jueves, abril 10 2025

Carlos Armiñanzas, médico: «La globalización ha hecho más universales las enfermedades infecciosas»

El especialista del Hospital Valdecilla aplica la medicina gráfica a un manual didáctico ilustrado con las cien patologías más relevantes provocadas por bacterias, virus, parásitos y hongos

Al sarampión le gusta la primavera. La enfermedad del gato prefiere el otoño y el invierno. La rabia habita en el interior de los murciélagos y mapaches. Todavía no se conoce bien como se trasmite la lepra. La enfermedad de Chagas la contagian unos insectos que habitan en las grietas de las paredes. El bacilo que provoca el botulismo y las bacterias de la brucelosis podrían utilizarse como armas biológicas, la difteria la causan bacilos que forman letras chinas y las garrapatas se están convirtiendo en un importante problema para la salud pública: pueden trasmitir hasta seis enfermedades.

Es solo un aperitivo de la información, curiosidades, síntomas y tratamientos que se describen en el libro ‘100 enfermedades infecciosas’ de Carlos Armiñanzas, médico del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander (Cantabria).

Los garabatos que Armiñanzas hacía en los márgenes de las servilletas y de los libros fueron mejorando con los años hasta convertirse en personajes de estética manga protagonistas de este manual. Su lápiz ha tenido que dibujar además los parásitos, bacterias, hongos y virus que provocan estas patologías en un completo catálogo donde se identifica, se explica la clínica y el diagnóstico y se añade el tratamiento.

Fueron las largas tardes de confinamiento de la pandemia las que alumbraron este libro. “Las mañanas eran más intensas que habitualmente pero en el hospital, a pesar de que había más tensión de fondo al principio, había mucha cooperación, era un trabajo muy ordenado”, recuerda. Cada tarde, después de atender pacientes COVID el doctor Armiñanzas se encerraba en su habitación y, mientras unos ordenaban armarios y otros hacían bizcochos, él recuperaba apuntes y documentación sobre la especialidad que ejerce: las enfermedades infecciosas. “Es una asignatura muy interesante que toca muchas enfermedades diferentes” -apunta- “como tal, ahora no es una especialidad, aunque se está reclamando”.

El doctor siempre ha sido aficionado a dibujar y se apuntó a un Master de Medicina Gráfica que utiliza el comic y las novelas ilustradas como un recurso de comunicación y divulgación. Así fue como decidió unir dos de sus pasiones para crear un manual didáctico y divulgativo donde explica enfermedades comunes como la gripe, una infección respiratoria producida por un virus, hasta otras infrecuentes como la criptococosis que se contrae al inhalar partículas de tierra contaminada con excrementos de paloma.


Algunos personajes creados por Armiñanzas para su manual de enfermedades infecciosas

Los beneficios de autor por la venta del libro se destinan a la Fundación Proacis que trabaja en un proyecto en Camerún para tratar a las niñas con paludismo, una enfermedad parasitaria que está descrita en el manual y que se transmite por la picadura de un mosquito hembra Anopheles. El capítulo referente a los parásitos describe 23 infecciones, algunas como la producida por el anisakis, presente en ciertos peces de agua salada, que está teniendo más incidencia “por al aumento de la popularidad de los platos crudos”.

También se detallan los casos de la tenia saginata y la solium, en el primer caso un cestodo presente en carne de ternera cruda o poco cocinada y en segundo presente en los cerdos, que crece dentro de las personas como un gusano que puede alcanzar hasta los diez metros. El manual describe también la enfermedad del sueño, la tripanosomiasis africana, que se trasmite por la picadura de la mosca Glossina (tsé-tsé) y que en su segunda fase provoca irritabilidad, cambios de personalidad y dificultad de concentración para posteriormente derivar en somnolencia, inquietud e insomnio.

El manual describe e ilustra cien enfermedades infecciosas, pero solo son las más relevantes. Hay más, aunque no todas se encuentran en los mismos sitios. Algunas están restringidas a diferentes partes del mundo “aunque la globalización ha hecho más universales las enfermedades infecciosas”, precisa el autor. Los viajes, la movilidad y el cambio climático hace que en zonas que no tenían determinados insectos empiecen a aparecer, cambian la migración de las aves. “Ya no hay nada que esté restringido cien por cien a una zona, y eso implica la necesidad de tener un conocimiento de todo”, considera.

Por ello, depende de cuáles sean las áreas de recepción de migrantes, explica Armiñanzas. “En el sur se recibe a más personas procedentes de África y aquí en norte y en general en toda España más de Latinoamérica” -subraya- “en ese sentido, te encuentras con enfermedades que no son desconocidas pero que hasta hace pocos años no habíamos tenido oportunidad de verlas”.

Por otro lado, la falta de vacunación está haciendo que haya más casos de enfermedades que se pueden prevenir. “Los colectivos de antivacunas que no se las ponen a sus hijos están influyendo en que haya brotes, por ejemplo, de sarampión”, lamenta. Armiñanzas considera que probablemente habrá muchos motivos para esos discursos antivacunas pero, entre otros, a su parecer influye el hecho de tener acceso a información no contrastada “que todos podemos ser los trasmisores si no la contrastamos y que en las redes tiene el mismo valor aparente y puede dar lugar a confusiones”.

“Cada persona tiene que tener claro que no todo lo que aparece en los medios tiene que ser verdad” -explica- “tenemos que tener capacidad autocrítica en los asuntos en los que uno no es experto”. “A un titular escrito por cualquier persona, por muy interesante que parezca, no le podemos dar credibilidad”, considera.


Portada del libro

Prejuicios sobre las infecciones

El término infección genera prejuicios y temor al contagio, como el COVID, o los recelos hacia el VIH. Armiñanzas considera que suele ser simplemente cuestión de un “miedo irracional o falta de conocimiento”. En el caso del VIH el único problema “es que haya personas que no sepan que lo tienen y lo transmitan sin saberlo”, admite. Como sucede con otras enfermedades de transmisión sexual “que se están viendo ahora: si tienen los síntomas y acuden al médico, no hay problema, pero los asintomáticos pueden estar diseminando esas infecciones”, explica.

El aumento de las enfermedades de transmisión sexual es también global.Se está viendo en todo el mundo, en toda España y en toda Cantabria”, certifica. “Es algo que está aumentando en parte probablemente por este desconocimiento de la situación de que no toda enfermedad tiene que manifestarse y hay muchas personas asintomáticas que lo trasmiten”. En paralelo, se han relajado las medidas de protección, las precauciones. En todo caso, las enfermedades de transmisión sexual aumentan especialmente entre los 18 y los 25 años, aunque el incremento se detecta hasta los 30.  

La difteria, el cólera, el botulismo, la peste, el tifus, la tosferina, la sífilis o el tétanos son otras infecciones causadas por bacterias a las que se añaden 48 más detalladas en el libro.

Mal uso de los antibióticos

Otra de las cuestiones relacionadas con las enfermedades infecciosas son los antibióticos. Los médicos alertan de que los utilizamos mal y que eso les hace resistentes a las bacterias. “Es importante conocer que son para eso, para las infecciones por bacterias y que si uno tiene una infección respiratoria viral no les va a servir”, afirma. Hay muchos antibióticos muy diferentes y están apareciendo nuevos para cubrir las necesidades que surgen con las resistencias. Pero, habitualmente, por suerte, con los muy conocidos se pueden resolver la mayoría de las infecciones. “Eso supone responsabilidad por parte de todos: de los prescriptores para intentar escoger el más adecuado, y del paciente, tomarlo solo los días que le han pautado y de la manera adecuada”, destaca.

Armiñanzas estima que a veces parte del problema es pautar un antibiótico no necesario “por la presión de alguien que tiene por ejemplo una infección viral, porque tiene la falsa impresión de que va a estar mejor tratado así”. En relación, por ejemplo, a las bronquiolitis en niños explica que son casos virales en los que el antibiótico no es necesario. También parece que hay un incremento de los casos, pero lo que hay “es un mayor y mejor diagnóstico de estos casos, hace diez o quince años no se hubiese recogido esa muestra y no se hubiese procesado, y hoy tenemos la posibilidad de hacerlo”.

El COVID es una de las infecciones causadas por virus, como la gripe, el Ébola, la varicela, el VIH, el dengue o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo que se trasmite por la picadura de un tipo de garrapata que no habita en Europa. También lo es la rabia, una infección ahora prácticamente ausente en nuestro entorno que se trasmite por la mordedura de un perro infectado. En los países donde estos animales están vacunados los principales trasmisores son los animales salvajes como murciélagos, mapaches, mofetas o monos. Pero, como advierte el manual, los roedores pequeños no trasmiten la infección.

De animales a personas

Muchas de las infecciones que se describen en el manual se trasmiten de los animales a las personas.A nivel general hay algunas infecciones que están en el reservorio, el lugar donde están esas bacterias, esos microorganismos en los animales y que pueden pasar a los humanos”, explica Armiñanzas, aunque con los cuidados sanitarios habituales han descendido mucho, “hay más cuidado incluso de los animales”. Por otra parte, está la estrategia One Health, el proyecto dentro del Plan Nacional frente a la Resistencia de los Antibióticos (PRAN), que no es solo el control del problema que puedan dar los antibióticos para la salud humana “sino para la sanidad animal y el medioambiente, porque todo está conectado; a nivel mundial todo está conectado con todo”, recalca.

En relación al brote de gripe aviar, por ejemplo, Armiñanzas es precavido y dice que habrá que ir viendo cómo evoluciona porque muchas de estas posibles o presuntas pandemias se han quedado restringidas a unas zonas, “pero sobre todo desde el COVID hay mecanismos de control para intentar adelantarse a estos problemas de nivel mundial”, estima. Al tiempo explica que están cambiando los patrones de los portadores de enfermedades como el virus del Nilo, que trasmite el mosquito tigre, y que en algunas zonas de Sevilla está siendo una severa amenaza “pero también es cierto que los lugares en los que ocurre se hace una vigilancia epidemiológica intensa”.

En el caso de su libro tiene una vocación didáctica y lo puede entender cualquier persona. “Aunque en el proceso de publicación hubo que poner destinatarios concretos pero no es solo para médicos o sanitarios en general”, aduce.