jueves, junio 19 2025

Compromís mantiene su división interna sobre Sumar y Més votará el lunes si sale del grupo en el Congreso

Sumar ofrece a la coalición valencianista más autonomía y poder hacer preguntas orales al Gobierno pero la rama nacionalista de la coalición insiste en abandonar el grupo para ir al Mixto

Sumar trata de salvar la nueva crisis abierta con el órdago de Compromís

Compromís se encamina a una ruptura interna en el Congreso que tendrá seguramente impactos en lo que queda de legislatura. La división entre sus dos principales almas sobre la relación que quieren tener con Sumar sigue vigente y a Més, el antiguo Bloc, la pata soberanista de la formación, no le bastan las ofertas que en los últimos días les ha trasladado la dirección del grupo parlamentario, entre ellas la posibilidad de formular preguntas orales al Gobierno en la sesión de control de los miércoles.

Los negociadores de Compromís estuvieron la semana pasada en Madrid para verse con los partidos que conforman Sumar en el Congreso. La idea era establecer una negociación para mejorar la visibilidad de sus dos diputados dentro del grupo después del choque que se produjo en la comisión de la DANA, cuando la dirección del grupo parlamentario vetó el nombre del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la lista de comparecientes que había diseñado la formación valenciana. Los diputados valencianistas lo consideraron una deslealtad, especialmente el partido que encabeza Àgueda Micó, que cree incluso roto el acuerdo de legislatura con Sumar. Las tres formaciones que componen Compromís sometieron a debate su posición, quedando Iniciativa, el partido del diputado Alberto Ibáñez, como la única que quiere seguir de la mano de Sumar.

Pero en mitad de las negociaciones estalló el caso Santos Cerdán y los tiempos se han ido dilatando. El martes, Àgueda Micó, portavoz de Compromís en el Congreso y diputada que representa a la pata de Més, aseguró que las negociaciones seguían y que “todos los escenarios estaban abiertos”. Aunque en Sumar confiaban en las últimas horas en que la oferta que le habían hecho a Compromís serviría para mantener la unidad del grupo, en una reunión que Micó mantuvo este miércoles por la tarde con el ministro de Cultura y portavoz de Movimiento Sumar, Ernest Urtasun, le trasladó que su malestar sigue vigente.

Fuentes de Més aseguran que la oferta que les ha trasladado Sumar no colma sus expectativas, que son convertir Sumar en algo parecido a lo que era el grupo plural durante la legislatura pasada, en el que compartían bancada con una mezcla ecléctica de partidos como Junts, BNG o Más País. Un funcionamiento más propio del grupo Mixto que les garantizaría mayor presencia. El grupo plurinacional que preside Yolanda Díaz está compuesto por una serie de partidos de izquierda que concurrieron juntos a las elecciones y aunque ha dado libertad a esas formaciones para tener firma de iniciativas o formular preguntas escritas al Gobierno siempre ha intentado que haya una dirección política clara.

En Sumar en cualquier caso defienden que Compromís ha contado con visibilidad notable desde el inicio de la legislatura, con una portavocía adjunta a pesar de contar con solo dos diputados de 27, y con bastantes minutos para intervenciones en los Plenos. En las últimas horas, la dirección les ofreció además la posibilidad de plantear preguntas orales en la sesión de control, con determinadas condiciones y con la idea de que esa prerrogativa pueda servir también para el resto de formaciones que integran el grupo. Hay diputados dentro de la coalición que creen además que ya no se trata de una negociación sobre la democracia interna del grupo sino que una parte de Compromís está buscando la ruptura en un momento muy delicado para el PSOE, con la vista puesta en las autonómicas de dentro de dos años.

La división, en realidad, ya no es entre Compromís y Sumar sino entre Més y el grupo parlamentario, puesto que Iniciativa, la formación de Mónica Oltra y que tiene a Alberto Ibáñez como diputado en el Congreso, ha mostrado en reiteradas ocasiones su negativa a irse al Mixto. Así lo reafirmó la formación este miércoles en una ejecutiva. Fuentes de ese partido trasladan que las prioridades ahora no pueden estar en las cuestiones internas sino en tratar de reactivar la legislatura tras el golpe provocado por el caso de Santos Cerdán.

La división entre estas dos partes de Compromís fue lo que llevó la semana pasada a que la ejecutiva conjunta decidiera darse tiempo a negociar con el grupo parlamentario. Pero en Més entienden que una vez que esa negociación ha fracasado hay que tomar decisiones. Por eso, está previsto que la ejecutiva de ese partido se reúna esta tarde para redactar una pregunta que su Consell Nacional -el máximo órgano de representaciónde la – tendrá que responder en una reunión el lunes que viene: si quieren mantenerse en Sumar o irse al Grupo Mixto.

Lo que ocurra a partir de entonces es imprevisible porque en los estatutos de Compromís no hay una hoja de ruta clara sobre salirse de un grupo parlamentario en el Congreso ni tampoco sobre cómo gestionar una división interna en este sentido. La rama que encabeza Àgueda Micó parece decidida a abandonar el grupo, con o sin su compañero de Iniciativa, un escenario inédito para la coalición.