martes, abril 15 2025

El derechista Noboa gana las elecciones presidenciales en Ecuador entre denuncias de fraude de la oposición de izquierdas

El Consejo Nacional Electoral otorga la reelección de Noboa (Acción Democrática Nacionalista) frente a Luisa González (Revolución Ciudadana, el partido del ex presidente Rafael Correa) por más de 11 puntos: 55,8% frente al 44,2%. González no reconoce los resultados y acusa al mandatario de manipular el proceso electoral bajo el estado de excepción

Ecuador elige presidente en una ajustada segunda vuelta con Noboa salpicado por denuncias de narcotráfico y malversación

El presidente derechista Daniel Noboa ha sido reelegido como presidente del Ecuador, tras vencer por 55,85% a 44,15% a la correísta Luisa González, con el escrutinio de los votos en más del 93%. La candidata opositora no reconoce los resultados y ha acusado al mandatario de fraude: “Vamos a pedir el reconteo y que se abran las urnas”, aseguró la noche del domingo en la sede de su partido en Quito, frente a cientos de seguidores. Noboa ha respondido que le parece “penoso que, con 11 o 12 puntos de diferencia, salgan a cuestionar la voluntad de los ecuatorianos”. Realizó estas declaraciones frente a la prensa después de presentarse ante sus militantes en una de sus casas de playa en la costa de Guayaquil. Se limitó a agradecer a su equipo y afirmar que “no cabe duda de quién es el ganador”.

La abogada y política de 47 años, respaldada por el expresidente Rafael Correa, justificó sus acusaciones en el estado de excepción que decretó Noboa en siete provincias (de las 24 que existen) y en Quito desde el sábado. Por 60 días rige un toque de queda desde las 10:00 hasta las 05:00: “¿Estados de excepción para qué o por qué? Para garantizar el más grotesco fraude electoral que estamos presenciando los ecuatorianos”, declaró González. Ya había protestado en la mañana de la jornada electoral, cuando emitía su voto, reprochando que en el horario restringido los partidos políticos estarían en los centros de cómputo recibiendo las actas: “Es una forma de obligarnos a no movilizarnos”.

González reprochó al mandatario que “usó a las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) para hacer lo que le daba la gana”. Añadió que no presentó licencia electoral para hacer campaña, como dicta la normativa. Medios locales reportaron que la correísta se encontraba reunida con autoridades electorales al acabar su comparecencia. Desde su asilo político en Bélgica, Rafael Correa ha apoyado las denuncias a través de un tuit: “Todos saben que estos resultados son imposibles. Sacamos el mismo 44% de la primera vuelta. Estos mafiosos hubiesen podido disimular un poquito más”.

Los seguidores del reelegido presidente, apoyado en campaña por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se agruparon desde la primera hora de la noche en las sedes de Guayaquil y Quito del partido Acción Democrática Nacional (ADN). Sin embargo, Noboa no se encontraba en ninguno de estos lugares, sino en su lujosa residencia de Ollán, una villa costera de menos de 5.000 habitantes, donde decidió esperar los resultados y comparecer después de reconocerlos. No quiso repetir el fiasco de la primera vuelta de febrero, cuando se quedó en Quito para celebrar un triunfo arrasador y debió conformarse con una diferencia de apenas 0,17%. “El Ecuador quiere ser diferente, no quiere regresar al pasado, quiere caminar hacia adelante”, dijo, haciendo referencia a los más de 10 años que gobernó Rafael Correa (2007-2017).

El candidato oficialista venció por más de 10 puntos porcentuales, a pesar de los cerrados resultados que vaticinaban los sondeos a pie de urna al finalizar la tarde. De hecho, la encuestadora Corpmontpubli, avalada por el CNE, daba la victoria a González. Una contienda más cerrada también predecían las encuestadoras antes del día de la votación. Las primeras actas que se levantaron provinieron de la Sierra, región donde Noboa cuenta con amplio apoyo, por lo que ya se perfilaba desde las primeras horas de la noche una diferencia considerable.

La violencia que azota al país —el más violento de América Latina, según un informe de Insight Crime en marzo— ha llevado a que el día electoral se desarrollara en condiciones particulares. Fueron desplegados 56.000 policías y 45.000 efectivos militares en todo el país para resguardar los recintos de votación. La sede del CNE, en Quito, estuvo resguardada por tanquetas y camiones del Ejército; además, se protegió el perímetro con un vallado. Fueron detenidas 634 personas por diversos delitos, incluyendo el porte de armas de fuego y armas blancas.

Con la reelección de Noboa se espera un continuismo en su política de guerra abierta contra el narcotráfico y el crimen organizado. Desde la declaración de “conflicto armado interno” en enero del año pasado, se han militarizado las calles y las cárceles. No obstante, los resultados no se están viendo; se han registrado casi 2.000 homicidios en lo que va del año, y enero ha sido el mes más violento de la historia. El joven presidente triunfó en medio de casos que lo conectan con delitos de narcotráfico o malversación. El primero tiene que ver con las tres ocasiones en que su empresa familiar, Noboa Trading, fue sorprendida con cocaína oculta en contenedores de banano que esperaban en Guayaquil para ser exportados a Europa.

Diferentes presidentes de la región, como Santiago Peña (jefe de Estado de Paraguay) o Bernardo Arévalo (Guatemala), felicitaron a Noboa por su victoria. También se sumó a los saludos la opositora venezolana Corina Machado.