lunes, abril 7 2025

La intrahistoria de cómo un periodista acabó en el chat de la Casa Blanca para planificar un bombardeo sobre Yemen

Según la investigación interna, Waltz asoció el número de teléfono del periodista de The Atlantic con el nombre del actual portavoz del Consejo de Seguridad Nacional tras una sugerencia que le hizo el iPhone

El Pentágono abre una investigación al secretario de Defensa en medio de los primeros despidos por el escándalo de Signal

El asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump, Mike Waltz, añadió a un periodista en el grupo de Signal creado para hablar sobre el plan de ataque estadounidense en Yemen porque unos meses antes había cometido el error de asociar su número de teléfono al nombre de otra persona a la que sí pretendía añadir, de acuerdo con el testimonio de tres personas informadas sobre el asunto.

El error fue uno de los varios deslices que salieron a la luz en la investigación interna de la Casa Blanca, que mostró una serie de errores que comenzaron durante la campaña de 2024 y pasaron desapercibidos hasta que Waltz creó el chat de grupo el mes pasado.

Trump consideró por un momento la posibilidad de despedir a Waltz. Le enfadaba más que su asesor de Seguridad Nacional tuviera el número de Jeffrey Goldberg, redactor jefe de una revista que desprecia (The Atlantic), que el hecho de haber hablado sobre la operación militar usando un sistema no diseñado para la información clasificada del gobierno, como Signal.

Pero Trump decidió no despedir a Waltz. En gran parte porque no quería dar a The Atlantic ni al resto de medios la satisfacción de provocar la destitución de un miembro del gabinete pocas semanas después de haber comenzado su segundo mandato. Los resultados de la investigación interna también sirvieron para calmar al presidente.

Sin embargo, las revelaciones desencadenaron una “investigación forense” de la oficina de tecnologías de la información de la Casa Blanca que descubrió que Waltz había guardado el número de Goldberg en su teléfono tras una insólita serie de acontecimientos que comenzó en octubre, cuando Goldberg, el redactor jefe de The Atlantic, envió un correo electrónico al equipo de campaña de Trump.

Según tres personas con información sobre la investigación forense, Goldberg estaba escribiendo un artículo donde se criticaba a Trump por su actitud hacia los miembros del ejército heridos y consultaba al equipo de campaña del republicano para incluir su versión.

El tema le tocaba a Waltz, el miembro del equipo responsable de los asuntos de Seguridad Nacional. El correo electrónico de Goldberg fue reenviado entonces a Brian Hughes, en ese momento portavoz de Trump, para que a su vez él se lo pasara a Waltz.

Hughes copió y pegó el contenido del correo electrónico en un mensaje de texto que pasó Waltz para que tuviera la información del artículo y pudiera reaccionar. Pero en ese ‘copiar y pegar’ Hughes incluyó la firma del mensaje original, donde aparecía el número de teléfono de Goldberg.

Aunque Waltz no llamó finalmente a Goldberg, acabó guardando su número de teléfono en su iPhone, asociándolo sin darse cuenta al nombre de Hughes, actual portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.

El 22 de octubre, un día después de que se publicara el artículo de Goldberg criticando a Trump, Waltz apareció en la CNN defendiendo al presidente. “No me crean a mí, crean a las trece familias Estrella de Oro [una distinción para familiares de soldados muertos en servicio] de Abbey Gate [por el atentado terrorista de agosto de 2021 en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul], algunas de las cuales se subieron a un escenario frente a una multitud de 30.000 personas y dijeron cómo [Trump] les había ayudado a sanar”, dijo Waltz.

Según la Casa Blanca, el número de Goldberg fue agendado por error bajo el nombre de Hughes tras una “actualización con sugerencias de contacto” en el iPhone de Waltz. Según una persona con información de la investigación, el algoritmo del iPhone sugiere números desconocidos a contactos existentes si detecta que pueden estar relacionados.

El error pasó desapercibido hasta este 13 de marzo, cuando Waltz trató de incluir a Hughes en el chat de Signal y terminó añadiendo el número de Goldberg al grupo “Unidad Hutí Grupo Reducido”, donde varios altos cargos del Gobierno de EEUU hablaban sobre el plan de ataque contra los hutíes.

Inmediatamente después del incidente, Waltz declaró que nunca se había comunicado con Goldberg ni reunido con él. En Fox News también dijo que el número de Goldberg había sido “absorbido” por su teléfono, aparentemente en referencia a la manera en que su iPhone lo había agendado.

“No voy a comentar mi relación con Mike Waltz más allá de decir que sí lo conozco y que he hablado con él”, dijo Goldberg este sábado durante una entrevista telefónica. La investigación de la oficina de tecnologías de la información no ha determinado si hubo o no relación entre Waltz y Goldberg y la Casa Blanca no ha querido hacer comentarios.

Según una persona con información del tema, a Trump le comunicaron las conclusiones de la investigación forense la semana pasada, más o menos en el mismo momento en que decidió no despedir a Waltz. Trump aceptó el mea culpa de su asesor de Seguridad Nacional y se ha pasado las últimas semanas defendiéndolo públicamente, desde que comenzó el escándalo del grupo de Signal.

El jueves, Trump se fue de la Casa Blanca en el helicóptero oficial Marine One acompañado por su jefa de gabinete, Susie Wiles; por su jefe de personal, Sergio Gor; y por Waltz. Sus asistentes lo interpretaron como un apoyo al acorralado asesor de Seguridad Nacional.

A Waltz el tema del grupo de chat también parece haberle ganado cierta simpatía dentro de la órbita Trump. Según dos personas con conocimiento del asunto, la principal razón por la que la Casa Blanca había autorizado el uso de Signal es que no hay una aplicación alternativa para enviar mensajes de texto entre distintas agencias de manera inmediata.

Según una de esas personas, los gobiernos anteriores no desarrollaron una plataforma alternativa a Signal, tampoco el de Joe Biden. La Casa Blanca de Trump optó por decirle a los altos cargos que usaran Signal por el momento, como habían hecho durante la transición, en lugar de los sistemas de mensajes de texto de siempre.

Traducción de Francisco de Zárate