jueves, julio 10 2025

Una directiva denuncia acoso laboral tras pedir un permiso por hijo enfermo: “Tienes alguna dificultad y estás fuera”

La trabajadora, de baja por depresión, ha demandado a la multinacional TI Automotive por conductas como bloquearle su usuario, incluirla en los futuros despidos y anunciar que ya no estaba en la compañía

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“Nos hablan de la igualdad, de la posibilidad de conciliar de las mujeres, de ser directivas y luego es una enorme mentira”. Es la denuncia de Claudia (nombre ficticio), directiva de una multinacional del sector de la industria auxiliar del automóvil, TI Automotive. La trabajadora ha demandado a la compañía por acoso laboral a raíz de haber pedido una reducción del 50% de la jornada por la enfermedad grave que sufre su hijo, con derecho a acogerse a la prestación CUME. “Tienes una dificultad y estás fuera. Me han empujado a caer”, sostiene la directiva, de baja por depresión. En TI Automotive, que contrató una investigación que no detectó acoso, han declinado responder a elDiario.es.

La directiva, empleada desde hace más de una década de TI Automotive (comprada recientemente por la canadiense ABC Technologies por un valor de más de 2.100 millones de euros), tuvo un hijo en 2018, que sufre una enfermedad respiratoria grave desde su nacimiento. Claudia ha ido progresando laboralmente en la empresa hasta desempeñar en los últimos años un puesto de mucha exigencia y alta responsabilidad de la multinacional en toda España, con alrededor de 900 trabajadores, para el que ha solicitado en numerosas ocasiones refuerzos de personal y ha advertido de la sobrecarga de trabajo.

A finales de 2023, la directiva sufrió una baja por incapacidad temporal (IT) “debido al diagnóstico de un cuadro de depresión grave”, que la defensa de la trabajadora vincula al burn out (síndrome del trabajador quemado) que sufrió por la continua sobrecarga laboral y la falta de prevención de riesgos psicosociales. En abril de 2024, la trabajadora solicitó el alta voluntaria “creyendo en la promesa efectuada por la compañía de que los recursos del departamento se mantendrían estables para evitar nuevamente una sobrecarga de trabajo”, indica su abogado, Ramón Salvat, “algo que no sucedió”.

En verano de 2024, Claudia pidió la reducción de su jornada para cuidar a su hijo, para acogerse a partir de septiembre a la CUME, ya que la patología del niño está dentro del listado de enfermedades graves que dan derecho a recibir esta prestación y el pequeño ha iniciado un tratamiento que implica frecuentes hospitalizaciones, explica su madre. Solicitó la mínima reducción posible, el 50%, con la intención de mantener una media jornada, pero era necesario contar con apoyos para sacar el trabajo adelante, ya que además se había marchado otra compañera de su departamento, relata la directiva.

Pero el refuerzo y el reemplazo de esta vacante no fueron autorizados por la empresa, que había señalado previamente que la contratación era “crítica”, como ha podido comprobar este medio. “El 4 de septiembre, cuando su hijo tenía una prueba hospitalaria, la trabajadora tuvo que encargarse del cierre del mes porque la empresa no había contratado a nadie para suplir la vacante”, sostiene su abogado para ilustrar la situación.

En este contexto, la trabajadora recayó en una nueva baja médica por estrés y depresión a pocos días de iniciar la CUME. “A partir de ese momento, empieza el acoso”, explica su abogado, que señala en concreto a un superior y responsable de TI Automotive en España, pero que destaca que se expandió con conductas que alcanzan a más compañeros y compañeras, así como a las propias prácticas y dinámicas de la multinacional.

Un jefe dijo que ya no estaba en la empresa

El abogado Ramón Salvat señala una lista de hechos que califica de acoso laboral o mobbing hacia la trabajadora. Tras una carrera “meteórica”, de ascensos en la multinacional, buenas evaluaciones y el cobro de salario variable, Claudia pasó a la lista de contratos a extinguir (despidos) tras solicitar la reducción de jornada por cuidado de su hijo enfermo, destaca Salvat. “Para mí es clave que la empresa nunca había tenido un problema con la trabajadora, al revés. Hasta que tiene una sobrecarga de trabajo y una tesitura personal complicada por la enfermedad de su hijo que le requiere una reducción de jornada”, apunta el abogado.

Una vez la directiva recae de baja médica y denuncia la falta de medidas preventivas y de organización por parte de la empresa, le bloquean el usuario de la compañía. “Durante mi primera baja médica así como en tantas otras ocasiones, como el permiso de maternidad, nunca me habían cortado el acceso. Evidentemente, cuando denuncio los hechos es cuando me bloquean. Dicen que es una política general, pero no es cierto”, explica Claudia.


Claudia (nombre ficticio) y su hijo, que tiene una enfermedad respiratoria grave.

En diciembre, la trabajadora no recibió ni la cesta de navidad ni el juguete que la compañía envía a los hijos de los empleados, que le consta que sí recibieron otros empleados en incapacidad temporal. Se puso en contacto con varias de sus compañeras para preguntar por esta situación, pero ninguna le respondió. En su anterior baja médica la habían animado y escrito para preocuparse por su recuperación, como ha podido comprobar este medio.

Claudia les envió un mensaje, dando por hecho que el jefe les había pedido que no la contestaran y deseándoles felices fiestas. En esos días, la trabajadora fue eliminada también por el jefe del grupo de Whatsapp de directivos de la multinacional, algo que tampoco había ocurrido en sus bajas médicas anteriores.

Poco después, en enero, la directiva es contactada por un trabajador del centro de trabajo de Vigo para desearle “lo mejor”, ya que un jefe de TI Automotive anunció al personal que Claudia ya no pertenecía a la empresa, como ha podido constatar elDiario.es. “Llevo 12 años en esta empresa y nunca pensé que me harían algo así. Es un despido silencioso en toda regla. Me han aislado, es una situación que te hunde. Yo solo he pedido ejercer un derecho”, lamenta la trabajadora.

Claudia denunció primero el presunto acoso por los canales internos de la multinacional. TI Automotive, en lugar de activar el protocolo establecido dentro de la empresa, externalizó la investigación al despacho de abogados Baker McKenzie, que para la defensa de Claudia incurre en un “evidente conflicto de interés” por otra serie de acuerdos que mantiene con la empresa. La investigación ha concluido recientemente que no existió acoso, un resultado que la afectada ha tenido que pedir en varias ocasiones a la empresa y del que no tienen ninguna documentación.

Pide volver a su puesto y una indemnización: “Quiero mi derecho”

Ante lo que consideran una investigación sin garantías y de parte, Claudia y su abogado han presentado una demanda contra TI Automotive por acoso laboral y por vulneración de derechos fundamentales, que tiene fecha de juicio para el próximo mes de octubre.

Entre otros, denuncian la vulneración del derecho a la integridad física y psíquica, porque aseguran que hubo una falta de prevención y una sobrecarga de trabajo que llevó a enfermar a la directiva; del derecho a la igualdad por razón de género, al impedir de facto a la trabajadora poder acogerse a la CUME y perjudicarla tras su petición; así como a la dignidad, por “una conducta de acoso moral por parte de su superior jerárquico, sin que la compañía haya puestos medios correctivos obligatorios y sin activar el protocolo de prevención de acoso moral”.

La directiva asegura que quiere regresar a su puesto y poder acogerse a la CUME. “No quiero dinero, quiero mi derecho”, repite Claudia, que ha pedido a los tribunales que ordenen a TI Automotive que “cese en las conductas vulneradoras de derechos”, así como que resarza a la trabajadora por los daños ocasionados, con una indemnización del salario de un año. “Tendría que estar fuerte y ahora mismo estoy hundida”, dice sobre la situación de su hijo. “Quiero que esto se sepa porque es una injusticia”.

Claudia también llama la atención que “una multinacional que factura mucho dinero” –en España al menos 84,5 millones de euros, destaca la demanda, y un total de 5.400 millones de dólares tras la compra de ABC, según la propia empresa– no sea capaz de responder ante una reducción de jornada o el refuerzo de un departamento con sobrecarga de trabajo. “Luego nos preguntamos por qué no hay casi directivas”, destaca.


Claudia (nombre ficticio), directiva que ha demandado por acoso laboral a la multinacional TI Automotive, pasea con su hijo.