El baño en Playa Jardín volverá a estar aconsejado la próxima semana, después de varios meses con valores alarmantes de E.coli y Enterococos: “Si lo hubieran abordado desde el principio, no estaríamos con este grave problema”
Hemeroteca – Puerto de la Cruz anuncia la reapertura de Playa Jardín “para la semana que viene” tras casi un año cerrada al baño
347 días. Es el tiempo que lleva desaconsejado el baño en Playa Jardín, uno de los enclaves más importantes de la costa del norte de Tenerife. La razón: los alarmantes valores de bacterias fecales detectados en el agua. Dividida en tres calas de arena negra y diseñada por el artista César Manrique, Playa Jardín es una de las más visitadas de la zona. Sin embargo, el agua lleva años sufriendo un “empeoramiento de su calidad”, lo que obligó a Salud Pública a emitir, el 21 de junio de 2024, un informe que recomendaba abstenerse al baño. Casi un año después, el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz ha anunciado que “la próxima semana” se procederá a su “reapertura”.
Los vecinos, que llevan casi un año sufriendo las consecuencias económicas, sociales y emocionales derivadas de la contaminación de la playa, confían en que se solucione el problema. “Sabemos que conlleva mucha inversión y que será un proceso muy lento. Si lo hubieran abordado desde el principio no estaríamos con este grave problema”, insisten.
Desde marzo hasta junio del año pasado, tal y como puede leerse en el informe de Salud Pública, se detectaron “ininterrumpidamente” valores de E.coli y Enterococos “compatibles” con una calidad del agua “insuficiente”. Este documento también advirtió de que la exposición de la población a altos niveles de contaminación fecal aumenta el riesgo de padecer enfermedades transmitidas por las aguas de baño. Entre ellas, menciona patologías respiratorias, diarreas, vómitos o meningitis. Según ha señalado este viernes la consejera de Sanidad, Esther Monzón, en el Parlamento canario, “las últimas 50 analíticas” han sido positivas y avalan la reapertura de la playa.
A pesar de que en estos meses se ha desaconsejado el baño, no se ha prohibido, por lo que en este tiempo ha sido habitual ver a bañistas en Playa Jardín. Mientras tanto, las analíticas han arrojado valores de hasta 1.000 unidades bacterianas de E.coli por cada mililitro de muestra, muy por encima de las 250 necesarias para que la calidad del agua se considere “excelente” y de las 500 exigidas para que se califique como “suficiente o buena”. Este dato se desprende de los resultados de las muestras tomadas el 23 de septiembre en los tres puntos establecidos por Salud Pública.
Un informe elaborado por la consultora ambiental Elittoral también recoge los resultados de las analíticas realizadas en 13 estaciones del entorno del emisario submarino de Punta Brava, el único autorizado para verter las aguas de la estación depuradora del Valle de La Orotava. En uno de los puntos se detectaron, el 15 de octubre, valores de hasta 68.000 unidades bacterianas de E.coli y 19.000 de Enterococos intestinales.
Un emisario roto
Este emisario submarino sufre desde 2020 una fisura a unos diez metros de la costa. Como consecuencia, según explica este informe elaborado en enero de 2025, las aguas depuradas de la EDAR “no están siendo vertidas a una distancia suficiente para garantizar la dispersión de la pluma antes de alcanzar la línea de costa”. La Consejería de Transición Ecológica realizó una inspección del emisario en julio de 2024, con el objetivo de esclarecer el origen de la “desproporcionada concentración de patógenos” que obligó al cierre de la zona de baño en Playa Jardín. En octubre del año pasado, el Gobierno de Canarias aseguró que la fisura del emisario no tenía relación con la contaminación de la playa.
Imagen de archivo del cartel que recomienda no bañarse en Playa Jardín, en Puerto de la Cruz
Este viernes, preguntada por la diputada socialista Tamara Raya, la consejera de Sanidad aseguró que todas las administraciones competentes tienen claro cuál es el origen del problema. “Hay fisuras en el emisario. Incluso se ha puesto en marcha un grupo electrógeno para que cuando haya un rebose no vaya al mar, sino al agua de riego. Hay un 30% de los residuos que llegan al mar que tenían que ver con algunas viviendas que no estaban conectadas con la red de alcantarillado de la zona”, ha respondido.
El Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIAT), responsable del servicio, sacó a licitación el pasado 25 de marzo por 2,7 millones de euros la rehabilitación del emisario submarino del Valle de La Orotava. Según el documento, publicado en la plataforma de contratación del Estado, el plazo máximo de ejecución era de 16 meses. Ninguna empresa se presentó y el concurso quedó desierto. Desde el Cabildo insular aseguran que “la previsión es adjudicarla a lo largo de este mes”.
Lo que sí se adjudicó en agosto de 2024 por 39.812,5 euros fue una obra para reparar, en un tiempo máximo de seis meses, la fuga en el emisario. La empresa que ganó el concurso fue Servicios Subacuáticos Profesionales S.L. El CIAT también ha anunciado que en julio de este año saldrán a licitación por 25 millones de euros las obras para crear una nueva EDAR Comarcal del Valle de La Orotava.
Lejía para desinfectar
Entre las acciones que se han ejecutado para desinfectar el efluente de la depuradora está el uso de reactivos químicos. En concreto, hipoclorito sódico y sosa cáustica. Así lo refleja un documento al que ha tenido acceso este periódico. En él, la empresa FCC Aqualia, responsable del mantenimiento y la conservación del sistema comarcal de saneamiento y depuración del Valle de La Orotava, pide una modificación del contrato que mantiene con el Consejo Insular de Aguas porque la asignación presupuestaria resultaba insuficiente para hacer frente al “incremento de gastos sobrevenidos en 2023”.
“Se ha detectado una fisura en la conducción del emisario submarino que ha requerido la intensificación de la desinfección del efluente para paliar sus efectos mientras se acomete su reparación”, señala el decreto, firmado el 21 de noviembre de 2023 por la consejera de Medio Natural del Cabildo de Tenerife, Blanca Pérez.
Fragmento del contrato modificado en el que se observan las cantidades previstas de reactivos químicos para desinfectar el efluente
La empresa justifica además que la depuradora está en una localización “extremadamente sensible” por su proximidad a la población y a la elevada presión turística. Para desinfectar el efluente y reducir el mal olor en el entorno de la EDAR, se requirió un importe adicional de 45.549,34 euros, que se sumaron a los 1,3 millones adjudicados en el primer contrato. El objetivo: comprar 182.315 kilos de hipoclorito y 27.008 de sosa cáustica, un 111,01% y un 400,14% más de las cantidades previstas en un primer momento.
La Fiscalía investiga los hechos
La consejera de Sanidad, Esther Monzón, ha recordado este viernes en una comisión sectorial que en el año 2022 ya se advirtió al Ayuntamiento de que la calidad del agua estaba muy cerca de ser insuficiente y que se tenían que acometer determinadas actuaciones. “No se hicieron en ese momento y en el año 2024 tuvo que ser dictaminado el cierre de la playa”, añadió.
El fiscal delegado de Medio Ambiente de Santa Cruz de Tenerife, Rafael Ruiz Ibáñez, ha confirmado a esta redacción que existe una investigación abierta para determinar si los hechos se ajustan al delito de vertidos recogido en el artículo 325 del Código Penal. Este artículo contempla penas de prisión de seis meses a dos años, multa de diez a catorce meses y penas de inhabilitación para quienes provoquen directa o indirectamente vertidos que puedan causar daños sustanciales a las aguas.
La investigación se inició a raíz de una denuncia interpuesta ante la Fiscalía en agosto de 2024 y está en fase de diligencias preprocesales. “Nosotros tenemos seis meses para investigar, pero se ha prorrogado seis meses más porque el nivel de diligencias era alto”, ha señalado Ruiz. Según el fiscal, el procedimiento tiene como fin último concretar la entidad de los hechos y su autoría. La investigación está “prácticamente ultimada”. Entre junio y julio se informará de si los hechos son objeto o no de una denuncia ante los juzgados de Puerto de la Cruz. “En ese momento, el fiscal determinará si procede el archivo de las actuaciones o, si se aprecian indicios de delito, se presentará la denuncia y se informará contra quién”.
Impacto en el barrio
Los vecinos de la zona celebran que se vuelva “poco a poco a la normalidad” después de un año “duro” desde el punto de vista económico y emocional. Desde la plataforma Stop Vertidos al Mar, formada por residentes del barrio de Punta Brava, reconocen la labor de las autoridades competentes, pero esperan que se tenga en cuenta la limpieza de la arena, “que también sufre la contaminación y ahora mismo está en malas condiciones”. “Es algo importantísimo y fundamental para la seguridad de la población”, insisten en declaraciones a ahora.plus.
“Playa Jardín no es solo una playa, es un emblema del Puerto de la Cruz y pulmón turístico de la zona. Poder reabrirla va a significar recuperar calidad de vida y un espacio clave para el municipio”, ha celebrado el Ayuntamiento en una nota de prensa. El alcalde, Leopoldo Afonso, destaca que la decisión es el resultado de la “colaboración entre administraciones”. El equipo de gobierno afirma que se han realizado obras de mejora en la red de alcantarillado de Punta Brava, limpieza del sistema y prevé licitar el nuevo contrato del Ciclo Integral del Agua para legalizar las estaciones de bombeo y aliviaderos de todo el municipio.
Bañistas en Playa Jardín en junio de 2025, mientras seguía desaconsejado el baño por bacterias fecales en el agua
La contaminación de la playa ha tenido un impacto directo en la población del Puerto de la Cruz. “Nuestra imagen se ha visto totalmente comprometida de forma nacional e internacional y no solo por este caso, afecta a toda la isla”, insisten. La disminución del turismo en la zona ha traído consigo significativas pérdidas económicas, que han llevado incluso al cierre de negocios.
“Por seguridad, la mayoría de la población no ha hecho uso de la playa ni la zona de baño, lo que ha tenido un impacto profundo en la vida social del barrio, afectando tanto a la interacción cotidiana de los residentes, como a su bienestar emocional y sentido de comunidad”, indican desde la plataforma. “Sobra decir que la playa es una zona de ocio, familiar, para compartir con los amigos, para bañarse en el mar con todos los beneficios que tiene para la salud, para realizar actividades deportivas, para que las personas mayores la usen como zona de deporte …”, recuerdan.
Los vecinos subrayan que, aunque el baño se desaconsejó en junio de 2024, llevan conviviendo con este problema “desde que conectaron dos municipios más a una depuradora que no puede abarcar el caudal de la misma, sin haberla ampliado previamente”.
Esta estación depura las aguas de Puerto de la Cruz, La Orotava, Los Realejos y parte de Santa Úrsula. Estos cuatro municipios suman 126.870 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. A esta cifra hay que sumar el número de turistas que los visitan cada año. Solo Puerto de la Cruz contaba el año pasado con 19.850 plazas turísticas entre hoteles y apartamentos.
Desde la plataforma Stop Vertidos al Mar, recuerdan que la solución definitiva pasa por la ampliación de la depuradora, la sustitución del emisario submarino, una correcta gestión y mantenimiento de las estaciones de bombeo y una mejora de la red de saneamiento en el municipio. Algunas de estas medidas, como la modernización de la EDAR, “llegan con años de retraso”. “Se exige una actuación urgente al Cabildo, Ayuntamiento y Gobierno de Canarias. Por nuestra parte hemos encontrado una resistencia a abordar el problema de manera urgente, a pesar de la gravedad de la situación”, concluyen los vecinos.