fin de disgregar a los manifestantes, una de las cuales rebotó contra el asfalto e impactó en el rostro de Roger Español.

Admite la Fiscalía que no se ha podido averiguar “desde qué nivel de mando se impartió la orden de no practicar detenciones, pero dicha orden existió y fue trasladada a los agentes intervinientes”, quienes se “abstuvieron” de ejecutarla. Es decir, algún mando policial ordenó el 1-O no detener a votantes, pero no se sabe quién fue.