El municipio, de 26.200 habitantes, carece de médicos y pediatras muchos fines de semana y ante la falta de personal y de medios materiales, los pacientes tienen que desplazarse hasta San Martín de la Vega y al hospital de Valdemoro
Miles de personas toman las calles de Madrid en una nueva protesta por la sanidad pública
Los vecinos de Ciempozuelos están indignados. El paulatino deterioro que sufre desde hace años el único centro de salud que tiene esta localidad madrileña del sur de la Comunidad de Madrid se ha convertido en una auténtica pesadilla para muchos de sus 26.200 habitantes. “Lo que ocurre aquí no tiene nombre. Faltan médicos, no hay pediatras y los fines de semana te tienes que ir al ambulatorio de San Martín de la Vega, o, si es urgente, al hospital de Valdemoro. Todo es un desastre. Y la queja no es solo mía, se lo aseguro, es generalizada”. Habla José, un jubilado que padece diabetes y que narra las dificultades con las que se encuentra cada vez que necesita la medicación para su enfermedad. “Hace poco fui a recoger el material para inyectarme y siempre hay problemas de suministro. La enfermera me dijo que reutilizara las agujas que ya había usado, pero tengo un informe del endocrino que pone en letras bien grandes que bajo ningún concepto puedo hacer eso”. “Siempre tengo que esperar a que repongan el material. Al final me lo acaban dando, pero aquí no estamos para negociar con los médicos. Con la salud no se juega, la salud es un derecho”, sigue contando José.
Para abundar en la situación con la que se encuentran en el pueblo, cuenta que su hija puso hace poco una queja contra la directora del centro porque se negó a atender a su bebé de nueve meses alegando “que no era pediatra”. “Mi nieto llegó al centro con mucha fiebre y con dificultad para respirar. No había pediatra y esta señora, que es médico, le negó la asistencia. Le llevaron al hospital de Valdemoro en donde le diagnosticaron bronquiolitis”, explica, con enfado.
Beatriz, una trabajadora de 47 años con dos hijos de 19 y 13 años ha sufrido también más de una desagradable experiencia en el Centro de Salud. Según explica a esta redacción, a principios de año pidió una cita en el ambulatorio para su madre, de 75 años, para recoger los resultados de unos análisis que le habían hecho antes de las pasadas Navidades pero su doctora estaba de baja.
“Como no estaba la doctora, le dijeron que no podían darle los resultados, pero ante nuestras protestas, se los leyó otro médico. Además, como estaba hacía tiempo con un fuerte resfriado, al final la vio una enfermera que le diagnosticó que lo suyo estaba ‘cronificado’. Poco después nos dicen que la doctora titular ya no iba a volver porque le habían dado plaza en otro centro que había pedido y que no iban a contratar a más médicos porque no tenían asignación. Así que seguimos sin médico, por lo que aún no le han hecho un estudio como dios manda”, dice Beatriz, que relata que ella misma se tuvo que desplazar al hospital de Valdemoro para que le curaran una herida aparentemente poco relevante, pero con la que estaba muy incómoda. “Si es algo maligno te puedes morir al demorarse tanto en el tiempo los diagnósticos”.
Un caso parecido sufrió su hija de 19 años. “Fuimos en fin de semana al centro, a urgencias, porque tenía cistitis y como la están tratando aquí en Ciempozuelos de su problema de riñón, queríamos que le recetaran un antibiótico. Pero nos dicen que no hay médico y que si queremos la receta fuéramos al centro de San Martín de la Vega. Pero yo ese día no tenía coche. En vista de nuestras protestas la enfermera le hizo un test para comprobar si tenía infección. Pero dijo que ella no podía recetarnos nada. Al final llamó a un médico que le firmó una receta on line”.
“La guinda a todo esto –sigue narrando Beatriz– es el caso de mi hijo, de 13 años. En la última revisión de los 12 años nos dijeron que le pasaban al régimen de adultos porque no tenían pediatras. Sin embargo, en el hospital de Valdemoro sigue en pediatría porque son considerados aún niños. ¿Con qué nos encontramos? Pues que al pasar al régimen de mayores está padeciendo las mismas dificultades que toda la familia para que le atiendan. De momento sabemos que se han ido dos médicos y otros se van a jubilar”. “Creo que esto se está pasando de madre. Ayuso lo está gestionando todo muy mal. Seguramente en muchos distritos de Madrid, como el de Centro, tendrá a todos contentos para que la voten”, dice con sorna esta vecina de Ciempozuelos.
Las quejas de José y Beatriz no son aisladas. Otros vecinos confirman que “tampoco hay coches para visitas a domicilio, vienen en un Uber”. “Yo he visto a la enfermera bajarse de uno con mis propios ojos”, dice Beatriz. Otra vecina llegó a contar en Facebook su caso y cómo al llegar al centro no había material para hacerle las curas en una herida y se tuvo que ir a comprar ella todo lo necesario. “Nos descuenta dinero de nuestra nómina para luego no tener prestaciones, recursos ni médicos”, lamenta.
Los grupos municipales apoyan la preocupación vecinal
La situación ha causado una honda preocupación entre los principales grupos del ayuntamiento –excepto en el PP–. En el pleno municipal del 27 de febrero fue aprobada por mayoría absoluta una moción en defensa del centro de salud de Ciempozuelos. PSOE, Más Madrid, Ciudadanos por Ciempozuelos (CPCI) y Vox votaron a favor. El PP forzó su expulsión para no tener que votar tras señalar que “la atención primaria madrileña funciona de manera excelente”. También fue el único grupo municipal que no asistió a la concentración organizada días antes en la Plaza de la Constitución de la localidad para evidenciar el malestar por la situación.
A mediados de marzo, un numeroso grupo de vecinos acudió a las puertas de la Asamblea de Madrid para protestar y exigir más recursos para la atención primaria del municipio, gobernado en las dos últimas legislaturas por el PSOE –a actual con mayoría absoluta–. Varios diputados del PSOE de Madrid encabezados por la portavoz, Mar Espinar, y de Más Madrid, salieron del Pleno para apoyarles y prometerles que trasmitirían sus reivindicaciones a los responsables de la sanidad madrileña.
Precisamente por esas mismas fechas se volvió a presentar en el Pleno municipal otra moción sobre el centro de salud a la que el PP presentó una enmienda en la que achacaba la culpa al ministerio de Sanidad de toda la situación y de la falta de médicos. La enmienda fue rechazada por el resto de los grupos mientras la moción salía finalmente adelante con el voto de todos los grupos, a excepción del PP que, en esta ocasión, se abstuvo y propició que no fuera tumbada.
Carta de la alcaldesa a Ayuso
La pelea que libra en primera línea la alcaldesa del municipio, Raquel Jimeno, del PSOE, para que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid que dirige Fátima Matute ponga solución a todas esas carencias, la llevó hace ahora tres años a escribir a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para explicarle por medio de un detallado informe, la caótica situación del centro de salud.
Ayuso le contestó poco después mostrando su comprensión y compartiendo su “preocupación”, achacando esa falta de médicos y de recursos a los efectos de la pandemia, que saturó el sistema, pero asegurando que desde la Consejería de Sanidad le había informado de que el centro de Ciempozuelos estaba “adecuadamente dimensionado en lo que a dotación de plantilla se refiere y de acuerdo a la demanda del servicio que presta a su población”. Ayuso, no obstante, se comprometía en su carta a “subsanar las molestias ocasionadas en la ciudadanía”, con el aumento “en un 11% de los efectivos de recursos humanos y dispositivos nuevos para mejorar la atención sanitaria”. “Promesas incumplidas”, lamenta Jimeno, que asegura que tres años después siguen igual o peor que entonces sin que la Consejera de Sanidad le haga el menor caso cuando intenta contarle sus quejas. “Han suprimido hasta los coches que utilizaban los médicos para visitas a domicilio. Dicen que suponen un sobrecoste”, corrobora a esta redacción.
Fuentes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid aseguran a esta redacción que en la actualidad “hay un proceso de movilidad pactado con sindicatos desde el año 2017, que afecta a unos 1.000 profesionales que se mueven libremente dentro del sistema de primaria, eligiendo centros de salud, cambiando de ubicación etc.”. “Una vez tengamos la radiografía, finalizado el mes de marzo y el periodo de movilidad de estos profesionales, comprobaremos el estado de la situación de los centros de salud y cuáles tienen mayor carencia de personal y trataremos de equilibrar los mismos como hemos hecho en otras ocasiones”, añaden. También afirman que a partir de ahora “se hará todo lo posible por equilibrarlo y que la mayor parte de los centros de salud tengan el mayor número de profesionales”, mientras apuntan a los mismos argumentos que el PP, es decir, “que la falta de profesionales en el conjunto nacional del sistema de salud es habitual y una tónica constante”. Estas fuentes explican que “el pasado septiembre redujeron de 23 a tan solo dos centros de salud, los que tenían serios problemas de personal”. “Esperamos, una vez finalice el proceso de movilidad interno, poder recuperar cifras similares”, zanjan.
Visita del ministro Óscar López al municipio
Lo que más le ha chocado a la regidora de Ciempozuelos es que, tras meses de silencio, hace ahora más de 15 días recibió una llamada del Gabinete de Comunicación de Fátima Matute, directamente a su despacho, para interesarse por la visita que iba a realizar esa semana al municipio el secretario general del PSOE de Madrid y ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López. Según relata la propia alcaldesa, lo que querían desde el departamento de Matute era advertirle de que el ministro no debía entrar dentro del centro de salud dado que no había informado previamente de su visita y había que cumplir “un protocolo”. Jimeno les aclaró que López no tenía pensado entrar al centro y lamentó que la llamada fuera exclusivamente para eso. Con todo, lo que más sorprendió a su equipo de Gobierno fue que al llegar a la calle en donde está ubicado el ambulatorio, había en la puerta un guardia de seguridad, algo inédito hasta entonces. “Suponemos que era para impedir el paso al recinto del ministro si es que lo intentaba, algo ridículo”, comentan fuentes del gabinete de la alcaldía, que explican con sorna que el vigilante “curiosamente desapareció nada más irse el ministro”. “No hay dinero para aumentar los recursos, pero sí para contratar a un guardia de seguridad”, lamentan estas mismas fuentes.
Sin embargo, desde la Consejería de Sanidad de la CAM aseguran que llamaron a la alcaldía porque “no sabían la intención que tenía el ministro” y simplemente quisieron “informar de que para cualquier visita a un centro institucional hay que pedir permiso, sobre todo en este caso si hay pacientes”. También restan importancia a que ese día hubiera un guardia de seguridad en la puerta porque “los hay en muchos otros centros de salud. Unas veces van y otras no. No hay que ver polémica política en eso en ningún momento”, zanjan.
En aquella ocasión, el ministro se comprometió a volver cada quince días al municipio para comprobar la evolución de los problemas en el centro de salud. Y así lo hizo la semana pasada, para charlar con los vecinos y recoger sus quejas. Pero esta vez no había guardia de seguridad en la puerta.