La aspirante a la sucesión de Miguel Ángel Revilla considera que hay «muchas cosas que cambiar en el partido» y defiende que están obligados a «volver a un regionalismo pero del siglo XXI»
Antecedentes – Paula Fernández y Pablo Diestro dirimirán en primarias quién es candidato autonómico del PRC y hará bicefalia con Revilla
Paula Fernández (Bárcena de Pie de Concha, 1971) aspira a ser la primera mujer que encabece el cartel electoral del Partido Regionalista de Cantabria. Cree que ya es hora, después de haber tenido protagonismo en el Gobierno como consejera de Presidencia, en la anterior legislatura, y como vicesecretaria de Organización del partido y diputada autonómica en los últimos años.
Unos días antes de protagonizar la primera campaña de primarias en la historia de los regionalistas en sus cuatro décadas de historia, advierte que se necesita “cambio” y “renovación”. En paralelo, propone volver a un regionalismo del siglo XXI y que el futuro inmediato del PRC sea “gobernar con quien mejor defienda los intereses de Cantabria.
Usted como vicesecretaria, vicesecretaria de Organización, exconsejera y diputada autonómica ya ejerce una notable responsabilidad en el partido, es una persona conocida que en la práctica ya trabaja codo a codo con Miguel Ángel Revilla desde hace mucho tiempo. ¿Su opción simboliza la continuidad en el PRC?
No, no. Una mujer como líder del Partido Regionalista de Cantabria significa renovación, sin ningún tipo de duda. Yo he sido la persona que en los últimos congresos he hecho la ponencia de los principios programáticos de este partido, yo he sido una persona que he trabajado con Miguel Ángel Revilla porque tengo una experiencia de gestión en el Gobierno de Cantabria, a diferencia del otro candidato [Pablo Diestro]. Él ha sido alcalde, yo he sido concejala. Él ha sido diputado, yo he sido diputada. Él ha formado parte de la organización del partido, aunque en un periodo corto, y yo he trabajado intensamente en la organización del partido. Hemos compartido mucho trabajo juntos, porque cuando él era el presidente de la Federación de Municipios de Cantabria yo era la consejera de Presidencia y hemos tenido una colaboración intensa. Él es algo más joven que yo, pero ambos tenemos una muy buena edad para dar un paso adelante en política, y considero que puedo representar la renovación del PRC tanto como él.
¿Y hay algo que cambiar en el PRC?
Hay muchas cosas que cambiar, pero no es eso de lo que estamos hablando ahora. El proceso que hemos aprobado no cambia la Ejecutiva del partido hasta 2026. No cambia el secretario general, no cambia los estatutos del partido. Estamos trabajando desde la última Asamblea de Dirigentes en cambios. Hay muchas cosas que cambiar en el PRC, pero lo más importante es que tenemos volver a un regionalismo pero del siglo XXI. Los principios fundamentales de nuestro partido en 1978 tienen que adaptarse a una nueva Cantabria, a una nueva sociedad que ha evolucionado, y eso tiene que estar en el día a día del trabajo de nuestro partido. Tenemos que volver a hablar de pertenencia, de identidad, de la defensa a ultranza de Cantabria. Nosotros tenemos que ser imprescindibles porque un partido regionalista es necesario en Cantabria.
Estamos viendo lo que va a pasar con la financiación autonómica, con asuntos de tanta trascendencia de los que depende el futuro de Cantabria con un Gobierno del PP totalmente sometido a los dictados de Madrid en todo, que no es capaz siquiera de hacer un estudio de nuestra infrafinanciación. A mí estas cosas me preocupan muchísimo y esto tiene que ser un cambio radical en el funcionamiento de todos los cargos públicos del partido. Pero, evidentemente, hay que hacer un cambio orgánico, que se prevé en el año 2026, y que yo considero que se tiene que hacer como lo estamos haciendo hasta ahora: trabajando desde esa comisión en la que están representadas las bases territoriales del partido. Hay nueve miembros de las agrupaciones comarcales, que están trabajando con muchísima ilusión después de la Asamblea de Dirigentes. El partido se ha vuelto a ilusionar con un futuro que compartimos los dos candidatos, que trabajamos codo con codo en esa comisión. La ilusión en el partido ha resucitado y este proceso de renovación es muy positivo para el PRC porque no lo habíamos hecho nunca.
La ilusión en el partido ha resucitado y este proceso de renovación es muy positivo para el PRC porque no lo habíamos hecho nunca
Habla de ese proceso que contempla un cambio de estatutos en 2026 y dónde la renovación puede ir a más…
¡Debe ir a más! No es que pueda ir a más, es que debe hacerlo. Debe. Los principios de este partido son fundamentales, pero hay que actualizarlos. Son los principios de Eduardo Obregón Barreda, son los principios de Rafael de la Sierra, son los principios de muchísima gente muy importante para nosotros, pero hay que actualizarnos, no podemos olvidarlo.
Esta legislatura el PRC mantiene un equilibrio como aliado del PP -le dio la Presidencia a María José Sáenz de Buruaga y apoya los presupuestos- y a la vez ejerce como oposición en el Parlamento de Cantabria. ¿Hay que resolver esta situación, debe el partido elegir un bando para salir de esta posición tan incómoda?
Sí, totalmente de acuerdo. De hecho, a partir de ahora se va a ver porque han pasado cosas. Nosotros, evidentemente, todos los proyectos que teníamos en marcha en el Gobierno y después de la mala experiencia de 2011 con la mayoría absoluta del PP, decidimos ponerlos sobre la mesa para investir a Buruaga. Después decidimos, con un debate interno en el que los alcaldes tuvieron mucho peso, aprobar los presupuestos en base a un pacto firmado, y decidimos posteriormente aprobar los últimos presupuestos de común acuerdo con los alcaldes. Incluyendo un anexo de obras que son fundamentales para Cantabria pero que -no podemos negar- pertenecen a nuestros ayuntamientos. Luego, está la sanidad, la educación, donde hay una serie de compromisos que estamos viendo cómo no se están cumpliendo. Es el día a día, en servicios sociales, en el estado de bienestar. La semana pasada se tiraron a la calle 5.000 profesores.
¿Qué va a pasar ahora? La Ley de Simplificación Administrativa ha sido un antes y un después para nosotros. Presentamos 82 enmiendas muy trabajadas después de escuchar a 25 personas diciendo que la ley era papel mojado, que no tenía plazos, que no tenía capacidad de llevarse a cabo y -lo más grave de todo- que modifica otras leyes aprovechando una ‘ley ómnibus’ que no tiene nada que ver con la reducción de cargas administrativas, como es el tema del suelo. Ojo con lo que va a pasar cuando abren esta puerta, por mucho que diga el Gobierno que no hay ninguna intención. Ahí se ha visto quién ha sido el aliado del PP: el más beligerante en las comparecencias, el que más acusaba a este Gobierno de haber traído un texto al Parlamento que era papel mojado. De repente, apareció Vox. En política hay que tener coherencia. Yo tenía muy claro que habíamos apoyado unos presupuestos con unas inversiones fundamentales en sanidad para el Hospital de Laredo, para los centros de salud, para los consultorios rurales, para su plantilla de profesionales… y no se cumplen. Hay una comisión de seguimiento que se va a reunir en unos días.
En cualquier caso, y volviendo al origen de la pregunta, el PRC debe elegir si es aliado del Gobierno o si está en la oposición. Respecto a la estrategia electoral del PRC que plantea, ¿se sentiría cómoda gobernando con el PP en coalición si se diese la oportunidad?
Sí, sí, por supuesto. Nosotros siempre hemos dicho que el escenario que hay que valorar es al día siguiente de las elecciones. Es cierto que alguna vez hemos tenido líneas rojas, como ocurre con Vox, y lo hemos dicho en campaña para no engañar a nadie. Pero el PRC tiene que gobernar con quien mejor vaya a solucionar los problemas de Cantabria, con quien más beneficie a los cántabros, y ahí nosotros no tenemos ningún problema. Y hay que gobernar en función de programas, de proyectos comunes.
El PRC intenta situarse ideológicamente en el centro y repiten mucho que no son “ni de izquierdas, ni de derechas”. Además, han gobernado tanto con el PSOE como con el PP, pero a veces toca afrontar cuestiones como el acceso a la vivienda donde hay posturas contrapuestas: desde la regulación de los alquileres al libre mercado. ¿Qué soluciones plantea el PRC en este aspecto?
Es evidente que el Gobierno del PP no está haciendo sus deberes y está incumpliendo sus compromisos. El decreto de pisos turísticos tenía que estar en vigor y también la Ley de Vivienda, que es un compromiso de principios de legislatura. Esos son deberes que quedan por hacer y que el PRC está exigiendo que resuelva ya. El problema es enorme y no se puede enfocar solamente a la construcción de nuevas viviendas. Se debe potenciar la rehabilitación de vivienda, porque hay mucha vivienda vacía que es necesario recuperar. Ahí tenemos que tomar partido y tomar decisiones.
Paula Fernández (PRC) responde a las preguntas de la periodista de elDiario.es Olga Agüero.
Como portavoz de Salud en el Grupo Parlamentario Regionalista conoce perfectamente las debilidades cada día más agudizadas de la sanidad pública en Cantabria y la gestión del actual equipo de la Consejería que dirige César Pascual. ¿De verdad no hay otra opción que resignarnos, como dice el consejero, porque faltan médicos y es imposible solucionarlo?
Desde luego que existen muchas opciones. No solo hacemos una oposición de control al Gobierno, sino que hacemos una oposición constructiva con medidas en positivo para la sanidad de Cantabria que se han llegado a aprobar por unanimidad en el Parlamento y que este consejero no pone en marcha. Hay que fidelizar a los médicos de Atención Primaria. Sabemos que no hay demasiados, pero los que hay, se van. No puede ser que llevemos dos años para hacer un concurso de traslados y que estén 13 médicos esperando llegar a Cantabria porque no lo resuelven. Hemos planteado propuestas en positivo, hemos pedido que establezca plazas de difícil cobertura en el Hospital de Laredo, para la pediatría de Liébana. Hemos pedido un complemento para los médicos de familia, que de base ganan ya 500 o 600 euros menos. Este Gobierno no puede decir que el PRC, desde la oposición, solo está a criticar. Este Gobierno está fracasando.
Creo que después de la Ley de Simplificación Administrativa y esta comisión de seguimiento del pacto va a haber un antes y un después en la relación entre el PP y el PRC
Mencionaba el desastre que puede suponer para Cantabria la Ley de Simplificación del PP, con esa modificación de normas urbanísticas por la puerta de atrás, reconoce que el Gobierno no está haciendo sus deberes en materia de vivienda, explicaba ahora mismo la situación caótica en la sanidad pública… ¿Cómo explica entonces a los ciudadanos que el PRC apoyara a Buruaga como presidenta y le haya aprobado dos presupuestos pese a sus incumplimientos?
Nosotros aprobamos los primeros presupuestos desde la esperanza y la confianza. En esta segunda ocasión hubo mucho debate interno. No solo en el seno del grupo parlamentario, sino también en la Ejecutiva, dónde están representados todos los alcaldes -que entraron en el último congreso como miembros natos a petición mía- y se resolvió con una votación. Creo recordar que hubo siete abstenciones y cuatro o cinco votos en contra. Cuando se está en la oposición y se quiere que Cantabria funcione, hay que intentarlo hasta el último momento. Por supuesto que de esto se habla en la calle y nos lo dicen: que no podemos ser incoherentes. Es complicado de explicar a veces, pero es la manera que decidió la Ejecutiva de afrontar la oposición para sacar el mayor rédito posible a nuestros resultados electorales. De todas formas, creo que después de la Ley de Simplificación Administrativa y esta comisión de seguimiento del pacto que se va a reunir próximamente, va a haber un antes y un después en la relación entre el PP y el PRC.
La derrota electoral del PRC les hizo perder muchos votos. La mayoría fueron a parar a la derecha fortaleciendo su posición en el Parlamento. ¿Considera que se puede recuperar ese electorado con la línea política actual? ¿Cómo percibe el futuro electoral del PRC y a qué tipo de votante deben dirigirse a partir de ahora?
Hemos contratado a una empresa de márketing político -fue una de las resoluciones de la Asamblea de Dirigentes- que ha hecho un análisis muy profundo en los comités locales y comarcales, hablando con alcaldes y diputados. Estamos estableciendo una estrategia de futuro para recuperar el voto perdido y más. A partir de ahí se va a ver una renovación del partido en muchos más aspectos. Los estamos trabajando con la empresa y salga elegido Pablo Diestro o salga yo, eso va a ser fortalecer el partido.
«Los principios de este partido son fundamentales, pero hay que actualizarlos».
Una línea de acción política que asumirá el que resulte elegido. Hablaba antes del protagonismo de las mujeres en el PRC que ha tardado en incorporarlas a su estructura y también al Gobierno, ¿su mensaje también es a favor de que las mujeres tomen más fuerza dentro del partido?
Por supuesto que sí, las mujeres deben tomar más fuerza dentro del partido. Tenemos mujeres muy válidas, algunas ya lo han demostrado en puestos de mucha responsabilidad, como la consejera de Obras Públicas de la última etapa, Jezabel Morán. Hay muchas mujeres con muchísima capacidad en este partido que tienen que pasar a una primera línea activa. Estoy trabajando en un decálogo que voy a trasladar a los militantes cuando empiece la campaña, al igual que a mi compañero Pablo [Diestro] y al resto de la Ejecutiva, donde tendrá que haber una serie de cambios para las listas de las próximas elecciones, evidentemente. Luego también se renovarán todos los comités locales.
El PRC suele presumir siempre de defender lo mejor para Cantabria, que está en su ADN. Ahora ha surgido una opción que se llama Cantabristas, que trata de capitalizar ese sentimiento de identidad que hasta ahora había sido patrimonio del Partido Regionalista. ¿Considera que en un futuro cercano puede restarle votos?
Todas las formaciones políticas nos pueden restar votos. No hay enemigo pequeño. De hecho yo, al inicio de esta legislatura, he trabajado en alguna ocasión con una parte de Cantabristas. Pero ellos han decidido ir por su lado. Todos nos pueden arrastrar votos, precisamente porque también nosotros podemos coger votos a todos.
El PRC justificó hacer presidenta a Buruaga para impedir que gobernase con Vox. Pero después el Partido Popular ha derogado la Ley de Memoria Histórica y ahora plantea el rechazo al reparto de los menores no acompañados, por ejemplo, que son dos cuestiones controvertidas que aplaude la extrema derecha. ¿Qué postura tiene usted sobre ellas?
En cuanto volvamos a gobernar, vamos a volver a tener una Ley de Memoria Histórica en Cantabria. Sin ninguna duda. Esa postura es clara: del grupo regionalista y mía. El tema de los menores no acompañados es otro ejemplo más del día a día que estamos viviendo con este Gobierno sometido totalmente a los postulados que le mandan desde Madrid y sin pensar lo que realmente le interesa a los cántabros. Hablaba antes de la financiación autonómica porque dependemos de ella para seguir vivos como comunidad autónoma, pero el tema de los menores no acompañados no se queda atrás. Lo vemos cuando la consejera de Presidencia va a Bruselas cada dos meses y pierde la oportunidad de hablar y de pedir cosas para Cantabria. Del trabajo que nosotros hicimos, que fuimos los primeros que nos dimos cuenta de que no estábamos solos con el tema de los grandes carnívoros, lo llamo así porque no solo es el lobo… Encontramos países como Luxemburgo o Suecia donde a los renos se les comen los lobos. Tenían el mismo problema que nosotros. Y apoyaron a Cantabria. Conseguimos reunir al Comité de las Regiones del Parlamento Europeo en un debate que jamás se había producido allí. Eso fue histórico. Pero ¿qué está haciendo ahora mismo en Bruselas este Gobierno en el Comité de las Regiones?
«Estamos estableciendo una estrategia de futuro para recuperar el voto perdido y más».
Es decir, que el PRC apoyó a Buruaga pensando que se libraba del discurso de la extrema derecha, pero eso no ha conseguido que el actual Gobierno de Cantabria sea más templado en términos ideológicos…
Vamos a ver lo que pasa a partir de ahora. Veo que es una sucursal de Madrid, y eso es lo peor que le puede pasar a un Gobierno en Cantabria. Porque si hay intereses comunes e ideologías comunes que benefician a Cantabria, aunque no sean las mías, pues estoy en la oposición, he quedado con ocho diputados, me toca esto. Pero cuando no hay intereses de Cantabria, sino mandatos de Madrid, de partido, en el que nos están metiendo en el mismo saco que Valencia o que Madrid, cuando no somos lo mismo… eso no lo podemos perder. Ahí está nuestro sentido de identidad, de pertenencia. Lo que siempre ha dicho el PRC, y lo que va a seguir diciendo porque esa es verdaderamente nuestra esencia.
Volviendo a cuestiones internas de partido, en la votación del comité electoral quedaron fuera de juego dos candidatos, Guillermo Blanco y Javier López Estrada, y ahora se enfrenta con Pablo Diestro, que formaba parte de su equipo hasta una semana antes de anunciar su candidatura en solitario. ¿Por qué se rompió esa alianza?
Yo tengo claro que nosotros tenemos un mismo objetivo. Venimos trabajando desde hace muchísimo tiempo, no en tú o yo, sino en las resoluciones de la Asamblea de Dirigentes que se trasladaron a la Ejecutiva. El proyecto era común. En un principio, la cara era Paula, después la cara fue Pablo, después volví a trasladarle que teníamos que volver a ese acuerdo inicial que habíamos alcanzado, y ya no fue posible. Considero que los dos estamos a la altura del proceso. Es que esto es muy coyuntural. Nosotros somos amigos, compañeros y defendemos lo mismo. Estoy contenta de que hayamos quedado nosotros, sin desmerecer al resto, porque no podemos olvidarnos de que Javier López Estrada es el alcalde más importante del partido. Joven y con futuro.
Entonces, ¿qué diferencia su proyecto del de Pablo Diestro?
Todavía ninguno de los dos hemos puesto el proyecto en marcha. Tenemos que pensar que nuestro proyecto tiene que ser acorde con el programa electoral con el que nos presentamos a las elecciones, con nuestro catecismo y nuestro proyecto político. Yo sí tengo muy claro -no sé si Pablo coincide conmigo- en que hay que volver a poner encima de la mesa el regionalismo del siglo XXI en este partido, sin ningún tipo de duda. La defensa de una Cantabria, de su patrimonio, de su territorio, pero desde los principios regionalistas adaptados a esta nueva sociedad. Yo vengo de la escuela de Rafael de la Sierra, de Eduardo Obregón. He tenido mucha suerte desde que llegué a este partido. Esa es la base y creo que por eso somos imprescindibles, de verdad. Y pienso que al final nuestros proyectos van a coincidir muchísimo.
¿Ha hablado o va a hablar con Guillermo Blanco o con Javier López Estrada para tratar de vincularlos a su candidatura?
Evidentemente, mis pasos han sido hablar primero con el secretario general y con Pablo Diestro, porque consideraba que tenía una responsabilidad que me había dado la Ejecutiva -al ganar por una mayoría tan amplia- de intentar que los militantes se sintiesen representados todos en una única candidatura de consenso. Ahora, que decidan los militantes es perfecto.
«Tengo claro que hay que volver a poner encima de la mesa el regionalismo del siglo XXI en este partido».