Las elecciones locales de este jueves son una prueba para medir la fuerza de Reform en lugares que ganó mayoritariamente el Partido Conservador en 2021 y el nivel de fragmentación de la nueva política británica
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Las elecciones municipales de este jueves en 23 ayuntamientos en Inglaterra pueden ser el arranque de una nueva era en la política británica. El ascenso de la extrema derecha de Nigel Farage a costa del Partido Conservador y la fragmentación del electorado van más allá de estos comicios.
Las autoridades locales apenas tienen dinero o poderes en el país, solo se eligen seis grandes alcaldías y los más de 1.600 concejales tendrán sus acciones tan limitadas como siempre por la falta de presupuesto hasta para asfaltar aceras y rellenar baches. Pero la votación puede ser reflejo de un nuevo panorama nacional en medio de la insatisfacción con los dos grandes partidos.
“Se dan las condiciones para el mayor desafío a las convenciones políticas de la política británica desde la década de 1920”, dijo John Curtice, el experto en encuestas de la Universidad de Strathclyde, en Glasgow, en una entrevista al Financial Times. El experto, que lleva cuatro décadas haciendo encuestas y ahora lidera el gran sondeo nacional de la BBC las noches electorales, está acostumbrado a que las elecciones locales sean una muestra del voto protesta, pero cree que este año es especial. Lo es por la impopularidad simultánea del Partido Laborista en el Gobierno y el Partido Conservador en la oposición.
En este contexto, Curtice espera el ascenso marcado de los liberaldemócratas y los verdes por el rechazo al Gobierno de Keir Starmer. Y Reform, el partido de Farage, puede sustituir a los conservadores, que siguen cayendo en intención de voto después de 14 años de Gobierno y la histórica derrota electoral de 2024.
Pensando en 2029
Reform es el partido que más candidatos ha presentado en estas elecciones locales en su apuesta por empezar a desarrollar la estructura hasta ahora casi inexistente del grupo de cara a las generales previstas para 2029. Estas elecciones son su primera oportunidad desde que consiguió cuatro diputados en la Cámara de los Comunes en las generales de julio de 2024 -Farage es diputado nacional por primera vez-. Es así en especial porque estos comicios se juegan en ayuntamientos que mayoritariamente ganó el Partido Conservador en 2021.
Entre los lugares que pueden tener alcalde de Reform están los ayuntamientos de Greater Lincolnshire, en el centro de Inglaterra, y Hull y Yorkshire Este, concejos grandes que combinan varios lugares a cargo de la misma autoridad local.
También se vota sobre el futuro de un escaño vacante en la Cámara de los Comunes, Runcorn y Helsby, en el noroeste de Inglaterra, después de que el diputado laborista que ganó en julio fuera condenado a cárcel por darle un puñetazo a un ciudadano en un pub. Ahora la favorita es la candidata de Reform.
En las encuestas nacionales, la opinión pública muestra señales de insatisfacción y, en algunas, Reform supera a los conservadores e incluso a los laboristas en intención de voto. Aun así, sigue habiendo muchos indecisos y las elecciones generales están lejos.
“Si bien las encuestas son muy alentadoras para Reform, no debemos olvidar, en primer lugar, que estamos muy lejos de unas elecciones generales y, en segundo lugar, que estamos viendo -inusualmente pero no sin precedentes- a los laboristas y a los conservadores hundirse simultáneamente en las profundidades de la impopularidad”, explica a elDiario.es Tim Bale, profesor de Políticas de la Universidad Queen Mary de Londres y autor de un libro sobre el Partido Conservador después del Brexit. “Sus niveles tan bajos de apoyo podrían ser ‘la nueva normalidad’, anunciando un sistema de partidos irremediablemente fragmentado, o podrían ser algo temporal, con uno u otro de los dos grandes recuperándose a medida que se acercan las elecciones generales”.
Después de las elecciones generales, Farage, pese a sus cuatro diputados en un Parlamento de 650, recibió más atención que los liberaldemócratas, que consiguieron 72. Pero su relación con Donald Trump y Elon Musk, ambos muy impopulares entre el electorado en el Reino Unido, parece haberle perjudicado.
“Lo que probablemente ha hecho es fortalecer el techo de su popularidad y tal vez estancar su impulso, al menos en el corto plazo”, explica Bale.
El futuro de Badenoch
En todo caso, tal vez quien más puede notar las consecuencias de las elecciones locales es la líder del Partido Conservador, Kemi Badenoch, que puede ser sometida fácilmente a una cuestión de confianza interna dado el reducido número de diputados necesario para plantear su sustitución en su ahora pequeño grupo parlamentario. Badenoch fue elegida en un proceso de votación entre afiliados en noviembre del año pasado después de la dimisión del ex primer ministro derrotado, Rishi Sunak.
La líder del Partido Conservador apenas tiene ahora el apoyo del 20% del electorado e incluso los votantes conservadores dudan de que vaya a ser la candidata en las elecciones generales. Casi un 40% de votantes conservadores consideran que lo está haciendo “mal” o “bastante mal”, según los últimos datos de la encuestadora YouGov. Algo más del 20% de estas personas que se identifican con su partido dice no tener todavía una opinión sobre ella.
La líder del Partido Conservador, Kemi Badenoch, durante una sesión de control del primer ministro en la Cámara de los Comunes, el 9 de marzo.
Insatisfechos con Starmer
El primer ministro británico también sufre el rechazo de la opinión pública, que sigue insatisfecha con el estado de su país. Casi el 50% de los votantes en general considera que Starmer es “incompetente”, si bien el primer ministro todavía tiene el apoyo de los votantes que se identifican como laboristas, según los datos de YouGov.
Starmer también puede sufrir ahora ante los malos resultados para su partido si bien no se juega tantos concejales como los conservadores.
“La mayoría de los ayuntamientos que se votan en las elecciones este año se encuentran en áreas donde al Partido Laborista nunca le ha ido particularmente bien a nivel local”, escribe Sophie Stowes, experta en política local de la red académica UK in a Changing Europe. “Las pocas áreas en las que el Partido Laborista ha tenido tradicionalmente buenos resultados vieron un buen desempeño de Reform en las elecciones generales. Combinado con el hecho de que la popularidad del Partido Laborista se ha derrumbado desde las elecciones generales –además de que los partidos gobernantes frecuentemente reciben el castigo de los votantes en las elecciones locales–, es muy posible que los laboristas tengan pocas posibilidades”.
Inmigración y crisis climática
La derrota en el noroeste de Inglaterra puede empujar a Starmer a intentar cortejar de manera todavía más agresiva a los antiguos votantes laboristas que se han ido a la derecha, en teoría por el rechazo a cualquier tipo de inmigración.
El mensaje de Farage también está arrastrando a otros partidos a rechazar las políticas para la reducción de emisiones contaminantes, un área donde hasta ahora había consenso a favor entre laboristas y buena parte de conservadores, entre ellos Boris Johnson. Sin embargo, tanto el último Gobierno conservador de Sunak como el actual de Starmer están virando y retrasando objetivos, por ejemplo para la sustitución de los vehículos y calderas más contaminantes o el aislamiento de las casas, un grave problema en el Reino Unido.
El último revuelo sobre este asunto lo ha causado Tony Blair, el ex primer ministro británico, tras la publicación de un informe en el que sostiene que las políticas centradas en la reducción de emisiones en los países desarrollados como el Reino Unido están “destinadas al fracaso” porque, según él, están perdiendo apoyo entre la población. Blair sugiere centrar los esfuerzos en la captura de carbono y otras soluciones tecnológicas para mitigar el impacto de la crisis climática.
Varios políticos laboristas han intentado distanciarse del ex primer ministro en medio de la incomodidad del partido en plena campaña local, pero Starmer aseguró este miércoles que “los detalles” de las palabras de Blair coinciden con la posición del Gobierno sobre el uso de la tecnología.
El ex primer ministro británico Tony Blair durante una conferencia de su fundación el 9 de julio de 2024, en Londres.
Una de las áreas en las que los ayuntamientos pueden tener alguna influencia es la limitación del tráfico, si bien esto también depende en gran medida de que tengan fondos del Gobierno nacional para peatonalizar calles o construir más carriles bici.
Hace ahora más de dos años del estallido de los bulos sobre el plan para la limitación del tráfico en Oxford que fue pintado como un confinamiento de la población. El plan de reducción del acceso de vehículos privados al centro ni siquiera se ha puesto en marcha por la lentitud de varias obras públicas.
Si bien la extrema derecha y otros candidatos independientes, también de extrema izquierda, han contribuido a la difusión de bulos sobre planes de este tipo, en la práctica, la gestión municipal es lenta y cambia poco por la ideología de los miembros del concejo.
“Es poco probable que veamos grandes cambios”, explica Tim Bale, que recuerda que los concejales de UKIP, el partido anterior de Farage, apenas tuvieron impacto en los ayuntamientos donde estuvieron presentes. “Los alcaldes de Reform, sin embargo, podrían mejorar el perfil del partido”.