sábado, abril 19 2025

Manuel Huerga y Toni Soler, una dupla para radiografiar a Pujol: “Vamos a recibir hostias por todas partes”

El director y el guionista de ‘Parenostre’, el biopic sobre el líder de CIU, cuentan los entresijos del filme que repasa la vida del político a pocos meses de su juicio

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A priori poco tienen que ver dos nombres como el de Salvador Puig Antich y el de Jordi Pujol. Sin embargo, si uno se detiene y lo piensa, de alguna forma ambos son una parte fundamental de la historia de España y de Catalunya. El último asesinado con garrote vil durante el franquismo y el líder de CIU son dos nombres que han quedado grabados en el imaginario catalán. Aunque sea por motivos radicalmente diferentes, ambos son piezas del puzzle que ayuda a entender el presente. 

Quizás sea eso lo que busca el cine de Manuel Huerga, que desde Salvador, su biopic sobre el líder anarquista y antifascista no había vuelto a dirigir un filme hasta ahora, cuando ha estrenado Parenostre, otro biopic, en este caso sobre Jordi Pujol —al que da vida Josep Maria Pou—. El de Parenostre juega al trampantojo, a la recreación teatral —toda ella se ha grabado en un plató virtual—, y a través de ella reconstruye 40 años de España y de Catalunya a través de una de sus figuras fundamentales, la de Pujol. El líder que todos adoraban, que pactaba con derecha e izquierda para colocar presidentes del Gobierno. El ‘molt honorable’ que acabó en un escándalo de corrupción junto a toda su familia. 

Una familia que es parte fundamental de este filme que escribe Toni Soler, guionista acostumbrado a clavar su colmillo en la política. Él es uno de los responsables del exitoso Polònia, que desde el humor analiza la actualidad catalana y de España en un formato imbatible. Aquí se aleja de la sátira para radiografiar a la familia Pujol y hacer una denuncia “de los hiperliderazgos”. Intenta no ser maniqueo. No posicionarse claramente en un lado de la balanza y mostrar las luces y las sombras de Pujol, que fue útil hasta que dejó de serlo, y ahí todo el aparato del estado decidió que era el momento de sacrificarlo. 

Soler, que recuerda que él procede del periodismo político, lleva con este proyecto de 2020. En 2025 el tema no solo “no ha perdido vigencia”, sino que llega con un timing inmejorable, a pocos meses del juicio del caso que cuenta el filme. “Hay muchas ganas de reabrir este debate que se cerró en falso”, añade el guionista de Parenostre que cree que las dificultades de producir un filme así tienen más que ver con que sea “en catalán y de temática catalana” al asunto que aborda en sí. Por eso hace hincapié en que Pujol “es un personaje no solo relevante para Catalunya, sino para la historia española reciente”.

Aunque había “mucha producción editorial y audiovisual” sobre el político y este caso en concreto, no existía “ficción” al respecto. Esperan que esto “abra un camino y que se pueda hacer una buena película sobre Felipe González, sobre Aznar o sobre Juan Carlos I, personajes que por supuesto merecen una película”.

Reconoce que ha pensado mucho en lo que supuso el Caso Pujol, y cree que en él se da “la intersección de dos cuestiones muy relevantes”. La primera es “la ética en la gestión pública”, y la segunda “es el conflicto entre Catalunya y España”. Pero la película va más allá de radiografiar a Pujol, también lo hace a toda una clase política que aceptaba la corrupción hasta que podían usarla. “Habla de una época en la que el listón con la corrupción estaba más bajo y de cómo se ha utilizado como arma arrojadiza y cómo algunos han pagado más que otros. Algunos han aprovechado también la corrupción para victimizarse. Son muchos temas”, dice Soler.

‘Parenostre’ habla de una época en la que el listón con la corrupción estaba más bajo, de cómo se ha utilizado como arma arrojadiza y cómo algunos han pagado más que otros

Toni Soler
Guionista

Parenostre es una película para que la gente se pregunte por el legado de Jordi Pujol, pero para él “hay algunas lecciones que dejó el pujolismo”. “Una de ellas tiene que ver con que la permanencia mucho tiempo en el poder genera una sensación de impunidad, y eso es complicado de gestionar. Es un aviso contra los hiperliderazgos. Pero a la vez creo que es incuestionable la importancia de Pujol como gobernante y como ideólogo del catalanismo de finales del siglo XX. Fue un político de Primera División. Para mí no hay ninguna duda de esto. Pujol tiene estas dos caras que tienen que convivir y que no se contradicen”.

Soler asegura estar preparado para cualquier reacción: “Llevo 19 años haciendo un programa semanal de sátira política, así que digamos que me he metido ya en más líos de los que me tenía que meter. Tengo 59 años y la única ventaja de la edad es que estas cosas ya no te dan tanto respeto. Lo que tenga que pasar pasará. La película puede ser controvertida, pero hasta cierto punto. Yo no espero reacciones especialmente virulentas en ningún sentido”.

Sin embargo, Manuel Huerga sí cree que las reacciones llegarán. “Lo estamos diciendo casi como un sermón, pero yo creo que vamos a recibir hostias por todas partes, porque la película, afortunadamente, no apuesta ni porque sea un santo ni porque sea un demonio. Pujol es un tío que ha estado 23 años en el poder, entonces, alguna cosa bien habrá hecho. Los que hemos vivido esos 23 años con Pujol en el poder tenemos derecho a juzgarlo, porque somos sus súbditos y somos los que hemos sufrido, otros se habrán aprovechado, a una persona que ha estado demasiado tiempo en el poder. Eso es lo grave, que tanto tiempo hace que alguien se acabe creyendo que es impune e inmune”, asegura Huerga contundente. 


La familia Pujol-Ferrusola en ‘Parenostre’

Define su película como “ni benevolente ni acusadora”. “El juicio se hará en noviembre y ya veremos lo que pasa. No se explica nada en esta película que no se conozca. No desvelamos ningún secreto. Miramos por el agujero lo que pasa en aquella casa y hacemos ese ejercicio de dramatizar una situación”, dice.

Parenostre también muestra cómo Pujol y España se llevaron bien… hasta que dejó de interesarles esa paz. “De todos es sabido que Pujol, o Catalunya, vivieron en connivencia con el Estado, con el deep state, porque no se hacían independentistas. Ahí no se metía nadie. Nadie se metía con nadie. Pero el día que Convergència empiezan a tener la tentación independentista… es más fácil y barato cargarse a Catalunya y cargarse su tótem, su rey. Darles donde duele más. Se cargan a Pujol y entonces ya, en teoría, desmontan o desmantelan el partido porque veían que el independentismo iba cogiendo fuerza”, analiza el cineasta.

Cree que la muestra de que todo se mide en términos de aceptación social del independentismo está en el presente, donde “Catalunya ya está domesticada e incluso tenemos un presidente socialista que ha invitado a Pujol a la Generalitat”. “Es decir, se hacen las paces porque ahora Pujol es bueno, porque ha vuelto al redil y se porta bien, y porque Catalunya ya no es una amenaza. Al independentismo lo han dejado convertido en cenizas y ya están muy contentos. Lo único que molesta a España es la tentación independentista. Siguen puteando, porque todas las hostias van para Catalunya siempre, pero ahora que se ha domesticado a Catalunya, parece como que se va a perdonar a Pujol. Lo que no sé es si la justicia en noviembre va a ser así de benevolente”, opina Huerga.

Igual que han hecho una película de Pujol cree que estaría bien, como apuntaba Soler, una de otros muchos nombres: “Nadie hace una película sobre Mazón, sobre Ayuso… son impunes. Lo que hizo Pujol al lado de lo que hacen en el PP es peccata minuta. No digo que Pujol no merezca ser juzgado. De hecho yo jamás le he votado y no creo que se le tenga que perdonar como si no hubiera pasado nada, porque no sería justo, pero que la justicia sea igual para todos… pero ya sabemos qué justicia tenemos en este país, ¿no?”.